Capítulo 60- Sensible

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》Narra Natalia《

- Makis?- Llegué con los regalos a la cabaña, dejando mis zapatos para caminar descalza por el parquet.- Mi amor, dónde estás? Quieres un alfajor? Dijeron que los de membrillo son...- Levanté mi cabeza para verla con un delicado vestido de seda y solo unos mechones de su cabello recogido.- Creo que comeremos alfajores en otro momento.-

- Y qué esperas?- Me lancé a besarla, recorriendo con mis manos todo su cuerpo, posando mi muslo en su entrepierna antes de bajar a besar su cuello.

- Eres hermosa, completamente hermosa.- Quité a la fuerza mis abrigos, alzandola para recostarla con cuidado en el centro de la cama.

- No.- Me obligó a sentarme, quitando mi cinturón para dejarlo cerca y tirar del resto de mi ropa para dejarla a un lado.

- Makis.- Tomé su cabello cuando llevó mi miembro completo a su boca.- Dios, si.- Con mi mano libre apreté las sábanas, mientras ella hacía todo el trabajo, viéndose perfecta desde ahí abajo.- Sigue chupando por favor.- Levanté mis caderas y ella simplemente masajeo mis testículos, masturbándome cuando estuve a punto.

- Uno de todos estos está creciendo en mi.- Reí junto a ella, sin esperar que lo limpie con su lengua.- Te gusta?-

- Todo de ti me gusta.- Se sentó en mi muslo y solo pude besar su mentón.- Ahora te toca a ti.-

- Un masaje, porfa.- Alcé mis cejas.- Me duelen la cintura.- Apoyé mi mano en su vientre.

- Quieres un alfajor?- Asintió riendo, sin importarme caminar desnuda por la cabaña, enseñándole una de las cajas.- Donde te duele?- Pasé mi mano con cuidado, sabiendo que ya no podía estar boca abajo, llenandome de alegría al ver su ombligo afuera.- Hola.- Dejé un beso encima.- Qué eres?-

- Un bebé, idiota.- Otro beso.

- Cuando te podremos ver? Aunque sea la carita.-

- En la próxima ecografía y sabremos si es un niño o una niña.-

- Déjame hablar con él.- Alzó sus cejas y solo pude sonreír.- Mamá es mala, no nos quiere dejar a solas ni un momento.-

- Si fuera por mi ya lo sacaría de ahí.- Se quejó pasado su mano cerca de donde yo estaba.

- Nosotros nos llevaremos muy bien.- Un último beso.- Solo tienes que hacer todo lo contrario a lo que yo diga, pero mientras, necesito un lugar, porque a mi también me gusta estar ahí adentro.-

- Ahora quiero comer, se terminó el sexo.- Formé un puchero.

- Y él?- Señalé mi miembro erecto.

- Él debería estar sin pelos y tapado por un bóxer blanco que lavé anoche para que uses hoy.- Lo señalé al estar tirado en el medio del piso.- Bueno, podrías ponértelo?-

- No.- Lancé en tono añinado.- No te gusto así?- Me puse de pie, notando su sonrisa.- Y que él se sacuda al viento.- Moví mis caderas de un lado a otro.

- Vístete.- Busqué mi camiseta y mi bóxer, sentandome frente a ella.- Te comerás el último?-

- Makis, eran seis y solo comí la mitad de uno.- Reí junto a ella.- Puedes comerlo, yo tengo otra cosa más rica.-

- Chocolate?- Asentí moviendo mi trasero de un lado a otro.- Yo también quiero.- Se cruzó de brazos.- Estoy engordando demasiado.-

- Podrías hacer chocolate caliente? Yo prenderé la chimenea.- Asintió poniéndose de pie para hacerlo, observandola robarse las donas que había traído para el desayuno de mañana.- Si tendríamos poco dinero me enojaría contigo, pero puedo decirle a Sergio que busque más.-

- Y por eso te amo.-

- Me amas por más cosas, no solo eso.- Le guiñe mi ojo y le di un mordisco a lo que ella comía.- Esta noche que quieres comer?-

- Hamburguesas?- Asentí rápidamente.- Dios, no dejo de pensar en comida.-

- Me encanta.- Besé su mejilla.- Y mañana?-

- No hagas que tenga más antojos.-

- Yo los cumpliré.- Besé su vientre.- Helado? Chocolate, dulce de leche y vainilla?-

- Por favor.-

- Me gusta esto, me gusta hacerte engordar así solo te veré yo, solo te desearé yo.-

- Me gusta.- Mordí su labio inferior.- Y al bebé también.-

- No me mientas.- Piqué sus costillas, haciendo que ella se vea completamente tierna mientras reía.- Que disfrutas de comer cada segundo.- Mi teléfono sonó, interrumpiendo nuestro beso.- Olvidé ponerlo en silencio.- Lo busqué para ver la primer llamada perdida de un número que no había agendado.- Ya vuelvo.-

- Contesta aquí.- Acarició mi cabello suavemente y comprendí que lo que estaba por hacer era ocultarle lo que quizás solo habían marcado mal.

- Hola.- Una voz de un hombre con el clásico problema que podría generar fumar en exceso fue lo primero que entendí.- Natalia Afanador.- Apreté su mano.- La reconocida empresaria de Nueva York, que disfruta de su luna de miel acompañada de su esposa embarazada.- Miré fijamente a Makis y por primera vez tuve miedo de la persona que hablaba del otro lado de la línea.- Llegó la hora de pagar, ya tengo tu tumba cavada, depende de ti si arrastras a Makis contigo o la dejas en libertad.-

Polos Opuestos- (Ventino) [Makia]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora