》Narra Natalia《
- Y por eso no me perdona.- Terminé mi trago, ganandome un golpe en mi cabeza.
- Te pasaste esta vez.-
- Ya lo sé.- Mordi mi labio inferior.- Pero es la única persona que la que quiero y tengo miedo, tengo muchísimo miedo.-
- Te volviste dependiente de ella.- Asentí suavemente.- Y la amas.-
- Tanto como ella te ama.- Acotó Camila, volviendo a llorar.
- Tranquila.- Susurró Olgui.- Ve a casa y por lo menos demuéstrale que estas, así ella no te quiera ver.-
- Sergio.- El mismo apareció rápidamente.- Makis está en casa?-
- Acaba de llegar de la casa de la señorita Pérez.-
- Y ella está en su departamento?- El mismo asintió, haciendo que Cami busque su abrigo y Olgui se despida de nosotras, subiendo rápidamente en la parte trasera del auto.
- Se nota que tomé?-
- Solo debe beber un poco de café, darse un baño y todo estará bien.- Asentí suavemente.- Y beba agua, por favor.-
- Gracias.- Subí tambaleante en el ascensor, aferrándome a la pequeña baranda, preparándome un café lo antes posible, subiendo con la taza para verla leyendo tranquilamente, sentandome en el borde de la cama, bebiendolo rápidamente.
Entré en el baño, saliendo en ropa interior, notando como ella dejaba su libro a un lado junto con sus gafas, apagando la única luz que alumbraba.
- Me voy a caer.- Susurre buscando a tientas mi velador.- Ahora sí.- Busqué mi pijama.
- Quiero dormir, apaga eso.- Se quejó fingiendo tener sus ojos cerrados, acercandome para rodearla.
- Hola.- Susurre por encima de su camiseta.- Ya me escuchas? Quiero hablar contigo.- Se removió para intentar cambiar de posición y seguir durmiendo, levantado su camiseta.- Así está mejor.-
- Natalia.-
- Sientes algún cambio?- Apoyé mis labios.- Mamá está enojada.- Susurre cerrando mis ojos.- Sí, ya lo sé, tus tías ya me dijeron demasiado, no hace falta que también me regañes tú, que para eso tendría que estar yo.- Sentí sus manos posarse en mi cabello.- Tu mamá es rara.-
- Oh, cállate.- Buscó apagar la luz, pero solo tomé sus manos.
- No entiende que estoy arrepentida.- Apoyé mi oreja, como si me contestara.- Cómo quieres? Que la llene de besos? Esta bien, podrías hacerme un lugar ahí por si me deja entrar?-
- Ni lo pienses.- Escale su cuerpo.
- Nuestro bebé tiene razón.- Besé su mentón.- Tengo que confiar más en ti.-
- Y también te dijo que esta bien ahí abajo y que ya quiero dormir?-
- Me dijo que si dejo mi mano en tu pecho, tu corazón sigue latiendo por mi y que el mío late muchísimo por ti, así que ya tenemos algo en común.- Besé su nariz.- Segundo, las dos nos amamos y aceptamos que soy una idiota, una estupida, inútil que no sabe del amor porque aprende todos los días y tengo inseguridades como tú, porque toda mi vida me hicieron dudar si estaban conmigo por pena o porque de verdad me querían y que me tengas loca hace que tenga miedo de lo que vaya a pasar, pero en ningún momento desconfíe de ti, fueron mis pensamientos torturandome una vez más.-
- Y tercero?-
- Quiero hacer el amor, así que perdóname por favor.-
- No.- Formó un puchero, dejando repetidos besos por todo su rostro.- Quiero una hamburguesa y papas.-
- Dos combos?- Asintió suavemente, corriendo a pedirlos, subiendo con una mesa de cama, sin encontrarla hasta que abrió la puerta del clóset, quitando su bata para apreciar un hermoso conjunto.
- Primero el antojo.- Bajé mis pantalones, esperando a que termine de comer y así la haya acompañado con otra hamburguesa, ella terminó por comerse mi otra mitad, terminando juntas las papas antes de que se caiga hacia atrás y yo cumpla con mi antojo de sexo.
- Deberíamos hacerlo diariamente, para mejorar nuestros rendimientos y que estemos menos estresadas.-
- Me encantaría, pero mi jefa siempre me da mucho trabajo y terminaré agotada.-
- Tu jefa te ama.-
- Y tu secretaria también te ama.- Me besó suavemente.- No dudes nunca de mi y siempre que tengas alguna pregunta, no lo resuelvas emborrachandote con tus amigas para volver aquí a cantarme una serenata ebria.-
- Lo haré muy pronto.- Las dos reímos.- Te voy a sorprender, ya verás.-
- Siempre me sorprendes y consientes.- Amaba cuando me llenaba de caricias después de haerlo.- Es mi turno.-
- Soy toda tuya.-

ESTÁS LEYENDO
Polos Opuestos- (Ventino) [Makia]
Fiksi PenggemarSe dice que los polos opuestos se atraen, pero en muchos casos, chocan y todos las conocemos, o quizás de una forma diferente a la que se podría contar en una historia en la que parece imposible enamorar a tu jefa. Pero quizás, para Makis no es impo...