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Tenzou no dejaba de besar a Kakashi, no quería hacerlo, no podía. Se movió rápido y llegó hasta las piernas del alfa, lo abrazo con fuerza suficiente para indicar que estaba esperando a que pasaran a algo más que en besito repetido.

Kakashi se emociono tanto que empezó a jugar con su lengua lamiendo los labios del castaño pidiendo permiso, que obviamente fue otorgado rápido.

Entonces en la incidencia de ambos, sus mentes volaron en la pasión temporal que se empezaba a desvestir como un perdón inusual y alterado.

Las tensiones fueron fatales, ambos eran arrasados por las injusticias que se arrojaron uno a otro, excusándose en sus mentiras y engaños, por que para una desgracia de pareja se necesitan ambos lados dispuestos a empezar una rebelión por algún disgusto personal.

Sus olores regresaban de una manera familiar, ahora eran.. saludables.

Era una bomba de responsabilidades para ambos, el tener una familia no solo es gastos, es paciencia y podre hablar con una persona sin utilizar palabras.

Las manos de Kakashi pasaron por la espalda cálida de Tenzou, extrañaba su piel tan suave y delicada, que.. ya no era delgada, no, ahora podía subir por ella y encontra una hermosa serie de músculos formados poe trabajo duro y esfuerzo nato.

Tenzou gaspeo y se separo de Kakashi con algo de sorpresa, casi asustado y desconcertado. Su rostro había madurado con fineza y ahora parecía un hombre hecho y derecho.

-Kashi..- Lo miro por unos segundos, al sonrojado a más no poder.

-Tenz.. perdón yo no.-

-¿Dónde esta Heiwa?.- Pregunto en pánico.

-¿Eh?.- Kakashi frunció el ceño con extrañeza.

-¡Heiwa!.- Tenzou asustado se paró como un rayo y exaltado miro a todos lados.

-Uh..- De igual manera Kakashi se levanto algo confundido.

Ambos empezaron a buscar en la casa, estaban un poco en shock así que estaban siendo estúpidos.

-¿Heiwa?.-

-Tenzo, estoy seguro de que Heiwa no esta en el horno.- Kakashi lo miro un poco extraño mientras el castaño se asomaba en el horno.

-Perdon.- Cerro el horno apenado.

-¿Escuchaste eso?.- Pregunto Kakashi mientras ponía atención a las risitas.

-No, ¿De dónde?.- El omega se puso recto y maternal.

-Ven.- Giro su mano y camino por el pasillo de la casa, Tenzou lo siguió.

Ambos llegaron hasta la puerta del baño, ahí estaba, el pequeño niño albino con ropas grises mirando las gotas de la regadera caer una por una con mucha paciencia y emoción.

-Heiwa.- Tenzou dio unos rápidos pasos al frente para tomar al bebé de los brazos y alzarlo hasta su pecho.- ¿Estas bien?.- Pregunto preocupado.

-No creo que te pueda contestar eso.- Kakashi se acercó entrando también al baño.- Yo lo veo bien.-

-Si.. no le pasó, nada, esta vez.- Hizo hincapié en lo último.

-Perdon, perdón, pero nos fuimos por unos momentos, no volverá a pasar ¿sí?.- La voz amarga y algo apagada de Kakashi que dio un poco de esperanzas.

-¿Cómo te sientes?.-

Kakashi no respondió.

-¿No diras nada?.- Tenzou frunció el ceño.

-¿Me decías a mi?.- El alfa se acercó más al menor.

-Dices que es ridículo hablarle a Heiwa.-

-No, no dije que fuera ridículo, solo te decía que no esperaras una respuesta.- Aclaro para tratar de evitar otro malentendido.

-Si bueno... ¿Contestaras?.- Tenzou esperaba la respuesta apresuradamente forzada de Kakashi, esto le diría todo.

-Mh...- Su ojo sin emociones como solía ser se fijo en aquellos negros del castaño.- Te extrañe.-

Heiwa estaba recargado en el pecho de Tenzou, estaba un poco cansado así que ni podía atención a lo que pasaba.

Kakashi y Tenzou se volvían a besar, pero no como cualquier cosa, ahora lo hacían con ese poderoso sentimiento de acercamiento abrupto entre ambos.

Ellos estaban regresando.












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Sakka llora en portugués.- Chao.

Hermosa Belleza- Kakayama-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora