Capítulo 30- Sola

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》Narra Natalia《

- Y estas segura?- Asentí suavemente.- Rata, es algo importante lo que vas a hacer.-

- Solo son vacaciones, Olgui.- Ella parecía aguantarse la risa.- Y ella se las merece y quiero que pasemos más tiempo.-

- Aún más?-

- Estoy a punto de pedirle que se venga a vivir conmigo o que tengamos una casa juntas.-

- Qué te detiene?-

- El miedo a cagarla.- Frunció su ceño.- Llevamos poco tiempo juntas.-

- Ya están prácticamente conviviendo, cuánto tiempo más quieres aguantar esas ganas de decirle para que pase?-

- No lo sé.- Por primera vez, estaba en terreno desconocido, el amor o simplemente llamarlo una relación amorosa con alguien.- Estoy segura que la quiero, que hace una hora se fue y la extraño, pero también necesito mi espacio.-

- Qué pasó en el campo?-

- Dormí en el sofá.- Susurre agachando mi cabeza.- No lo soporté, quería romper todo y golpearla.- Lanzó un pesado suspiro.- Mi psicóloga dice que le cuente, pero no cambiará nada, la voy a preocupar y no se merece que reaccione como si nada y la golpee.-

- Tengo la solución.- Me entregó una caja.- Aún no salió a la venta y esta siendo testeado.- La abrí con cuidado.- Mide tu temperatura corporal, tu respiración y tu ritmo cardíaco y entiende cuando tienes un ataque para simplemente darte choques que harán que te enfoques en eso y...-

- Lo rompa.- Negó rápidamente.

- Llama tu atención, muchas veces suena una canción, cambia de color o simplemente hace que te duermas porque te relaja.-

- Lo probaste?- Era una pulsera, parecido a un reloj deportivo.

- Sí.- Alcé mis cejas.- Con el alcohol.-

- Prácticamente no fumo, no lo probaré con eso.- Asintió suavemente, sintiendo como mi celular vibró.

Makis☺
(En línea)

Makis☺(En línea)

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Damos un paseo?

Obvio sí😍

Felicidades😊

- Tengo que irme.- Alzó sus cejas.- Volvimos a tener abstinencia y por lo menos quiero verla.- Reí junto a ella.- Podrás mantener todo esto tranquilo por quince días?-

- Todo estará bien, tranquila.- Lancé un pesado suspiro, asintiendo suavemente.- Y ahora?-

- Tengo reunión en tres horas, me sobra.- Noté su sonrisa, mientras corría hasta el estacionamiento, encontrandola parada al lado de su nuevo auto, acercandome a abrazarla.- Solo lo pensabas usar para el trabajo?-

- Quizás.- Alcé mis cejas, dejando un suave beso en sus labios.- Esta Juli arriba.- Levanté mis hombros, volviendo a besarla, antes de que tire de mi para subirme, notando la sonrisa de su amiga, quien simplemente se apoyó en la ventana.

- Deberías dejar de usar labial.- Susurró Juliana riendo, sacando rápidamente mi pañuelo para limpiar su boca.- No hagas que te llame.- Makis negó arrancando el auto.

- A mi me gusta como le queda.- Las dos me sonrieron, limpiando mis labios, notando como su amiga subía por el ascensor y ella salía rápidamente a la calle, intentando no perderme de ningún detalle del auto..- Juliana se quedará ahí?-

- Va a ir al séptimo piso.-

- Camila.- Asintió rápidamente, riendo junto a ella.- Es hermoso.-

- Ya lo sé.- Alcé mis cejas.- Y hay mucho lugar.-

- Si, es cómodo.- Mucho lugar...- Oh, cierto.- Lanzó una carcajada.- También.-

- Hoy eres inocente?- Aceleró más de la cuenta, aferrándome a su mano, notando su sonrisa.

- Quizás es porque no pienso en eso.- Alzó sus cejas.

- Aceptas la abstinencia.-

- Y lo odio.- Sonrió volviendo al tercer edificio más alto de Nueva York, mi empresa.

- Yo también, pero sé que podemos hacer millones de cosas más.- La besé suavemente, tomando su mano para subir por el ascensor.

- Qué te parece si esta noche traes helado y yo cocino?- Asintió suavemente.- Tengo un regalo para darte.-

- Yo también.- Alcé mis cejas.- Pero es un detalle insignificante.- Alcé mis hombros.

- Si para ti es importante, para mí aún más.- Sentí como dejó sus manos en el cuello de mi blazer, besandonos una vez más, sin esperar que las puertas se abran, intentando alejarnos, pero los jefes de marketing y los publicistas simplemente sonreían.- Deberías dejar de usar ese labial.- Susurre limpiándome rápidamente, mientras mis empleados parecían burlarse de mi, sintiendo como ella simplemente hacía lo mismo.

- Lo voy a pensar.- Alcé mis cejas.- Aquí me bajo.- De lejos pude ver a Juliana, mientras me cruzaba de brazos, rendida ante esa mujer que me traía loca.

- Debería despedirla.- Dijo sarcástico Juan Pablo y solo pude asentir aguantando las ganas de reírme.

- Y no darle la indemnización.- Por primera vez no me importó reírme con mis empleados ni que me vean mal, ya me habían visto comiendo lo que Makis me daba y esto no era nada comparado con mi (seguramente) cara de idiota.

Hoy dormiría con ella, eso era seguro.

Y me encantaba.

Polos Opuestos- (Ventino) [Makia]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora