Freedom 🗡️ Levi Ackerman

🗡️ 33. Por un mejor futuro

[Stohess, Muro Sina]

Kaori colocó la tetera con agua sobre el fuego, para preparar té. Alguien llamó a la puerta de casa de pronto, y la voz de su madre se escuchó:

– Yo iré, hija.

– Gracias, mamá.

Ella continuó, sacando las tazas, el colador y el frasco con hiervas de té negro. Pero su madre volvió a hablar:

– Kaori, hija. Te buscan.

– ¿Ah?

La pelinegra giró, salió de la cocina y se dirigió a la puerta, viendo fuera a un joven hombre con una gabardina verde con el logo de la Guarnición. La anciana, al verla, fue a la cocina para ocuparse del té.

– ¿Amsel?

– Kaori, hola.

– ¿Qué sucede? ¿Le pasó algo a Dieter?

– ...Sí.

– ¿Ah?

– Fue encarcelado.

– ¡¿Qué?!

– Escucha, vine a decírtelo para que no te preocupes si él no aparece aquí por unos días.

– ¿Qué sucedió? ¿Cómo que fue encarcelado?

– Nosotros, la Facción Jaeger o "Jaegeristas", hemos tomado el poder. Nuestro líder es Eren Jaeger. Como Dieter se negó a unirse a nosotros, fue encarcelado.

– ¿...C-Cómo? –murmuró sorprendida.

– No te preocupes, no le haremos nada. Es sólo para mantenerlos quietos hasta que logremos nuestro objetivo.

– ¿Qué objetivo?

– Es confidencial para los ciudadanos comunes. De hecho, ni siquiera debería estar aquí, pero sé que te preocuparás si de pronto dejas de ver a Dieter. Él está bien, no le haremos nada. Cuando las cosas se calmen, volverá a casa.

– E-Espera, Amsel... ¿Y mi hermana? ¿Sabes algo de ella?

– También fue encarcelada.

– ¿Y Mikasa?

– Encarcelada, también.

– ¿Y qué hay de Levi?

– Él estaba en una misión, desconocemos su paradero.

– Ya veo. Mi hermana, Mika y Dieter, ¿Están aquí en Sina?

– No, los trasladamos a todos a María. Ugh, pero debo irme ya. No te preocupes mucho, ah. Tu hermana y Dieter estarán bien, nuestro plan no involucra hacer correr sangre eldiana –hizo una reverencia.– Con permiso.

Amsel giró, subió a su caballo y se fue rápidamente.

Kaori lo observó alejarse, sin poder cambiar su expresión de sorpresa y preocupación; cerró la puerta y giró, regresando a la cocina. Su madre la miró.

– M-Mamá...

– Lo oí.

– ¿Ah?

– Escuché lo que ese hombre te dijo, Kaori –suspiró.– Sólo espero...que Tn, Mikasa, Dieter y Levi se encuentren bien.

– Sí...

– Mamá.

– Tía Kaori.

Ambas miraron hacia el umbral de la cocina, viendo a aquellos dos niños.