Hermosa Belleza- Kakayama-

No lo sé

Kakashi estaba aplastado en su cama, a sido así desde que despertó. No se quería levantar, no quería desayunar, no quería hacer nada.

Quizás era por todos los errores que caían como piezas de domino, era tan delicado en estos momentos que le daba vergüenza ser alfa.

¿Kakashi era patético? Si, mucho, demasiado.

Cuando perdió todo, cuando las personas a las que amaba fueron asesinadas, tocó fondo en el alcohol y pasando de omega a omega por las noches, sus amigos sabían de los vicios lastimosos que solo lo hundían más en sus malas costumbres.

La muerte lo tenia en su manto y ahora acechaba a su familia, Tenzou pudo morir y con él su legado, por alguna extraña razón el lo tenia todo ahora, de golpe regreso a la hermosa casa de campo, como Jounin de Élite ganaba más y su reputación mejoraba, estaba formando una familia con el omega que envidio en las bañeras, con su pequeño Kohai que lo seguía de forma miserable ¡Incluso Tenzou estaba más feliz que nunca!

Entonces ¿Por qué? Había un pequeño tic que lo molestaba, como una comilla mal usada.

-Senpai.- Escucho un lamento llamándolo, sonaba a Tenzou, venía detrás de él.

Cuando rodo en la cama para ver que pasaba, vio al castaño con la mirada preocupada y sus manos entrelazadas apartándose entre sí, se veía asustado y tenía las lagrimas al borde de sus parpados.

-Mg...- Kakashi lo observo por unos segundos.- ¿Estas bien?.- Pregunto de forma desanimada, no tenía energías para nada.. con la vergüenza ni si quiera para su omega.

-¿Tu? Kakashi.. - Tenzou se sentó en el borde de la cama aún con sus ojos puestos sobre la cordura del albino.- Tu no.. tu no estás bien.. yo no me siento bien.. - Confeso dando razones de su malestar.

Kakashi resoplo de forma pesada con su ojo cansado siendo la única ventana a su malestar.

-Solo, solo estoy un poco atareado Tenzou, es todo, no te preocupes.- Hablo de forma vaga mientras se daba la vuelta sobre el colchón para regresar a su descanso sin motivo, pero antes de que su cabeza llegara a su almohada, una mano del omega se posó en su hombro deteniendolo.

Kakashi ya no se movió, se quedó en esa posición incómoda un poco, ¿Tenzou ocupaba algo? Quizás... pero en vez de decir algo más, bajo su mano hasta la de Kakashi, se levantó y empezó a jalarlo ligeramente para que Kakashi lo siguiera.

Vencido por su pareja, no tuvo más opción que levantarse con pesar y seguir al muchacho que lo estaba arrestando por la casa. Para su sorpresa, llegaron a la habitación del nido, donde Tenzou señaló la cama indicando que tenía que acostarse ahí. Kakashi sin protestar o decir nada más, gateo por la cama hasta llegar a su lado del lugar, esperando que el castaño lo siguiera, así fue, camino más lento por el colchón gracias a su pancita crecida.

Cuando se acostó a su lado, se acomodó bien, volteo a un costado y le dio una tierna sonrisa a Kakashi.

-¿Cómo te sientes?.- Pregunto el pequeño omega.

-Yo..-

-Se que no estás bien, pero no se que hacer para ayudarte.- De nuevo, Tenzou tomo la mano del albino, y aquí, por primera vez, fue necesario para Tenzou expandir su propio olor y tranquilizar a Kakashi.- Creo que no tienes que decir nada

-Ni si quiera se que debería de decir.- Kakashi lograba sentirme menos miserable en el nido. Yo soy el que te trae la estabilidad a ti Tenzou, me da vergüenza mostrarme de esta forma.-

-Kakashi.. eres, es normal sentirse mal de vez en cuando, no se que te avergüenza, ya somos pareja, podemos contarnos lo que sea.- De nuevo, la extraña inocencia de Tenzou, hizo reír un poco a Kakashi.-

-¿Podemos quedarnos aquí un par de horas?.- Pregunro mientras de acerca más al cuerpo cálido de omega.

-Si, si, si.- Contesto un poco emcionado, Kakashi había descubierto que el lugar favorito de Tenzou era el nido, era tan feliz aquí.

Ambos se acorrucaron con ternura y delicadeza tratando de compartir el lazo que alejaba de la tragedia a Kakashi. Y no importaba lo que el futuro les tuviera, ellos estaban siendo felices en el ahora.

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