🗡️ 10. Última vez

583 73 2
                                    

[Residencia Ohara-Ackerman]

Tn terminó de limpiar la casa y suspiró, agotada, quitándose el pañuelo blanco de la cabeza.

– Es más pesado sin Levi aquí... –murmuró.

Limpió sus manos, guardó todo y se dirigió al baño, se quitó la ropa y se metió a la ducha.

Salió tras unos minutos, se envolvió el cuerpo con una toalla y se colocó otra en el cabello, y se dirigió al cuarto. Abrió el armario y se vistió con una camisa blanca y una larga falda negra; se quitó la toalla de la cabeza, cepilló su cabello y salió al jardín para colgar ambas toallas. La puerta principal se escuchó de pronto, llamando su atención.

– ¿Uh?

Ingresó a casa nuevamente y se dirigió a la entrada, exclamando sorpresa al ver a su esposo. Levi se quitó el saco negro que traía, lo colgó en el perchero y giró, mirando a su esposa.

– Hey, mocosa –sonrió.

– ¡Anata!

La joven corrió hacia el mayor y saltó, abrazándolo. Él esbozó una pequeña sonrisa, correspondiendo.

– Tienes el cabello mojado, ¿Acabas de ducharte?

– Sí, Anata –se separó un poco, para mirarlo.– Limpié toda la casa y me fui a duchar. De saber que venías, te esperaba para que limpiemos juntos.

– Bueno, yo lavo los platos hoy.

– Hecho –rió y lo besó.– Pero... ¿Qué haces aquí? Creí que estarías ocupado con todo lo que pasó en Stohess.

– Igual que tú.

– No es mi trabajo, yo trabajo para el Capitán Kenny.

– Bueno, nosotros nos tomamos un momento. Enviaré a los mocosos a la nueva guarida y los haré limpiar.

– Típico de ti –rió, rodando los ojos.– ¿Quieres té? Preparé masa para pan en la mañana, puedo hornearlo ahora.

– De acuerdo –la besó.– Mientras haces eso, me daré una ducha.

– Adelante, Anata.

Volvieron a besarse y se separaron. El pelinegro subió las escaleras para ir a ducharse, mientras la asiática iba a la cocina.

[Baño]

Levi abrió el agua de la ducha y comenzó a desvestirse. Normalmente hacía una ducha de combate de tres minutos, ya que le ahorraba tiempo en el baño y le daba más para hacer sus trabajos; sin embargo, en casa podía relajarse. Le gustaba estar en casa, ducharse y sentir el aroma del pan caliente y el té negro cuando salía del baño, ver a su hermosa y amada esposa y, sobre todo, despertar con ella a su lado. Sonrió, dobló su ropa y la dejó sobre el mueble, para luego meterse en la ducha.

[Cocina]

Tn terminó de amasar aquella masa, armó algunos panes y los metió al horno. Limpió la mesada y sonrió.

– ¡Ah! Las toallas.

Giró y se dirigió al jardín, en busca de las toallas que había colgado, las dobló y se dirigió al baño en donde estaba su esposo.

– Anata –llamó, abriendo la puerta.– Te traje toallas, te las dejaré aquí –las dejó junto a la ropa que se había quitado.

– Gracias, linda.

– ¡Awww! Te adoro.

– Se te quemará el pan...

– ¡Ah, es verdad!

Freedom 🗡️ Levi AckermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora