Capítulo 43

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Edmond.

Desde que salí del hospital no he querido ver tan seguido a Alaina.

Las amenazas de Gabe no se han detenido, he visto como sus guardaespaldas rondan por los alrededores de mi apartamento.

Matt me a dicho que a él lo habían detenido para preguntarle por mi.

Cuando enfrenté a mi padre para preguntarle porque demonios se había endeudado tanto, lo único que hizo fue decir la palabra lo siento repetidas veces; por otra parte, mis tíos están demasiado preocupados, ellos saben como es la manera de actuar de Gabe Bacher, debido a que no es la primera ves que Edgar se endeuda, pero si es la primera vez que la suma de dinero es tan grande.

Edgar siempre a recurrido a mis tíos en busca de dinero para salvarse su culo, pero esta vez me jodió a mi y sin mi consentimiento.

Mi mente a estado hecha un remolino, ni siquiera e ido al trabajo, con lo que me pagan en la pizzería no pago ni la cuarta parte de la deuda de mi padre.

Odio estar en medio de esto, es como si todo dependiera de mi y la verdad, así es.

Por eso he venido al bar de Gabe, a ofrecerle un trato, uno el que implica saldar la deuda de mi padre, sin que me vuelvan mierda de nuevo y sin que sus perros falderos anden buscándome.

Entré al lugar atestado de gente, el bar está tal cual y como lo recuerdo, sus paredes oscuras siendo reflejadas por luces de colores, la música ensordecedora, el olor a alcohol y diferentes clases de sustancias está por todo el aire, invadiendo mi nariz.

Las personas bailando al ritmo de la música sin preocupación alguna, mientras que otros están borrachos en la barra pidiendo veinte tragos más.

Yo fui parte de este infierno, pero mi salvadora llegó y me sacó de él.

La idea de dejar a Lana me está matando, pero es la única manera de mantenernos a salvo a todos.

-Decidiste aparecer niño.

La voz ronca de Gabe me hizo voltear y encararlo. Su sonrisa socarrona está esparcida por su rostro, dándole ese aspecto de mafioso dominante.

Lo observé sin temor una vez más y afirme- Si Gabe, aquí estoy, necesito hablar contigo.

Sonrió aún más, haciéndome recordar a sonriente, el gato de "Alicia en el país de las maravillas."

-¿Traes mi dinero cierto?- Preguntó y todo rastro de diversión desapareció de sus facciones- No creo que tengas las bolas de aparecer por aquí sino lo traes.

Mis manos están sudando un poco, pero mi respuesta fue firme y clara.

-Vengo a hacer un trato.

Ladeó su cabeza y lo pensó unos minutos, para luego darle la orden a sus guardaespaldas para que me revisaran, cuando se percataron que no traigo ningún arma conmigo solo dijeron.

-Está limpio jefe.

Gabe me miró con sus ojos tan oscuros como un demonio y me ordenó que lo siguiera. Eso hice, lo seguí hasta una oficina al fondo del bar, un ambiente bastante privado, donde supongo que hace sus negocios ilegales.

Me senté en la silla enfrente de su escritorio y él hizo lo mismo del otro lado.

Los dos tipos nos estaban esperando afuera, pero no me cabe la menor duda que si hago un movimiento en falso me matarán aquí mismo.

-¿Entonces Jones?- Preguntó y me observó con un poco de curiosidad- Si no has traído mi dinero, ¿Qué haces aquí?, ¿Cuál es ese trato?

Pasé mis manos por mi cabello de manera tranquila y lo miré demostrando toda mi seguridad.

-Quiero un año y medio- Lo observé fijamente y trague grueso, pero continúe- Un año y medio para pagarte la deuda de mi padre.

Soltó una carcajada y se quitó sus lentes oscuros de manera tranquila, como si lo que acabo de decir fuera lo más gracioso que haya escuchado.

-¿En qué me beneficia a mi, darte un año y medio?- Preguntó.

Ahora el que sonrió fui yo, dándole a entender que justo eso era lo que quería que preguntara y respondí.

-Eres un avaro por el dinero Bacher- Lo señalé y continúe- Pienso pagarte con intereses.- Su sonrisa se ensanchó y levantó una ceja a la espera que de prosiguiera y eso hice- Lo que quiero a cambio de todo esto es tiempo y que no toques a nadie de mi familia o amigos.

Mi voz se tornó más ronca y me odié por decir las siguientes palabras.

-Iré a trabajar a Nueva York para saldar la deuda, trabajaré para pagarte hasta la última moneda- Suspire y volví a repetir- Tiempo, es lo único que te pido.

Él hombre que tengo enfrente de mi, tiene una tranquilidad casi imperturbable, a escuchado cada una de mis palabras y simplemente se a dedicado a servirse un trago y a observarme, como cuando un león observa a su presa antes de atacar.

Rompió el silencio.

-Te daré un año y medio Jones- Me señaló con la misma mano con la que sostiene su trago- Has tenido las bolas de venir aquí, después de la paliza que te dimos y es bastante admirable en verdad- Río- La mayoría después de eso simplemente huyen y nos vemos en la obligación de matarlo.

Sonrió y me mostró su perfecta dentadura.

-A mi nadie me ve la cara de estúpido.

Le sostuve la mirada y el hombre se paró de su asiento y yo hice lo mismo.

-Tienes cinco días para irte- Ordenó- Si te vas, tomaré por cumplida tu promesa.

Miré por última vez a Gabe Bacher y me extendió su mano y preguntó.

-¿Es un trato?

Extendí la mía de igual manera como el lo a hecho y tomé la suya.

-Es un trato.

Salí de la oficina y todo mi cuerpo se relajó, mis tíos y Matt ya saben el plan que tengo de irme, pero queda solamente una persona por enterarse.

Lana...



Te Reto.[En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora