Alaina.
Desde que llegamos a este asombroso lugar, no he podido dejar de sonreír. Todo es absolutamente increíble. La brisa es fresca y todo está lleno de rosas de diversos colores, tamaños y formas y ni hablar de su embriagador y delicioso aroma.
Los amigos de Edmond son agradables, no son todos góticos cómo esperaba que fueran, tampoco van vestidos de negro a excepción de él y su estilo de ropa oscura al igual que su mirada, que infunde algo de miedo a pesar de tener los ojos de un color claro y muy bonito.
Britany se encuentra tomandome algunas fotografías para enviarselas a mi mamá. Ella ama la rosas y este lugar le encantaría sin la menor duda.
Uno de los amigos de Edmond se acerca a nosotras con una sonrisa ancha en sus labios.
—¿Entonces ustedes son las famosas amigas de Jones?— Pregunta de manera simpática.
Britt le sonríe y se lo queda mirando durante un momento fijamente.
—A decir verdad, Lana es la que es su nueva “amiga”.— Le responde y continua tomando fotografías a todo lo que ve.
Mi amiga simboliza las comillas con sus dedos y no puedo evitar darle una mirada confusa. Él castaño suelta una gran carcajada y un leve rubor sube a mis mejillas tiñendolas de rojo cuando caigo en cuenta.
—No, no es lo que piensan.— Intento explicarme, mientras ambos me observan con sus cejas en alto y sonrisas dibujadas en sus labios.— Solo somos amigos o algo así, ni siquiera le agrado mucho.— Les informo de manera rápida, pero sus respuestas a unísono me dejan totalmente fuera de combate.
—Si, Claro.
Ambos se dan una clase de mirada cómplice y yo solo suspiro con fastidio.
No puedo creer que no me crean. Si creía que Edmond es un cabezota, estos dos juntos son peores, están viendo cosas donde no las hay.
Pasamos un rato más caminando por el lugar y luego decidimos comprar unos helados. Le reprocho una y mil veces a Edmond el hecho de que no le guste el chocolate.
¿Quién diablos no come chocolate?
Él odioso chico no aparenta ser tan malo y odioso después de todo. Jodidamente sarcástico e inexpresivo si, de eso no hay duda. Sus comentarios con respecto a la mancha de jugo y ahora de helado en mi camiseta me están haciendo perder los papeles, mi torpeza a sido tan grande que me he tirado casi todo el helado encima.
El muy capullo no ha podido parar de reír y de echarme en cara lo distraída que soy.
Aunque eso lo se de antemano.
Su risa es ronca y totalmente varonil, escucharlo reírse o verlo sonreír es agradable, tiene una sonrisa de dientes parejos que se esfuerza en ocultar, ya que no ríe a menudo, al menos que haga uno de sus comentarios sarcásticos o se burle de algo a lo que él le encuentra humor.
Pero tengo algo muy en claro, detrás de esa fachada de inexpresividad y de estar carente de empatía, se que esconde algo más. Edmond Jones tiene otras facetas ocultas tras su fachada.
Disfrutamos un rato más hablando trivialidades y haciendo bromas. De vez en cuando el pelinegro me da una que otra mirada de soslayo y una que otra sonrisa, que por lo que puedo notar no se las brinda a todos.
—Creo que es hora de irnos.— Expresa Clara, una chica rubia que por lo que entendí es la mejor amiga de Edmond.— Ya se está haciendo tarde y en la noche hay una fiesta, para darle la bienvenida a los de nuevo ingreso, será en una de las fraternidades de su Campus.— Añade observandonos a Britany y a mi.
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Te Reto.[En Edición]
Novela JuvenilAlaina Smith estaba lista para olvidarse de su pasado, empezar de cero y concentrarse en continuar con su vida. Lo que ella no sabia era que el destino ya le tenia preparada su próxima jugada, un dulce tormento con el que tendría que lidiar casi a d...