Ella, Es Mi Reyna (+18) [SAP#2]

|• Capítulo 8 •|

Kaylee.

Aprieto mi cadera tratando de calmar el dolor que siento. ¡Lo que faltaba! Ser golpeada por un auto. Carajo este día hacido de mala suerte.

— ¿Se encuentra bien? — pregunto el inepto del conductor.

¡Qué pregunta más estúpida!

Escuche pasos acercarse más a mi.

— ¡¿Si estoy bien?! — grité para apretar más mi cadera — ¡¿Qué no ve que me duele?!  — grité para apretar más mi cadera al sentir otra punzada — ¡Qué hace ahí parado que no me va ayudar a levantarme — gire mi cabeza para ver al estúpido que me atropello.

Me quedé estática al ver que es el amigo del señor Ryder. Mierda que vergüenza. Carajo esto no pude estar pasando. ¿Por qué tenía que ser él?.

— Yo... — sentí mucha vergüenza.

El se acercó y se agachó para  levantarme me mordí el labio inferior al sentir mucho dolor que no ni siquiera podía apoyar mi pierna derecha.

— Yo... Lo siento mucho en verdad — se disculpó para sentarme en el copiloto de su auto.

— No pasa nada — susurré para tratar de sentarme bien.

— Te llevaré al hospital para que te revisen — me mordí el labio cuando el auto se movió bruscamente.

— No hace falta solo llévame a mi casa — el negó. Joder que hombre más terco.

Mire la ventana en todo el camino mientras el conducía.

Mire que estábamos llegando al hospital Dignity Healt Hospital Center. Detuvo el auto y me sacó a mi de el. Me llevo en sus brazos dios que hombre, entramos al hospital y había muchas enfermeras corriendo de un lado para otro.

— Bienvenidos al hospital Dignity Healt Hospital Center — saludo una mujer.

— Quiero que la revisen a ella, porque tuvo un choque y el golpe fue en su cadera — la recepcionista asintió y marco a un número.

— Esperen un momento — ahora que me acuerdo su nombre creo que es Johs.

— ¿Dónde está la paciente Sidney? — pregunto una mujer hermosa de cabellos rojos.

— La paciente está ahí doctora Mariska — me apunto.

— sígame — la doctora empezó a caminar hacia un consultorio — Acuesta la en la camilla.

Johs me acostó en la camilla mientras la doctora me levanta la camisa y baja un poco mi pantalón.

Gemí de dolor cuando tocó mi cadera.

— ¿Está bien doctora? — pregunto Johs.

— Si la parte golpeada está inflamada nada más — ambos asintieron.

Me levanté de la camilla y mire el reloj y ya eran. Las 7:31 p.m joder mi abuela me va a matar.

Dios si no me hubiera enojado con ella ahora estaría en casa no aquí con este hombre tan... Tan guapo.

¿Por qué me enoje con mi abuela?, Porque le estaba hablando de mi padre que había visto a su esposa y de ese comentario discutimos.

— Gracias doctora.

Agradecí para levantarme de la camilla, sentí unas manos grandes en mi cadera haciendo que me estremeciera.

Joder y solo me tocó.

Salimos del consultorio.

— Te dije que no tenía nada — hablé para separarme de él.

— Ya no importa — me susurró para tomarme de la cadera y pegarme más a él.