Te Reto.[En Edición]

Capítulo 33

Edmond.

Los trabajos de la Universidad me han mantenido muy ocupado últimamente, así que he visto a Lana pocas veces en lo que va de semana.

Hoy le presentaré a mi tío y a su esposa Ariana. Mi relación con ella es muy buena, ella es como una madre para mi.

—¿Edmond terminaste de arreglar las cosas en el jardín?

El tío E gritó desde la parte delantera de la casa y yo simplemente me limité a sonreír. El hecho de que sabe que conocerá a Alaina lo tiene bastante emocionado, es muy perfeccionista y quiere que todo esté en su lugar.

No me preocupo por como se llevarán con ella, puedo decir con total orgullo que cualquier persona que tenga a Alaina en su vida, es afortunado, su energía es contagiosa y su entusiasmo y inocencia la hacen aún más hermosa .

Todo se encuentra en su lugar, la idea de la parrillada es excelente. Ya que mi "círculo social" es algo pequeño, solo vendrán mis dos mejores amigos. Lana creo que invitaría a algunos de los chicos de su grupo.

Vi al tío E acercarse a mi y darme una sonrisa satisfecha.

—Todo a quedado a la perfección— Habló observando todo con orgullo y satisfacción.

Limpie mis pantalones que se encuentran un poco sucios y le sonreí de vuelta para luego contestarle.

—Gracias por todo— Le agradecí y copié su acción, dándole un vistazo rápido al lugar— A ella le encantará.

Me extendió una cerveza y la tomé entre mis manos rápidamente y di un largo trago, y escuche que comenzó a hablar.

—Edmond, por personas especiales, debemos hacer cosas especiales.— Me dijo la frase que solía decirme cuando era pequeño, es frase tan familiar para mi y que conozco de memoria— No cualquier chica merece tu esfuerzo, y no cualquier chica merece tu amor.

Me observó y sus labios se curvaron en una sonrisa.

—Desde que conoces a esa chica no has dejado de hablar de ella, creo que en estos últimos meses te he visto hablar más que en los últimos años.— Bromeó

Él tiene razón, me había encargado de levantar muros para todas aquellas personas que quisieran acercarse a mi. Pero con Lana esos muros jamás existieron, no se si es por su manera de tratarme o por que con ella me siento real, me siento distinto. Esta chica llegó para ser mi salvavidas, en un caos que yo mismo provoque.

—Ella lo vale.— Comenté con seguridad.— Es totalmente distinta y te agradará, estoy seguro de eso.

Levanté unas cajas que aún se encontraban fuera de lugar y comenté entre risas.

—Qué no te asuste con lo loca que está, y no le menciones tu famosa receta de sushi casero.

Mi tío me dio una sonrisa cómplice y entendió todo claramente.

—Nada de sushi entonces— Levantó su dedo pulgar hacia mi— Entendido.

En ese momento vi a mi tía caminando a paso lento hasta donde nos encontrábamos, llevaba como siempre su típico delantal de cocina, ya que ella ama estar preparando recetas.

—Estoy orgullosa de ti Edmond— Comentó abrazandome con dulzura— Tu mamá también lo estaría.— Susurró.

Le sonreí un poco y asenti lentamente con mi cabeza, no sabia que decir. Pero en ese preciso instante recordé algo importante.

—No le he comentado a Lana aún lo que pasó cuando murió mamá— Comenté mirando a ambos— No sabe nada de mi problema con el alcohol y mis ataques de pánico.