Ella, Es Mi Reyna (+18) [SAP#2]

|• Capítulo 26 •|

********

Kaylee.

Apreté mi falda mientras miraba  por la ventana del auto. Sentí mi móvil vibrar lo saqué del saco de Johs.

Mire que era mi abuela.

— Será mejor que conteste — me aconsejó Johs — Así no se preocupara.

— Pero qué... Le diré no puedo contarle lo que pasó — murmuré mientras miraba mi móvil.

— Solo dile que estarás en casa de Kaelyn y mañana le dices — hablo serio.

Conteste la llamada.

— Hola abuela — susurré mientras sentía como mis ojos se llenaban de lágrimas.

— ¡Oh por dios, Kaylee por fin contesta!, ¿Dónde estás? — exclamó.

— Abuela... Estoy bien no te preocupes me quedaré en casa de Kaelyn — susurré odio mentirle a ella.

— ¿Kaylee estás bien? No te escucho muy bien, ¿Y por qué te irás a dormir donde ella? — dios, sabía que me llenaría de preguntas.

— Estoy bien, me quedaré con Kaelyn ya que ella no se siente muy bien — susurré — Mañana estaré en casa solo por hoy ella no se siente muy bien — y la quién en verdad no se siente para nada bien soy yo.

— Está bien, que tengas buenas noche cariño — se despidió.

— Llegamos — hablo Johs mire que se sacó el cinturón de seguridad.

Mire hacia arriba y había un gran edificio.

Johs salió de su auto y camino hacia el lado mío para abrirme la puerta, salí de su auto y caminamos agarrado de la mano hacia la entrada del edificio. Me sentía avergonzada y más por lo que pasó esta mañana cuando iba a darle esos documentos que no se lo di.

— Buenas noches señor Johs — saludo un guardia de seguridad.

— Buenas noche para ti también Kyle — ingresamos al edificio pasamos por recepción no sin antes saludar la.

Entramos al elevador mire que Johs tocó el número doce  para luego mirar los números subir, quería hablar entablar una conversación pero las palabras no me salían.

A su lado me sentí segura.

Salimos del ascensor para luego caminar hacia un pasillo estrujé mis manos dentro del saco de Johs sentí un escalofrío recorrer mis piernas un poco descubierta.

Paramos de caminar en frente de una puerta color blanca, Johs saco de su bolsillo una llave y la metió en la cerradura. Para abrir la puerta y admirar adentro

— Entra — susurró en mi oído su voz hizo que mi corazón se acelerará y mis piernas temblará.

Entre a su departamento y mire toda la habitación la sala era espaciosa hacia unos hermosos sofá color crema que combinaba con el color de las paredes.

— Perdón — hablé para voltear me y mirarlo fijamente.

— ¿Perdón por qué? — solté un suspiro y hablé.

— Perdón por no escucharte esta mañana, por insultar te — susurré y mire que camino hacia mi con pasos lentos hasta pararse delante de mí — Perdón por darte problema.

Sentí como acarició con la yema de su dedo mi mejilla y con su otro brazo me tomaba de la cintura pegando me más a él.

— No tienes nada que perdonar — susurró en mi oído para besar mi mejilla sentí como mi respiración se agitó — Si el que debería pedirte perdón soy yo por lo de esta mañana pero te juro que lo que viste fue un error, un maldito error — susurró para acariciar mi mejilla con su nariz.