Edmond.
-¿Tienes algo que pueda utilizar como pijama?
Lana me observó con diversión y con su sonrisa torcida dibujada en sus rosados y gruesos labios.
Aceptó a quedarse y pasar la noche conmigo, será la primera vez que comparta la misma cama con una chica, bueno, sin sexo de por medio.
Le pasé una de mis sudaderas y ella reprimió una sonrisa.
-¿Qué pasa?- Pregunté al verla sonreír de manera tan contagiosa.
-Espero que esté sucia Jones- Amenazó- O la cosa se pondrá fea.
Me quiero divertir un poco, así que agregué.
-Creo que esa sudadera se la robé a un indigente-- Hablé encogiéndome de hombros- Nada a lo que tu debas temer-Reí y la señalé- tu perfectamente sabes lo que significa no bañarse durante cuatro días.
Su boca se abrió y casi se le cae la mandíbula, si eso fuera posible.
-Te dije que fue en un campamento- Se defendió y su voz sonó tan aguada como la de una niña- Tenia catorce años.
Me reí por el puchero que comenzó a hacer y le di una sonrisa de suficiencia.
Ella desapareció en el baño, mientras yo arreglaba un poco la cueva que tengo por habitación.
Debo comenzar a organizarme mejor.
Ya yo me había duchado, así que pasé a quitarme la ropa que tenía puesta y quedé simplemente en bóxer.
Me tiré de manera despreocupada boca abajo en mi cama y la vi salir del baño.
Sus piernas blancas totalmente al descubierto y solo la cubre mi sudadera roja, que le llega a mitad de los muslos, el color de la prenda hace que resalte aún más su cabello color fuego.
Me quedé malditamente embobado viéndola.
-Es muy cómoda a decir verdad.- Comentó entre risas
Me dio esa sonrisa de niña inocente, la sonrisa que suele darme cada vez que me ve.
Ella es mi jodida Diosa.
-Te queda perfecta.
Ni siquiera me había dado cuenta que me levanté de mi cama y que ya me encontraba caminando hacia ella.
La tomé de su cintura y la pegué a mi, como suelo hacerlo, amo tenerla cerca, sentir su piel erizarse con mi simple contacto, sentir su respiración agitada y los latidos desbocados de su corazón.
-Va..Va.. ¿Vas a dormir así?- Me señaló y el rubor se apoderó de sus mejillas.
Sus palabras fueron un tartamudeo y la miré con picardía para luego soltar.
-Al menos que prefieras que duerma desnudo- Hice un gesto como si lo pensara y sonreí de manera torcida- No me molestaría.- Confese.
Sus ojos se abrieron como platos y aclaró rápidamente.
-Es que yo pensaba que utilizabas alguna especie de pijama.
Volví a reír, sus ocurrencias cuando se encuentra nerviosa son las mejores.
-No nena- Negué con mi cabeza con tranquilidad- Yo no duermo en "Pijama"
Hice el pequeño gesto de las comillas con mis dedos y le di un casto beso en la punta de su nariz.
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Te Reto.[En Edición]
Teen FictionAlaina Smith estaba lista para olvidarse de su pasado, empezar de cero y concentrarse en continuar con su vida. Lo que ella no sabia era que el destino ya le tenia preparada su próxima jugada, un dulce tormento con el que tendría que lidiar casi a d...