》Narra Natalia《
Makis le pasó el ramo a Juli, observando a Cami arrodillada, abrazando por la espalda a mi esposa, quien simplemente besó mi mejilla, terminando con las fotos, la comida, el alcohol, hasta que los últimos invitados se fueron y en un abrir y cerrar de ojos estaba pisando la nieve con mis ojos tapados, muriendo del frío.
- Creo que necesitaremos más abrigo.- La escuché reírse, destapando mis ojos para solo ver una cabaña y de resto, pura nieve.- Esperas que adivine donde estamos?-
- Estamos a tres cuadras del centro de San Carlos de Bariloche.-
- Podrías especificar más?-
- Argentina.- Asentí suavemente.- Y aquí hay poca nieve, pero hay autobuses que llevan a los lugares con nieve.- Abrió la puerta, dejando todas las maletas en la entrada, siendo maravilloso el calor que hacía adentro.- Dijo el recepcionista que llegamos en la mejor época porque podría caer nieve en cualquier momento.- Le di una rápida mirada.- Y últimamente tuvieron días muy soleados.- Miré por la ventana un posible lago, dejado mi abrigo a un lado, mirando mi alianza para sentir mi pecho inflarse, girandome cuando quité mis botas para ver perfectamente como abría una bata, enseñando un vestido de seda.
- Que excelente bienvenida, señora Afanador.- Tomé su cintura, notando como se retorcía.
- Tienes las manos heladas.- Las frote, sintiendo como ella simplemente me besaba, dejando mi sudadera en el piso, junto con mi camiseta, bajando lentamente las tiras de su vestido, acercándome para que ella vaya hacia atrás, recostandose.
Dejé caer mi pantalón, besando sus muslos, dejando un beso en su monte de venus antes de subir por su vientre, escuchando perfectamente su jadeo, tomando sus labios para sentir como clavaba sus uñas en mi espalda y su cuerpo respondía al mío ante cada penetración, arqueandose completamente entregada, sin ni siquiera alejarme cuando llegué.
Entrelace nuestras manos besando sus pechos, sintiendo como ella simplemente se las ingeniaba para besarme, cayendo a su lado, notando su sonrisa intacta.
Tomé su mano para besar el dorso de la misma, apoyandola en mi mejilla.
Su mano libre subió por mi vientre, pasando por mi pecho para quedarse cerca de mi clavícula, tomado su cintura cuando se sentó encima mío.
- Ya se nota.- Pasé mi mano por su vientre.- A ver, quiero saber si...- Apreté su clitoris, sintiendo perfectamente como sus piernas temblaron, dejando mi mano en su espalda, tirando de su cabello para tomar uno de sus pechos.
- Natalia.- Movió sus caderas cada vez más rápido, buscando más fricción mientras yo acariciaba junto sus labios, penetrandola con un dedo para que me abrace fuertemente, mientras a través del único espejo de la habitación su perfecta figura.
La giré y levanté sin ningún tipo de problema, notando como empinaba su trasero, pasando mis manos por el mismo, subiendo por su espalda, tomando su cintura para volver a penetrarla, ganandome un gemido ahogado.
- Ni lo pienses.- Quité la almohada con la que sabía que taparia sus gemidos, tomando sus manos para dejarlas en su espalda, sintiendo como me apretaban fuertemente.
- Mierda.- Acelere mis movimientos.- Mierda, Natalia.- Estiró sus palabras, mordiendo su labio inferior para no gemir, mirándome fijamente, hasta que llegamos y solo pude ser disfrazarme de un gatito manso, aferrándose a ella.- Basta.- Era obvio que sabia que quería más, mi miembro seguía arriba.
- Pero, mi amor.- Besé su hombro.- Recién empezamos.-
》Narra Makis《
Tomé su camisa, saliendo de la habitación para caminar hacia la cocina, recogiendo mi cabello para preparar el desayuno, sintiendo como sus manos se posaban en mi cintura, besando mi mejilla suavemente.
- Buenos días, señora Afanador.- Sonreí levemente.
- Buenos días a usted también, señora Afanador.- Estaba desnuda y solo pude sentir como sus manos se posaban en mis pechos, por encima de la tela de su camisa.- Se va a enfermar si no se viste.-
- Usted tampoco trae demasiada ropa.- Giré mi rostro para quedar a escasos centímetros del suyo, notando como relamia sus labios, dejando mis manos en su nuca para besarla, sintiendo como ella me seguía igual de suave, dejando un pico antes de que le entregue su taza del estupido café que tomaba y yo me serví el mismo, así no sea mi favorito.
- Hoy iremos a la nieve.- Alzó sus cejas y solo pude sonreír.- Y compraremos algo para comer por camino, quiero probar esos alfajores que venden aquí cerca.-
- Siempre me puedes comer a mi.- Acercó su rostro, alzando mis cejas.- Ahora más que nunca.- Entrelace nuestras manos, admirando nuestras alianzas, sintiendo como dejó un beso en mi mejilla.- Iré a darme una ducha, me acompañas?-
- Esperame ahí.- Asintió suavemente.- Y no empieces sin mi.-
- Ya te dije que soy toda tuya, puedo esperar el tiempo que sea si vas a venir conmigo.- Los últimos días fueron tan... felices y extraños que ahora estoy completamente relajada y pienso disfrutar cada minuto de estar aquí, con ella.
N/A:
Sé que Makis (casi) siempre habla de Alaska, pero iba a ser muy obvio y quería cambiar un poco🤷🏻♀️
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Polos Opuestos- (Ventino) [Makia]
FanfictionSe dice que los polos opuestos se atraen, pero en muchos casos, chocan y todos las conocemos, o quizás de una forma diferente a la que se podría contar en una historia en la que parece imposible enamorar a tu jefa. Pero quizás, para Makis no es impo...