Capítulo 52- Vestidos y sobrepeso

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》Narra Makis《

- Diles a tus choferes que se vayan.- Negó riendo.- Natalia.-

- Quiero que me vean y teman por ti y me respeten a mi.-

- Si eres un gatito manso en la cama.-

- Soy un león.-

- Que pide cariño a gritos.-

- No me hagas quedar mal frente a mis subordinados, mujer.-

- Disculpe, señora.- Besé su mentón.- Pero digo la verdad.-

- No me gusta que estés embarazada entonces.- Besé su hombro.

- Y les dijiste que mañana no me sigan?- Formó un puchero.- No seas así, quizás sí es de mala suerte y será lo peor de todo porque de verdad quiero estar para siempre contigo, así que no la cagues.-

- Quieres tener todo mi dinero.- Asentí riendo junto a ella.- Y lo tendrás, hija de puta.-

- Esta hija de puta te ama con locura.- La besé suavemente, tirando de ella para entrar en su yate, sentandome a esperar que se pierda en el medio del río.

Se acercó lentamente, quitando botón por botón de su camisa, dejándola abierta junto a su corbata, doblando su chaleco a un lado, dejándola sentada para arrodillarme a entregarle una coleta, mientras quitaba su cinturón, girandome para que quite mi vestido, dejando besos por mi cuello, dejando mi mano en su cabello para tirar del mismo cuando quitó mi brasier y tomó  mis pechos para apretarlos a su antojo, jadeando por inercia.

Me volví a girar, bajando la cremallera de su pantalón junto con su bóxer, dejándola completamente desnuda, estirando mis manos para notar su sonrisa, mientras ataba su corbata en mis manos, sin darle demasiado tiempo como para llevar su miembro a mi boca, recorriendo con mis manos para masturbarla mientras simplemente succionaba esa pequeña parte que solo entraba.

- Makis.- Su respiración era entrecortada y solo me alejé un momento para corroborar el hilo de saliva y que su semen ya comenzaba a salir, pasando mi pulgar por encima de su glande, sintiendo como bajó mis bragas.- Súbete.-

Me senté en su regazo, sintiendo como cambiaba las posiciones para penetrarme sin ningún problema, dejándome a medias cuando su cuerpo entero colapsó, pasando mis manos por su cabello.

- Perdón.- Susurró dejando su cabeza en mi pecho.- Creí que podría llegar.-

- Siempre me la puedes chupar.- Las dos reímos, sintiendo como volvía a embestirme, siguiendo igual de dura.- O seguir.- Gemi contra sus labios, sintiendo como tiraba de mi labio inferior, ganandome un jadeo de su parte.

- Me encantas.- Esta vez llegué antes que ella, pero tampoco demoró demasiado en venirse y dejar todo su contenido en mi interior.- Te amo.- Se pegó a mi, abrazandome fuertemente.

- Hay problemas de erección?- Pregunté suavemente, notando su mueca.

- Lo dudo, pero visitaré a mi médico por si algo pasa.- Asentí suavemente.- Aunque podría comprar un anillo y no dejarte descansar en ningún momento.- Negué riendo junto a ella.

-  Si tienes esos problemas, te tendré que dejar.-

- Entonces aprovecharé el tiempo.- Susurró adormilada, para que cuando quiera contestarle, la encuentre dormida, cubriéndola con la sábana para ponerme su camisa e intentar dormir, sintiendo sus brazos rodearme, cerrando mis ojos por inercia.

La mañana siguiente tuve que tirarla de la cama para que se despierte, dejándola en la empresa para llegar a casa y cambiarme, recibiendo a la mujer que haría mi vestido junto con...

- Mamá?- Me abrazó fuertemente.

- Lo siento.- Frunci mi ceño.- Natalia nos explicó lo que pasó y nos pidió que estemos los tres, por si aceptabamos que te pida matrimonio.- Sonreí levemente, sintiendo su mano posarse en mi vientre.- Cómo viene?-

- Hace una semana tengo náuseas.- Formó una mueca.- Y Natalia me pregunta todos los días si ya puede hablarle porque tiene mucho que contarle.- Ella se rió, empezando a ver todos los vestidos que había, haciéndolo a mi medida y un poco más suelto en mi vientre, por si crecía un poco más.

- Yo... me adelanté y te traje un regalo.- La señora García ya se había ido.- Les iba a preguntar si necesitaban algo para la casa, pero deben tener de todo.- Asentí suavemente.- Y creí que podría ser buena opción darte estos.- Abrí la bolsa, encontrando tres vestidos de seda.- Ya lo hablamos, sabes las tradiciones y creí que para la noche de bodas y durante la luna de miel te gustaría tener algo así.-

- Gracias mamá.- Era hermoso y completamente sexy.

Y conociendo a Natalia... su deseo sería aún mayor.

- Ya está todo listo?-

- Solo falta ver el lugar y las flores.- Busqué la caja con las alianzas.

- Son hermosas.-

- A las dos nos gustaron.- Asintió suavemente.- Espero que no terminen en el inodoro.-

- Deben salir una fortuna y dudo mucho que ustedes se separen.- Reí junto a ella.- Además, no creo que Natalia te deje tan fácil cuando sus ojos solo parecen mirarte a ti.- Sonreí levemente.- A dónde irán de luna de miel?-

- No tengo idea.- Alzó sus cejas.- Ella ya debe saber su lugar, yo no sé aún.- Frunció su ceño.- Cada una elije un destino diferente y no sé dónde llevarla.-

- Donde siempre quisiste ir y más con la persona correcta.-

Polos Opuestos- (Ventino) [Makia]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora