Edmond.
Caminamos en silencio hasta donde se encuentra aparcada mi camioneta en la calle. Me fijo en que Lana se encuentra absolutamente nerviosa, lo puedo notar en cada uno de sus gestos corporales, se encuentra temblando y me aborrezco en este momento por hacerle esto a ella.
¿Cómo mierda se le ha ocurrido acercarse a mí viéndome en este estado?
Se me presenta un flashback que hace que mi cuerpo se sienta alterado nuevamente con un simple recuerdo de lo que acaba de suceder.
Había pasado toda la noche observándola bailar, tan natural y espontánea que aunque no supiera como hacerlo, lo seguía intentando. Sus amigas más experimentadas le estaban enseñando como moverse al ritmo de la música y en serio se veía tan jodidamente provocativa con ese vestido ceñido a su cuerpo.
Ella no es como las demás chicas que están en la fiesta, es algo tímida, sin dejar de ser desafiante con solo una mirada, es natural, divertida y malditamente sexy sin ni siquiera intentarlo y me está volviendo loco ese estúpido hecho.
¿Que está haciéndome?
La estaba observando desde una distancia prudente, quería verla siendo ella misma, descubrir cada detalle de esa chica de curvas perfectas y sonrisa que te lleva al mismo cielo si es posible.
No la había estado evitando en la semana, solo estaba guardando mi distancia, debido que su presencia me descontrola haciendo que sea un completo capullo cuando estoy cerca de ella. Yo soy el maldito dueño de mis emociones y eso seguirá de esa manera.
Solo debo aprender a controlar mis impulsos cuando estoy a su alrededor.
Toda la noche la pasé hablando con Matt, evitando ser notado por la pelirroja quien se encuentra realmente entretenida bailando y ni se ha percatado de mi presencia. Todo iba bien, hasta que el hijo de puta de Zack Bennet se acercó a mi con una sonrisa triunfadora en sus repugnantes labios y soltó sin más...
—Tú amiga es más fácil de lo que esperaba Jones.— Se burló y palmeó mi espalda en un gesto desagradablemente amistoso, que me hizo tensar inmediatamente y apretar mis puños hasta poner mis nudillos blancos por la presión. Zack Bennet tiene por pasatiempo provocar mi fino e inestable temperamento.— Creo que me la follaré esta misma noche. ¿Lo ves?— Río de manera cínica.— Tenía razón, los chicos como tú no son su tipo.
Escuchar su maldita voz pronunciando cada palabra, solo ocasionó que me sintiera colérico y sin siquiera pensarlo me abalancé sobre él muy cabrón. El primer impacto que se escuchó fue mi puño chocando contra su mandíbula, haciendo que esta crujiera y él retrocediera tropezarando involuntariamente contra una mesa, cayendo de culo sobre ella y destrozándola a su paso. El golpe lo dejo visiblemente aturdido y no se lo esperaba en lo absoluto. No perdí tiempo y me senté a horcajadas sobre él y volví a golpearlo, está vez más fuerte, atinandole en su ojo derecho; la sensación de adrenalina volvió a mi una vez más como hace tanto tiempo no la sentía. Un par de golpes me hicieron perder la concentración y el equilibrio, Zack me apartó de manera brusca de su cuerpo, poniéndose en pie rápidamente, no tardé en recomponerme y golpeé su estomago, privándolo del aire, justo cuando iba a arremeter nuevamente contra él, sentí una mano tirando de mi hacia atrás.
Observé a mi alrededor a todas las personas con sus ojos fijos en mi, ya que soy el espectáculo principal y ellos simple espectadores. Escucho que alguien da unos pasos por detrás de mi y me giro sobre mi cuerpo a la defensiva, pero inmediatamente conecto mi mirada con sus ojos verdes, que se ven cristalinos con la poca luz del lugar. Me observa con expresión asustada y sus palabras son las que me traen nuevamente a la realidad.
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Te Reto.[En Edición]
Teen FictionAlaina Smith estaba lista para olvidarse de su pasado, empezar de cero y concentrarse en continuar con su vida. Lo que ella no sabia era que el destino ya le tenia preparada su próxima jugada, un dulce tormento con el que tendría que lidiar casi a d...