Capítulo 5- Tarea compleja

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》Narra Natalia《

Abrí los ojos con cierto temor, encontrandola parada a mi lado, delineando sus piernas, subiendo hasta su rostro, sentandome para secar sus lágrimas, sintiendo como Olga volvía a recostarme.

- Quédate ahí.- Tomé agua rápidamente, notando su mueca.- El médico ya se fue y las reuniones se pasaron para el lunes.- Negué rápidamente.

- Había que firmar.-

- Firmas el lunes.- Cortó a mi lado Makis, asintiendole a Olgui, quien simplemente salió del despacho.

- Perdón.- Alzó sus cejas.- Vine con una idea fija desde su oficina y me dejé llevar por el enojo.-

- Un perdón no lo arregla.- Agache mi cabeza.- Yo no pasé por recursos humanos, yo golpee tu puerta y leíste mi currículum.-

- Porque yo elijo a mi secretaria.- Frunció sus labios.- Mira, al fin siento que puedo tener a alguien con quien aunque sea sonreír y saber que tienes novio, que ni siquiera yo me entiendo porqué hago todas las idioteces que hago hasta tenerte, no sé querer o solo tengo una idea errónea de querer cosas materiales, pero nunca algo que yo verdaderamente siento que quiero.-

- Yo no seré tu profesora.- Agache mi cabeza.- Y lo mejor es que nos alejemos.- Negué rápidamente.- Siempre se hacen las cosas como quieres, es hora de hacer lo que yo quiero.-

- De verdad quieres eso?- Lanzó un pesado suspiro.

- Él necesita el dinero y yo dejé que pase estando abajo, yo dejé que él suba aquí a esperarte y hablar contigo, a que le des el empleo que necesita para poder comprar lo que necesita y yo estuve a punto de renunciar, pero también necesito el dinero, aquí todos se preocupan por su ingreso porque saben que echarlos es más fácil y rápido, que la indemnización son solo unas monedas y que mientras te paseas por Chicago o California.-

- Hace cuánto no visitas a tu familia?- Agachó su cabeza.

- Tres meses.- Asentí suavemente, cruzandome de brazos.

- Me paseo por Chicago una vez al año y veo a mi familia cada seis meses si es que ellos me visitan.- Me puse de pie.- No llegas a fin de mes con lo que te pago?-

- Si llego, pero...-

- Deja de quejarte y cuando sea la hora de hacer un aumento, te tendré en cuenta.- Golpeó nuevamente mi mejilla, sin ni siquiera inmutarme.

- No puedo creer que seas tan hija de...- Pegué su cuerpo en la pared, para sin perder el tiempo besarla, tomando su blusa para romperla, sintiendo como ella oponía su resistencia, quitando su falda.

- Dilo otra vez.- Bajé mi pantalón.- Golpeame otra vez, dime una y mil veces todo lo que quieras, porque me duele y ni siquiera te das cuenta, me duele más que a ti.- Su cuerpo tembló cuando quité sus bragas.- Habla.-

- Por favor.- Su trasero chocó con mi pelvis, tomando su cintura.

- Esto es lo que quieres?- Choque mi erección con su respingado trasero, notando como asentía.- Quieres que sea ruda contigo, que te coja a mi manera y que disfrutes más que con tu novio, más que con cualquiera y que al correrte, me nombres a mi, en vez de al idiota ese.-

- Quiero, mucho.-

- Que lastima que hayas dicho que nos alejemos.- Volví a ponerme mi pantalón, buscando rápidamente mis cosas, apretando mis manos para no ir a simplemente cumplirlo, llevando una pequeña pila de papeles.- Que tengas un buen fin de semana con tu novio.-

》Narra Makis《

No podía ser más hija de puta.

Y yo que encima voy a caer en su juego.

Polos Opuestos- (Ventino) [Makia]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora