Capítulo 18- Clásico

177 11 1
                                    

》Narra Makis《

- Yo ahora voy.- Asentí suavemente, sintiendo como tomaba mi brazo y simplemente me besaba.

- Ponte linda otra vez.- Ella empezó a reír, volviendo a sentarme rápidamente.

- Todo está bien?- Asentí suavemente.

Daniel buscó el control del estéreo, poniendo rápidamente el CD que había quedado de la última vez que entré en la casa y ella estaba tocando.

- Su favorita.- Ella se sentó rápidamente a mi lado, sintiendo como sobre mi muslo ella presionaba sus dedos como fueran las teclas del piano, acariciando suavemente su mejilla.

- Y cuánto tiempo se quedan en la ciudad?-

- Pensábamos irnos la próxima semana, los dos tenemos que volver a trabajar y Natalia no nos querrá tener aquí por mucho más tiempo.- Ella negó, siguiéndole el juego a su padre.

- Saben que se pueden quedar.- Susurró tranquilamente.- Solo que mi secretaria les tendría que reservar el hotel por un tiempo más.- Golpee su mejilla suavemente, haciendo que ella simplemente se ría.

- Makis se vuelve cada vez más extraña.- Frunci mi ceño.- Te aguantas su cara de perro todas las mañanas y la ves después del trabajo que suele ser lo que termina por destruir a Natalia.- Negué riendo.

- Tiene una linda cara de perro.- Alzó sus cejas, siendo inevitable reír.

- Podrían venir a cenar a nuestra casa.- Me giré para simplemente asentir, notando como mamá me sonreía.- No es tan grande ni los cubiertos tan sofisticados, pero sería maravilloso que vengan.-

- No lo digas dos veces que mañana estamos golpeando la puerta de su casa.- Sentí como su mano se posaba en mi hombro, intentando mantener cierta distancia.

- Podríamos organizarnos.- Natalia asintió, notando como después de eso, ellos se ponían de acuerdo y simplemente empezaban a acomodar las cosas, sin entender en qué momento ocurrió, pero todos estaban sentados en el sofá y Natalia había dejado encendido el lavavajillas y se dirigía al piano.

- Creí que era más alta.- Sonreí levemente.- Su casa es maravillosa.-

- Suelen limpiarla seguido.- Asintió suavemente.- Y me di cuenta que te gustó el vino.- Ella simplemente rió, mirando hacia mi novia, la cual comenzó a tocar lentamente, teniendo la mirada de todos fija en ella.

- Es muy seria para ti, pero me gusta, me gusta verte feliz.-

- Gracias mamá.-

- No canta.- Explicó María José, notando como ella fijaba su mirada en mí y simplemente sonreía.

- Es algo tarde.- Parecian ponerse de acuerdo en todo, a tal punto de irse al mismo tiempo, sintiendo como ella seguía tocando cuando la puerta se cerró, acercándome lentamente a su lado.

- Me gusta.- Besé su mejilla, notando su sonrisa, antes de bajar la tapa, girandose para mirarme fijamente.

- Perdón por irme antes.- Negué rápidamente, dejando su cabeza en mi pecho.- Nunca se los dije, pero ellos en cierto punto se daban cuenta de que lo hacía para agradarles.-

- Y lo hacías maravilloso y sin importar tu esfuerzo, ellos siempre te amaron.- Besé su frente.- Le caíste bien a mi familia.- Sonrió aferrándose a mí.

- Y tú a la mía.- Pasé mi pierna por las suyas, sin darme tiempo para sentarme que ella ya me había alzado, subiendo rápidamente hasta su cuarto, recostandose a mi lado.

- Por qué te incomodó cuando hablaron del embarazo?- Lanzó un pesado suspiro, quitando su ropa.- Natalia.- Tomé su mano, notando como ella simplemente se recostaba con sus labios fruncidos.

- Te imaginas que me entere que estás embarazada y empiece a tener deudas, empiece a emborracharme y simplemente llegue aquí o donde sea que vivamos juntas y te golpee? Te viole, te trate como una más? Porque un hijo es algo que quiero en un futuro en el que no le tenga miedo a lo que eso significa, porque no me imagino llegar a casa y tener que mecer a un bebé o que por mi culpa no cumplas tus sueños y tengas esa carga.-

- Un hijo nunca será algo malo.-

- Yo fui algo malo.- Agache mi cabeza.- Si yo no hubiera nacido, mi madre seguiría viva y ese hijo de puta no la habría lastimado.- Me puse de pie rápidamente.- Yo no quiero arruinar tu vida y mucho menos que si llega a pasar, todo se vaya a la mierda. No necesito un bebé para confirmar nuestro amor, te amo a ti y contigo estoy bien.- Cerré la puerta de su cuarto, buscando rápidamente mi bolso antes de salir de la casa.

Ella no quería hijos, solo que buscaba la manera de suavizar "el golpe".

Y yo veía un futuro con más de dos bebés y me había hecho la estupida idea de que serían parecidos a ella.

Polos Opuestos- (Ventino) [Makia]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora