Capítulo 31

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Edmond.

—¿Estas seguro de querer hacer esto?

Mi mejor amigo me estaba observando incrédulo, como si me hubiera salido otra cabeza.

—Entiende Matt— Hablé con voz relajada, explicándole una vez más lo mismo— Alaina no es como nadie más. Ella es especial y merece algo especial.

Estoy decidido, esta tarde le pediré que sea mi novia. Le dije a Britany que la distraiga y que le haga pensar que ira a un parque de atracciones, cuando no será así.

Pienso llevarla más lejos, a un lugar mucho más especial.

—Hermano eso es demasiado dinero.— Comentó frunciendo el ceño— Entiendo que el dinero que te dejo tu madre al morir sea suficiente y que Lana valga muchísimo, ¿pero en serio quieres gastar tanto en esto?

Rodé los ojos y negué con mi cabeza esbozando una sonrisa.

—Totalmente seguro.— Respondí observándolo fijamente— también buscaré un empleo después de todo esto.

Si, después de esto debo buscar un empleo.

Matt me sonrió y movió su cabeza asintiendo.

—Esta chica a puesto tu mundo de cabeza.— Bromeó.

Le sonreí y me fijé en mi teléfono por un momento y respondí.

—Ella no puso mi mundo de cabeza— Le aclaré con honestidad— Ella centró mi mundo.

Cambie el tema y pregunté en tono burlón.

—¿Saldrás con Britany?— Reprimí una sonrisa y comenté— No creí que fuera tu tipo, eres mas de... Rubias.

Britany es lo contrario a Alaina, es de cabello oscuro y ojos marrones y totalmente extrovertida. En cambio mi chica es pelirroja natural y extrovertidamente introvertida, aunque suene loco.

—Si— Respondió encogiéndose de hombros— ¿Qué te puedo decir? La chica tiene lo suyo, tiene algo diferente.

Diferente. Que bien conozco esa definición.

Horas mas tarde...

Vamos llegando al parque de atracciones, son las cinco y debo darme prisa si pienso cumplir con lo que me he propuesto.

De camino pasé buscando a Alaina a Jesse y a Britany. Matt ya venía conmigo ocupando el puesto de copiloto en mi camioneta.

Ninguno de los amigos de Lana se sorprendieron al ver que no bajé del auto al llegar al parque, porque ya conocen mis planes, ya que Matt se había encargado de informales. Pero la pelirroja si me miró con confusión.

—¿No piensas bajar?— Preguntó, observándome con su usual ceño fruncido cuando algo no encajaba en su cabeza.

Le sonreí y le aclaré.

—No, no pienso bajar, porque no nos quedaremos.

Sus ojos se abrieron como platos y enseguida contraatacó.

—¿Estas loco?— Preguntó con su usual insulto poco creativo hacia mi— Vinimos a este sitio para estar todos juntos.— Me señaló el parque lleno de gente.

Te Reto.[En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora