[Capitulo 2]

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Alaina.

Él chico que tengo delante de mi, me mira con atención y cruza los brazos sobre su pecho, gesto que hace que se marquen sus venas en ellos. Se encuentra esperando una respuesta de mi parte.

Su rostro luce impasible y su altura es intimidante, es alto, muy alto. Su cabello negro azabache se encuentra despeinado, ocasionando que unos mechones rebeldes caigan sobre su frente de manera que lo hace lucir despreocupado, sin dejar de ser imponente, todo él lo es, su color de cabello hace un contraste alucinante con su tez blanca casi pálida, junto a sus labios carnosos y sus ojos claros, color miel, los cuales me dan un repaso de arriba a abajo y se posan sobre mis labios un momento, para luego volver su vista a mis ojos.

Me siento analizada, bajo su intensa mirada.

Lo único que mis débiles palabras lograron articular fue.

–Acabas de lanzarme toda la bebida encima.— Me quejo horrorizada observandome empapada.

Siento que Britany tira de mi brazo, jalándome en dirección opuesta de él chico, que ahora se encuentra mirándome con una sonrisa torcida, picara y maliciosa a la vez y con una gran diversión en sus ojos y en cada una de sus facciones.

Estúpido capullo.

Me alejo del lugar de donde me encontraba y ahora me dirijo a los baños para limpiarme todo el desastre que ese idiota a ocasionado en mi.

Una vez dentro del baño de damas tomo un poco de papel del dispensador y froto la mancha que ya se hace notar en mi jersey, y no puedo evitar respirar con frustración al ver que no se quita.

–¿Tienes idea de quién es ese chico?— inquiere Britany, quién se había mantenido en silencio hasta ahora.

Escucho a mi nueva amiga hablar y me giro para encararla, ya que se de quien habla y la curiosidad se instala en mi pero intento disimularla.

–¿Quién es él?— Pregunto a la espectativa, mientras vuelto a frotar la mancha que ya está casi seca sobre mi Jersey.

Mi suerte es maravillosa, digo con sarcasmo en mi mente.

Logro aclarar solo un poco el rastro que dejó la bebida sobre la tela, pero no totalmente e igual queda manchada.

—Por si no lo recuerdas soy nueva...— Digo observándola y pasando mis manos por mi pantalón para alisar las arrugas imperceptibles.—no conozco a nadie a excepción de ti, que te conocí hace como tres horas.— Explico.

Mi nueva amiga sonríe y asiente con su cabeza, entendiendo mi punto y pasa a responder mi pregunta.

–Él es Edmond Jones.— Dice su nombre y al instante en el que es pronunciado, inconscientemente lo repito en mi mente y ella continua hablando, así que escucho atenta.— Es uno de los chicos mas guapos de todo el campus, lastima que nunca lo han visto con nadie, ninguna chica, es a lo que me refiero.— Acosta y finaliza con un deje de decepción.— A veces pienso que debe de ser gay.

Por como me ha mirado mis labios hace como cinco minutos atrás, se claramente que no es "Gay".

En San Diego mi mejor amigo lo es y no me da esas miradas ni de cerca.

–No, no creo que sea gay.— Agrego y río ante la mención que hace Britany sobre la sexualidad del pelinegro.

Alisando su cabello con sus dedos y retocando su maquillaje en el espejo responde.

—Eso espero.— Acota y una sonrisa se dibuja en sus finos labios.— Está buenísimo, pero es jodidamente cerrado, no interactúa con nadie, a excepción de sus amigos.— Explica y procede a guarda el labial rojo que se encontraba utilizando en su bolso de maquillaje.

Te Reto.[En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora