Capítulo 4- Invitación

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》Narra Natalia《

Dejé a Makis detrás mío, intentando cubrir su desnudez, notando como Olga se giraba para no ver.

- Después pasas por mi oficina y firmas, perdón.- Liberé todo el aire contenido, buscando rápidamente su ropa.

- Hablaremos luego.- Susurre haciendo lo mismo con mi ropa.- Solo Olga y Camila pueden entrar sin problema, pero hoy vendrán empresarios y...-

- Natalia.- Fijé mi mirada en ella.- Sé cuales son tus reuniones, tranquila.- Agache mi cabeza, acomodando mi corbata.- Hey.- Tomó mis mejillas.- Tranquila.- Sonrió con cierta ternura, siendo imposible no actuar por el impulso y simplemente besarla.

- Vete.- Susurre sobre sus labios.- Tengo que concentrarme y si seguimos será imposible.- Me miró fijamente, levantando la comisura de mi labio.

Me senté en el sillón, en un intento por concentrarme y trabajar, tirando el preservativo usado, poniéndome mis gafas para conseguir hacer lo importante, saliendo con mi almuerzo hasta entrar en el ascensor, giñandole un ojo a Makis, quien simplemente comía una hoja de lechuga, siendo inevitable sonreír por la confusión en su rostro.

- Perdón.- Alcé mis hombros, sintiendo como ella acomodaba mi camisa y mi corbata después de dejar mi saco a un lado.

- No importa.- Susurre comiendo frente a ella.- Qué querías que firme?-

- Era una idiotez, cuéntame cómo es que te comes a Makis?- Alcé mis cejas.

- Es confuso.- Asintió suavemente.- Pero es como si tendría ganas y al mismo tiempo me alejara para no lastimar a su novio.-

- No entres en esa.- Frunci mi ceño.- Espera a que ella termine con él, antes de volver a acercarte.-

- Pero ninguna sabe lo que quiere.- Lanzó un leve suspiro.- Nunca estuve en una relación y me cuesta demasiado dejar que me toque.- Suspire con cierta resignación, mientras ella sonreía.

- Dile que la quieres ver fuera de la oficina y si ella no va o usa de excusa a su novio, te alejas y si va, le preguntas lo que quiere.-

- No es así de fácil.- Corté cerrando mis ojos.- Yo no soy clara, yo no le di razones para demostrarle que le tengo ganas, simplemente actué y ella me sonríe y sé que se va a burlar de mi.- Quité su mano cuando buscó abrazarme, sintiendo como volvía a intentarlo, abrazandola fuertemente, en un intento de que no se aleje.- Ni siquiera me había animado a decirle que tenía pene.- Escuché su risa nasal.- No te burles.-

- Dile que mañana la buscarás en su edificio y la llevas a tu casa, cenan y después, dan un paseo, hablan y si resulta, lo hacen y ella se queda a dormir.-

- No dormiré con ella, Olgui.-

- Duermen solas, pero se queda en tu casa y a la mañana siguiente la llevas a su casa otra vez.- Susurró besando mi cabeza.- Y si no resulta, la dejas en su casa después de hablar.-

En el fondo, no era una mala idea.

- Bien.- Volví a ponerme mi saco, haciendo simples garabatos en las hojas, saliendo rápidamente, notando como alguien también subía a mi lado.

- Señorita Afanador.- Me tendió su mano, tomándola con cierta calma, así él me mire asustado.- Me enteré de que había hecho un recorte de técnicos y vine a presentarme.-

- Agendaste un turno con mi secretaria?- Negó aún sonriente.- Sin turno no escucho y menos con el personal, recursos humanos está tres pisos abajo, ahí todo empieza, si es denegado ahí, no sube su planilla para que yo lo confirme.- Corté cruzándome de brazos.

- No puede decirle que no a un Posada.- Frunci mi ceño.

- Así tu apellido sea Kardashian, no lo atiendo yo.- Makis pareció asustarse.- Llama a seguridad.- La miré fijamente, notando como ella alternaba miradas.

- Él es Federico Posada, es mi novio.- Asentí suavemente, buscando dos tazas.

- Quieren tomar un café de paso? Mientras yo llamo a seguridad.- Ella simplemente agachó su cabeza, tomando el teléfono rápidamente.

- Señora, por favor.- Cortó apenas apreté el número.- Una oportunidad.- Lancé un pesado suspiro.

- Ve tres pisos abajo.- Pidió el ascensor, esperando hasta que salga para simplemente empujar las tazas al piso, rompiendo junto los platos, intentando regular mi respiración.

Busqué una escoba, secando mis lágrimas por camino, mientras juntaba sin ni siquiera mirarla, escuchando como tipeaba en su computadora.

- Llama a la limpieza.- Sus ojos estaban rojos.- Y pospone por una hora la reunión.-

- No pospondre una mierda ni llamaré a nadie.- Se puso de pie, sintiendo como la cachetada llegaba.- Tenias dos horas para una entrevista de quince minutos y en lugar de eso lo tratas mal a él, me tratas mal a mi y tengo que aguantar tu show aquí, como siempre.-

- Me duele.- Quité mi corbata.

- A mí también me duele tener que comportarme como tu esclava y confundirme con tus vueltas y tus cambios de humor.- Negué buscando el teléfono.- Qué haces?- Se lo entregué rápidamente.

- Llama Olga.- Jadee intentando encontrar aire.- Dile que corra, que traiga el inhibidor.-

Polos Opuestos- (Ventino) [Makia]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora