|• Capítulo 7 •|

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Johs.

Bajo del avión privado, miro el clima está nublado, una ráfaga de viento invadió mi cuerpo. Ahora quisiera estar en Grecia donde hacia un calor cálido.

Joder que frío.

Sonreí inconscientemente al recordar esa cena en la playa, cuando baile con ella tan pegado, cuando pude oler su aroma tan embriagante, sonreí mientras miro mis dedos de las manos cuando roce la piel de su cuello era tan suave con una porcelana.

Cómo olvidar cuando le di ese collar como olvidar su rostro. Se miraba tan hermosa con ese vestido joder de solo acordarme pierdo la cabeza.

— ¿Cómo estás Alexander? — saludé al guardespalda que llevaba mi equipaje.

— Bien señor y bienvenido a California — asentí y caminamos hacia una camioneta que nos esperaba para llevarme al hotel donde estoy hospedado.

Hace unas horas que he llegado a California, había terminado todo mi trabajo así que decidí regresar a California, hace unos momentos habia hablado con mi padre aclarando que no iba a ir a Australia. Mire los árboles moverse con fuerza dando más frío.

— Señor — me volteo al llamado de Alexander.

— ¿Sucede algo?.

— En el hotel donde usted está hospedado lo espera su amigo Wyatt.

Asentí y subí a la camioneta mirando a varias personas caminar y correr.

Frote mis manos joder sí que hacía frío, durante mi estadía en Grecia pude apreciar su belleza, cerré contrato con un conde de Inglaterra también trabaje en los cargamentos de mi padre.

¿Por qué Kaylee tiene esa habilidad de volverme loco? Ni siquiera e platicado con ella porque yo para ella soy un completo extraño.

Mire que estaba llegando, bajé de la camioneta y en la entrada del hotel estaba Wyatt sentado mirando ala deriva mientras me  esperaba.

— ¡Vaya mira la hora que es! — exclamó para señalar su muñeca donde tenía un reloj. Qué dramático.

— Vamos mejor di que me extrañaste — dije riendo para abrazarnos y darnos palmadas en la espalda.

— Yo extrañarte — se señaló y negó con la cabeza — ¿Y dime cómo estuvo tu viaje? — pregunto para entrar conmigo al hotel.

— Si te dijera que compre un collar de piedras y se lo di a Kaylee, ¿Me creerías? — el negó sorprendido.

— ¿Un collar? ¿De piedras? — asentí para entrar a mi habitación y tirar mis equipajes.

Me hice masaje en mi cuello, me quite mi gabardina y la tire a la cama y después jalar me la corbata y tirarla a la cama. Que estresante fue este viaje. Jamás lo volvería a repetir los asiento de ese avión eran tan duro que me dolía la espalda. Y viajar cuatro horas en avión para llegar más rápido a California.

— Así es — el sonrió.

— ¿Y cómo fue? — me preguntó para tirarse en mi cama.

— Me habían invitado a una cena en la gran playa organizada por el conde Timothy Dalton — el sólo negó divertido — Y había una compra de joyas y cuadros.

— Vaya, ¿Y ella te reconoció? — negué y el me miro confundido.

— No la cena era de antifaz así que ella no me reconoció. Solo yo la pude reconocer porque yo le envié ese antifaz que le quedaba deslumbrante.

— No pierdes tiempo.

— ¿Y dime cómo estuvo tu trabajo de ginecólogo?.

El sólo sonrió.

Ella, Es Mi Reyna (+18) [SAP#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora