|• Capítulo 20 •|

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Kaylee.

Entro a la empresa apurada. Dios me quedé dormida otra vez. Mi jefe me va a matar por llegar tarde otra vez.

— Oye Carolina — llame a la recepcionista.

— ¿Dime Kaylee? — me preguntó para levantar su mirada del ordenador.

— ¿El señor Ryder está aquí? — pregunté para cruzar mis dedos esperando que dijera que no.

— No, el señor Ryder no ha venido así que estate tranquila — asentí aliviada y corrí hacia el elevador.

Me recosté en la pared del elevador esperando a que se cierre, cerré mis ojos tratando de tranquilizarme. Cuando le elevador estaba apunto de cerrar mire un zapato muy brillante  que hizo que se volviera abrir.

Levanté la mirada y era Johs que venía con su traje gris oscuro sin corbata con su maletín. El me miro y se sorprendió para luego darme una sonrisa.

— Vaya hace tiempo que no nos vemos — dijo mientras ingresaba al elevador.

Asentí y me reincorporo mire cómo se pegaba a mi.

— ¿Y dime qué has echo? — me preguntó.

— Nada de lo común, venir aquí y después trabajar en la tienda del señor Jaxon — dije y el asintió mire que tomo mi mano y la unió a la suya, un escalofrío recorrió mi espalda — ¿Y tú?.

— En estos dos días he estado viajando a varios países — asentí y de un momento a otro el tomo mis manos y la puso encima de mi cabeza sentí como  pegaba su cuerpo al mío, ¿Pero qué le sucede? — No sabes cuanto te extrañe — me susurró al oído.

— ¿Por qué me extrañaste si no somos nada además de que no nos conocemos? — pregunté en un susurró su respiración me ponía inquieta, sentí que pegaba sus labios en mi cuello haciendo que cierre mis ojos y soltará una risa.

— Pero con lo poco que nos conocemos te he tomado aprecio ese aprecio que no he sentido por nadie  y que sólo tú lo has causado — me susurró al oído para besar mi cuello — Te digo algo — lo mire y el levantó la mirada y con su mano derecha acarició mi mejilla bajando a mis labios donde los acaricio para luego mirarme — Me duele la mente de tanto pensarte y de soñar contigo — un jadeo se escapó de mis labios demonios jamás pensé oír eso, apenas nos conocemos. ¿Por qué este elevador no se abre? — Desee cada día regresar a California y venir a verte.

Junto su frente con la mía, sentí como rozaba mis labios dándome escalofrío. A la vez que rozaba su nariz. Un deseo de besarlo se instalo en mi pecho quería probar sus labios, era una tentación sentir como rozaba cada vez más mis labios. Apreté mis manos con fuerza para no besarlo.

— Se que quieres besarme — me susurró al oído para morder mi labio inferior — Se que lo deseas, se que quieres — cada vez rozaba mas su labio.

Iba hablar pero el me besó. ¡Me besó!.

El soltó mis manos y me tomo de mi cadera pegando me más a él, puse mis manos en sus hombros y apreté su traje sus manos fueron bajando acariciando mi piernas. El beso se tornó salvaje sentí como metía su lengua en mi boca. Sentí como me apretaba contra la pared del ascensor pegando más su cuerpo contra el mío.

El me tomo de las piernas para subirme a su cadera, apreté su cadera con mis piernas para subir mis manos a su cabello, mordí su labio inferior para luego separarme de él, Johs junto su frente con la mía mientras me sostenía de los muslo.

— ¿Por... Qué... Me besaste? — pregunté con mi respiración agitada.

— Porque ya no podía aguantar más, eres el vicio de mis labios ese sabor a chocolate que me enloquece — mire que no me miraba a los ojos si no a mis labios — Las tentaciones como tú merecen pecados como yo — me susurró al oído para saberme de nuevo para luego separarse ya que el maldito elevador se abrió — Que tengas un buen día.

Ella, Es Mi Reyna (+18) [SAP#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora