Freedom 🗡️ Levi Ackerman

🗡️ 23. Decisiones difíciles

– ¿Y si hacemos que los reclutas y los del escuadrón de Hange restantes se dispersaran en caballo? –sugirió Levi.– Eren saldrá corriendo mientras los distraen.

– ¿Qué harás tú, Levi?

– Enfrentarme al Titán Bestia. Si lo atrai-

– Imposible –interrumpió.– No podrás ni acercarte.

– Me lo imagino. Pero si Eren y tú regresan con vida, aún habrá esperanza. ¿No crees que llegamos a ese punto? –miró la ciudad.– Es una gran derrota. Si te soy sincero, creo que no sobrevivirá nadie.

– Sí. Si no hubiera ninguna forma de contraatacar.

Levi abrió los ojos con sorpresa y lo miró.

– ¿Y la hay?

– Sí.

– ¿Por qué no lo dijiste antes? –cuestionó, volteando hacia él.– ¿Por qué te callaste con esa cara de asco?

– Si esto sale bien, es posible que puedas matar al Titán Bestia. Sacrificando mi vida y la de los reclutas.

Más piedras volvieron a caer, y algunos reclutas gritaron, atrayendo la mirada de ambos.

– Tienes razón –miró al pelinegro.– De todos modos, la mayoría moriremos aquí –el contrario lo miró.– Es mucho más probable que muramos todos –comenzó a caminar. El pelinegro lo siguió.– Debemos apostar por la victoria del modo que sea necesario. Para eso tendré que pedirles a esos jóvenes que mueran. Tendré que inventar una buena excusa, como un estafador. Si no voy a la cabeza, nadie me seguirá. Seré el primero en morir –se detuvo junto a una casa.– Sin saber qué hay en el sótano.

Levi pensó un momento y miró a aquel rubio.

– ¿Ah?

Erwin suspiró y se sentó sobre una caja de madera.

– Quiero ir a ese sótano –miró su mano.– Llegué hasta aquí pensando en que llegaría este día. En que un día podría comprobar la respuesta –levantó un poco su mano.– Muchas veces pensé que sería mejor morir. Pero el sueño de mi padre y el mío me venía a la mente. Ahora la respuesta está al alcance de mi mano –cerró los ojos, bajando la cabeza.– Está justo ahí –bajó el brazo, abriendo los ojos.– Pero, Levi, ¿Puedes ver a nuestros compañeros? Ellos nos observan. Quieren saber qué pasó con los corazones que entregaron. Porque la batalla aún no terminó.

Más rocas cayeron, provocando gritos otras vez.

– Quizá todo sea una ilusión infantil en mi cabeza –lo miró.

El pelinegro entrecerró los ojos y se agachó delante de aquel, apoyando una rodilla en el suelo.

– Peleaste con valor. Gracias a ti llegamos hasta aquí. Pero sé lo que elijo –lo miró.– Abandona tu sueño y muere. Yo mataré al Titán Bestia.

El rubio abrió los ojos con sorpresa, y sonrió.

– Levi... –lo miró.– Gracias –bajó la mirada.– Y...dile a Tn que me disculpe por no regresar y no poder conocer al bebé.

– ...Se lo diré.

[Trost, Muro Rose]

Tn tomó un poco de aquella comida y la llevó a su boca, degustándola.

– Hmm... –miró a su amiga.– De verdad es delicioso.

– ¿Verdad? –sonrió Marsella.

[Muro María]