🗡️ 29. Primera batalla

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Una explosión se vio de pronto venir desde la costa, donde se encontraba el puerto. El hongo de fuego y humo se elevó hacia el cielo, y se vio barcos volar por los aires. La onda explosiva se extendió, llegando hasta Liberio.


Pieck y Galliard se sujetaban con fuerza del borde del edificio donde estaban, para que la onda explosiva no los hiciera volar.

– Es el Titán Colosal. ¡Le robaron el titán a Bertholdt!

– ¡Malditos sean! –gritó molesto.– Sabía que no vinieron sin un plan.

El chico entró se metió al titán de nuevo, saltó de aquella terraza y comenzó a correr.

– ¡Intenten lo que quieran, demonios! ¡Si pierden al Fundador, se acabó!


Mikasa lo miró y sacó una de sus cuchillas.


– Otra Ackerman. ¡Apártate! –gritó, saltando.

– Zeke, el enemigo va a atacar en conjunto –avisó Pieck, al ver a la Legión moverse.

Levi saltó, pasando por detrás del Titán Bestia y cortando su nuca. La chica exclamó sorpresa.

El cuerpo del titán se desplomó en el suelo. El pelinegro cayó sobre su cabeza, clavó una de sus cuchillas en la mejilla de aquel y sacó una bomba, miró a los militares en el suelo y le quitó el seguro a aquella.

La bomba estalló.


– ¿Zeke? –murmuró Pieck.

– ¡Pieck! ¡Enemigos! –avisó un chico de la división panzer.

Varios miembros de la Legión aparecieron y comenzaron a disparar contra el Carguero, mientras la división panzer disparaban contra ellos también.


Sasha salió de su escondite, le apuntó a uno de aquellos chicos y disparó.


Aquel cañón dejó de disparar y cayó.

– ¿Qué ocurre?

– Oye, ¿Carlo?

– ¡Oye, responde!

– ¡Carlo!

Pieck giró hacia aquella chica, molesta.

– ¿Cómo te atreves?

Corrió hacia ella, abriendo la boca.

Jaen saltó sobre la terraza y se deslizó bajo el titán usando el equipo de maniobras, disparándole una lanza relámpago.

– ¡Ahora! ¡Fuego!

El resto dispararon sus lanzas hacia el titán también.

– ¡Pieck!

– Chicos...

Las explosiones y el fuego mataron al resto de la división panzer, y el Carguero salió volando, chocó contra un edificio y cayó al suelo.

La Legión se alejó rápidamente.

– Ya basta –murmuró Falco, al ver el Carguero caído.


Jean se asomó por tejado.

– ¡Acaben con él!

Saltó, preparado para dispara más lanzas.


Falco corrió hacia el Carguero, colocándose delante, y extendió los brazos. Sus ojos estaban cristalizados.

– ¡No dispares, por favor! –pidió, con los ojos cristalizados.

Freedom 🗡️ Levi AckermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora