Te Reto.[En Edición]

Capítulo 40

Edmond.

Después de pasar el día buscando trabajo, al fin encontré uno decente, precisamente en la pizzería donde trabaja Matt, no puedo estar mas agradecido con el por eso.

Matt pasó toda la noche de ayer insistiendo en que pidiera trabajo en Amore e pizza. Al inició me disgustó mucho la idea, el pago es terrible, pero después lo pensé mejor y llegué a la conclusión de que todos en su trabajo ya me conocen y mientras consigo uno mejor puedo trabajar perfectamente en la pizzería.

Hoy no pude ver a Lana, todo el día pensando en ella y ni siquiera la pude ver.

Escuché unos pasos acercándose y de inmediato Matt entró a mi habitación.

—Esta habitación está putamente limpia— Observó todo con asombro y una sonrisa ancha se dibujó en sus labios— Creo que deberíamos decirle a Lana para que se mude con nosotros.

Su comentario cómico como siempre me causó gracia.

Si, gracias a ella estaba muy acomodada.

—Si Lana se muda...— Señalé la puerta y concluí en broma— Tú te vas.

Mi respuesta fue inmediata.

Matt soltó una carcajada y acotó.

—Si, aja claro.— Extendió su mano hacia mi y sonrió de manera torcida— Necesito el dinero que me debes— Inquirió—  Iré este fin de semana con Britt al cine.

Le mostré mi dedo corazón.

Ahora entendía el motivo por el cual había irrumpido en mi habitación.

¡Jodido cobrador de favores!

—Esperaba que olvidarás que te las debo eso.

Matt con cara neutra respondió.

—No, no lo olvide idiota.

Todos y la palabra idiota. ¿No hay mas insultos?

Tomé mi billetera y le di unos cuantos billetes, Matt solo sonrió de oreja a oreja y me dio su típica respuesta.

—Es un placer hacer negocios contigo.

Salió de mi habitación y de inmediato llamé a Lana, necesitaba saber de ella. No tardó nada en responder.

—Hola amor.

El apodo Amor es bastante común, pero esas cuatro letras tienen un significado de otro mundo cuando ella las pronuncia.

—Hola nena. ¿Que tal tu día?

Escuché su risita por lo bajo.

—Un día muy... Agotador. El trabajo que entregué la profesora me dijo que estuvo excelente.

Lana es inteligente y muy dedicada, siempre me sorprenden sus calificaciones.

—Eres brillante, no esperaría menos de ti.

Cambié el tema y decidí contarle de mi nuevo empleo, le expliqué que solamente trabajaré algunos días en la semana, mientras consigo algo mejor.