|• Capítulo 25 •|

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Kaylee.

¡Cómo se atreve! Dios eres una tonta Kaylee. El sólo quería sexo conmigo. Apreté los documentos que el señor Ryder me había dado para que se los llevará a el señor Johs. Ya que el se sentía enfermo y decidió irse a su casa.

Camine más rápido por los pasillos para tratar de llegar al elevador escuche unos pasos detrás de mi eso me ponía nerviosa. ¿Será que sea él?  ¡Deja de pensar en el Kaylee!. Medí la vuelta para mirar atrás y mire quién el que me seguía y era: Carolina Gregg, si todavía me acuerdo de su nombre.

Ella caminaba asustada mientras se arreglaba su cabello revuelto paso a mi lado con la respiración agitada el ruido del ascensor me sacó de mis pensamientos .

Ella corrió al elevador.

— ¡Para el ascensor! — grité pero ella tocaba más rápido el botón de cerrar, camine más rápido hacia el ascensor — ¡Maldita sea! — grité frustrada cuando el ascensor cerró — Me tocará irme por las escaleras.

Camine hacia el pasillo derecho donde decía: Escaleras.

Abrí esa puerta y entre demonios me tome del barandal y me incline mirando los tantos escalones que tengo que bajar. Puse mi pie en el primer escalón y bajé varios escalones más, ¡Odio las escaleras!.

— ¡Kaylee! — ese grito me sobresalto haciendo que la carpeta donde tenía los documentos saltará de mis manos a causa de ese grito para que luego rodará por los escalones haciendo mucho ruido.

Escuche como abrían la puerta queda acceso a entrar a las escaleras. Me tomé del barandal y mire hacia arriba donde podía ver a la persona que entró mire que Johs se inclinó y me miro para luego decir:

— ¡Kaylee deja que te explique lo que viste es un error! — exclamó para bajar las escaleras tratando de llegar hacia mi. Me tomé del barandal y empecé a bajar las escaleras para tomar la carpeta de los documentos.

— ¡No tengo nada que escuchar señor Johs! — hablé para agacharme y tomar la carpeta levanté la mirada y mire que le faltaban pocas escaleras para llegar hacia mi.

Volví a bajar las escaleras y solté un suspiro al ver que me faltaban también unas pocas.

— ¡Escúchame deja que te explique! — pero que cínico.

— ¡Te dije que no! — grité para agarrarme del barandal y bajar más segura los demás escalones.

— ¡Por dios era una terca! — exclamó, grité molesta quiero que deje de seguirme.

— ¡Deja de seguirme quiero estar sola! — exclamé para bajar el último escalón y mire que a Johs le faltaban bajar unos diez escalones.

— ¡No te dejaré sola! — me grito y camine hacia la puerta de salida, la abrí y el fuerte viento golpeó mi cara. Hoy hacia demaciada calor.

Camine por la banqueta entrando al estacionamiento para sacar mi auto busque con la mirada mi auto pero lo que ví me dejó estática. ¡No puede ser! ¡¿Qué hace ella aquí?!.

Mire como Aaliyah mi hermana caminaba con muchos documentos hacia la puerta de almacén. ¡Oh Dios mío porque tengo que encontrarme la aquí!.

— ¿Qué hace ella aquí? — susurré sorprendida. Solté un jadeo cuando me tomaron de mi antebrazo izquierdo un poco fuerte.

— Kaylee, tenemos que hablar —   hablo un jadeante Johs. Parpadeo varias y trate de zafarme de su agarre.

— Y yo te dije que no tenemos nada de qué hablar — abogue molesta — Me hubieras dicho que solo me querías para tener sexo — dije para zafarme de su agarre.

Ella, Es Mi Reyna (+18) [SAP#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora