Capítulo 15- Ese algo que...

223 16 1
                                    

》Narra Makis《

- Señorita Afanador.- Se giró y simplemente aproveché para tomarle una foto, haciendo que ella sonría, teniendo detrás el Coliseo Romano, siendo un domingo sin trabajo.

- Anche se non mi capisci, penso che sia l'unico modo per dirti che ti amo e che sono molto felice con te, che mi sento completo con te.- Frunci mi ceño.- No me mires así, que siento que sí sabes italiano.- Sonreí junto a ella.

- Qué significa?-

- Busca tu aplicación.- Reí junto a ella después de descargar en mi teléfono un traductor para poder entender lo que decían.- Aunque no me entiendas, creo que es la unica forma que tengo para decirte que te quiero y que soy demasiado feliz a tu lado, que me siento completa contigo.- Dijo como si buscara traducción, notando una leve sonrisa, mientras yo seguía mirándola fijamente.- No espero que respondas, simplemente quiero ser romántica y quiero decirte lo que siento.-

- Hago mi mejor esfuerzo por no ser intensa y declararme el primer día que me besaste, pero muchas veces no lo aguanto e intento demostrarlo sosteniendo tu mano, besandote o creando ese toqueteo indebido que hace que pueda expresarme de otra forma y que no te enojes conmigo por decirte que desde el primer día que te vi me gustaste, con tu cara de perro y tu mala onda, pero sabia que detrás de ese hielo, estabas esperando algo, de mi o de cualquier persona, porque ya te lo dije, tienes a todos detrás tuyo y me elegiste a mi y con simplemente sonreírme yo siento que me puedo ilusionar contigo porque sé que me vas a cuidar.-

- Tienes algo que no sé qué es, pero me vuelves loca, me fascinas, me encantas y cualquier idiota me podría haber meneando el trasero y yo la hubiera despedido, pero si lo hubieras hecho, yo no te hubiera dejado salir de mi oficina nunca.- Tomé sus mejillas, besandola suavemente.- Solo si quieres, nosotras...- Lanzó un leve suspiro, entendiendo que estaba intentando encontrar la palabra justa, mientras dejaba sus manos en mi cintura.- Nosotras podríamos ser algo más.-

- Seré tu Sugar Baby?- Negó riendo, logrando hacer que se relaje.

- Yo estoy segura y si también lo estás, nosotras podríamos formalizar lo que sea que tengamos y...- Ya se había frustrado y solo pude sonreír.

- Si lo digo yo te vas a enojar.- Asintió recibiendo un beso que hizo que sonría.

- Si estás segura como yo y no te sientes presionada, yo creo que podríamos ser novias.- Sonreí junto a ella.- Y me encantaría pedirtelo con fuegos artificiales y todo lo que te mereces, pero no me sale y no esperaba decirlo ahora, pero quiero que seas mi novia y si quieres, yo...- La besé suavemente, sintiendo como ella se relajaba, tirando de su labio inferior.

- Esperame aquí.- Frunció su ceño, siguiéndome con la mirada hasta que compré dos pulseras iguales, tomando su mano para ponerla rápidamente.

- Qué haces?-

- Tengo algo en común con mi novia.- Noté como ella hacia lo mismo en mi muñeca.- Porque desde hoy y hasta que te canses de mi, somos novias.- Me abrazó fuertemente, sintiendo como ella simplemente se las ingeniaba para besarme, acariciado sus mejillas.

- Entonces, sí quieres ser mi novia?-

- Si, señorita Afanador yo, María Cristina De Angulo soy su novia.- Sonrió con algo nuevo, como si fuera ternura y algo más.- Y estoy en todo mi derecho de reclamarla como mía si veo que muchas mujeres se le acercan o puedo cortarselas si la veo coquetear con alguien que no sea yo.- Me besó una vez más, admirando junto a ella mi elección, siendo perfecta.

- Ven.- Tiró de mi, corriendo sin destino alguno, sintiendo como ella simplemente frenaba para girarme y besarme, abriendo la puerta de un auto como si nada malo pasaría, negando rápidamente.- Es mío.- Frunci mi ceño.- Tenemos guardaespaldas.- Eso ya lo sabía.- Y ahora, nos van a llevar a un lugar.- Subí aún con miedo, sintiendo como repartía besos por mi cuello, cerrando mis ojos por inercia.

Noté como estacionaban a las afueras de uno de sus hoteles, subiendo rápidamente a una de las habitaciones, quitando su camisa rápidamente, sintiendo como tomaba mis pechos y jugaba con ellos como si nada, cayendo pesadamente sobre la cama.

- No aguanto.- Sonreí junto a ella, entendiendo que ninguna aguantaba demasiado esas ganas que parecíamos tener.

Polos Opuestos- (Ventino) [Makia]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora