Polos Opuestos- (Ventino) [Makia]

Capítulo 33- Respeto

》Narra Makis《

Abrí la puerta con temor, notando como Camila pasaba rápidamente con la comida, buscando caminar hasta la cocina para ayudarla si no fuera porque Natalia había tomado mi cintura, chocando su endemoniado bulto con mi trasero.

Y lo peor es que nuestras amigas estaban en la cocina haciendo quién sabe qué.

- No vas a saludar?- Dejé un beso rápido en sus labios.- Abajo?-

- Estas muy linda.- Acaricie sus mejillas.- Tienes un perfume diferente?- Sin esperarlo, me alzó, arrastrandome hasta la habitación.

- No sabes lo caliente que estoy.- Me obligó a arrodillarme.- Y Camila se ofreció gentilmente a llevar a cenar a Juliana.- Quise ponerme de pie, buscar la manera de no caer, pero solo escuché un "adiós, disfruten la comida" de mi amiga, mientras la loca sexual desprendia su cinturón.

- Natalia.- Bajó lentamente la cremallera de su pantalón.

- Quiero que entiendas.- Su pantalón y su bóxer cayeron juntos, llamando mi atención, mientras quitaba su abrigo.- Que si calientas la comida, la vas a comer.- Me puse de pie, besandola para dar torpes pasos hasta la cama, haciendo que se siente para buscar en el baño una bandita para atar mi cabello, encontrandola usando su mano, para simplemente quitarla y hacerme cargo, llevar su miembro a mi boca, sintiendo como ella tomaba mi cabeza, llevando un ritmo rápido.

Sin esperarlo, me besó, cambiando completamente el aura que nos envolvía al abrazarme, sintiendo sus manos subir mi blusa, arrancando el resto de mi ropa, cayendo juntas a la cama para simplemente unir nuestros cuerpos, dando repetidos golpes en su espalda al ni siquiera controlar si estaba lubricada.

No podía creer que me haya excitado verla escupir, haciendo que ella suspire para alejarse lentamente.

- Estoy siendo una idiota.- Buscó su bóxer y su camiseta, abriendo mi armario para entregarme mi pijama, saliendo rápidamente de la habitación.

- De qué hablas?-

- Esto no puede seguir así.- Susurró tomando puñados de su cabello.- Yo no tengo que ser tóxica contigo y eso estoy consiguiendo, cambie tus planes por una calentura y tengo que ser suave, no un adolescente hormonado que solo la quiere poner.- Se dejó caer en el sofá.- Quiero ser suave, quiero amarte, quiero hacer el amor no que sea sexo y sucio, quiero sonreír y llenarte de besos y en lugar de eso... no puedo.- Escondió su rostro con sus manos.- Quiero que si lo hagamos, vayas arriba, yo aprenda, entienda y acepte que no eres mía, que no te puedo maltratar.-

- No lo haces.-

- Quiero beber.- Me miró fijamente.- Quiero estar ebria y al mismo tiempo te quiero a ti y sé que...-

- No eres tu padre.-

- No lo conoces, no viviste lo que yo viví, no entiendes el odio que le tengo y lo que aprendí por su culpa.- Estaba roja del enojo.- Soy capaz de golpearte y no lo haré así quieras decirme que no soy como él.-

- Qué no entiendes?- Ya estaba harta.- Te amo demasiado y sé que estás mal, sé que no es tu mejor momento y sé que volverás a ser la Natalia que me busca y que me encanta que seas demandante en el sexo y que al mismo tiempo quieras ser suave conmigo, pero no aguanto más, no soporto escucharte y no poder decirte lo que yo pienso, porque parece no importarte.-

- Soy igual que él.-

- No, no lo eres.- La miré fijamente.- Las personas cambian, Natalia y quizás tu padre se alejó porque no las quería lastimar, quizás tu madre te mintió para que te sientas bien, que estés tranquila contigo misma y que ella sea la única que cargue ese peso y la entiendo porque me estás tratando mal y en lugar de eso solo espero que te des cuenta sola, porque ya eres una adulta, no esa niña que se dejaba pisar por su padre.- Agachó su cabeza.- Mírame y confía en mi porque sé que no estas bien y tengo que usar la puta excusa de la abstinencia para que no sientas que eres tu padre, para que entiendas que no eres así, que no me golpearías así lo intentes.- Secó sus lágrimas rápidamente.- Ahora te vas a sentar en esa silla y vas a comer.- Cuando estuvo a punto de hablar, volví a interrumpir:- Quieres que sea a mi manera? Quieres ser suave y que entiendas que no eres superior a mi?- Asintió volviendo a agachar su cabeza.- Entonces siéntate.- Rápidamente lo hizo.- Te ves como un perro que ni siquiera defiende a su dueña, solo espera comida.-

- Te defiendo.- Me crucé de brazos, haciendo que vuelva a caer en cuenta de que había alzado su voz.- Me acompañarías a un psicólogo? Yo... por favor.-

- Hay cosas más importantes ahora.- Besé su frente.- Volvemos a empezar?- Asintió suavemente, tendiendole mi mano.

- Natalia Afanador.-

- Makis De Angulo.- Las dos tiramos al mismo tiempo, besandola suavemente.

Si Natalia quería aprender, iba a enseñarle.

Aprender a qué? Ella solo tenía arranques extraños, pero era completamente tierna y hermosa.

Quizás ella no se siente bien consigo misma.

Y tenía que aprender a perdonar.