𝑇𝑟𝑒𝑎𝑠𝑢𝑟𝑒 𝐼𝑛 𝐿𝑜𝑣𝑒

𝑺𝒖𝒏𝒇𝒍𝒐𝒘𝒆𝒓

-Jɪʜᴏᴏɴ x Hʏᴜɴsᴜᴋ
-Rᴏᴍᴀɴᴄᴇ

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El día para Hyunsuk había empezado un poco ajetreado, se había aseado y vestido lo más rápido que pudo y se marchó de su apartamento en dirección la cafetería en la que desayunaba (y quedaba cerca de su oficina).

Al ser primera hora, la cafetería estaba bastante llena y una larga fila de gente dio contra el apurado chico. Lloriqueó un poco mientras se ponía en la fila, necesitaba ese café si o sí. Miró su reloj y vio que, aunque un poco justo, tenía tiempo.

Después de unos minutos por fin pudo ordenar su café y una vez este estuvo en sus manos, se dirigió a una mesa para sentarse y respirar con tranquilidad por primera vez en toda la mañana.

-¿Hyunsuk?-Preguntó una voz que se le hizo conocida.

Al levantar la mirada se encontró con un chico con el cabello de color rosa, mirada dulce y una preciosa sonrisa. Iba vestido con una camiseta negra con un pequeño logo de un panda, un jean acampanados y una Converse negras muy desgastadas. Al mirarlo un poco más, lo reconoció.

-¿¡Jihoon!?-Dijo casi gritando y enseguida se avergonzó.

El peli-rosa rio divertido.

-Cuanto tiempo.-Dijo.-¿Puedo?-Preguntando a la silla vacía enfrente a Hyunsuk.

-Claro que sí. Bastante, unos...¿ocho años?-Respondió el chico. Jihoon asintió mientras se sentaba.

Jihoon y Hyunsuk habían mantenido una relación de poco más de un año durante los últimos años de instituto y aunque terminaron en buenos términos e intentaron ser amigos, ambos acabaron por alejarse al terminar la secundaria. No se habían visto desde la graduación.

-Y, ¿Qué tal estas?-Preguntó Jihoon bebiendo de su bebida para llevar.

-Bien, entré a derecho y ahora soy uno de los abogados de la empresa de aquí al lado. No me quejo, ocho horas de trabajo, cinco días a la semana y con un buen sueldo.-Contesto orgulloso Hyunsuk mientras Jihoon asentía.-¿Y tú qué tal?

-Al final entré a traductorado y me fui de intercambio a Londres, Roma y Buenos Aires. Aunque nunca he llegado a trabajar de ello. Estoy dando cursos de pintura, también clases de pilates y pinto cuadros que intento vender.-contestó el peli-rosa muy contento.

-Vaya...que bohemio.-Comentó Hyunsuk algo sorprendido, pues aunque Jihoon siempre fue un alma libre no pensó que su estilo de vida sería igual.

-Bueno, es lo que elegí.-Contesto el peli-rosa sonriendo.

En eso Hyunsuk recibió una notificación, iluminando la pantalla del teléfono y dejando ver la hora.

-Oh no, voy a llegar tarde.-Dijo levantándose.

-Espera, ¿quieres que nos volvamos a ver?-Le pregunto rápidamente Jihoon.

-Claro.-Rapidamente saco un bolígrafo y apuntó su teléfono en el vaso de la bebida para llevar del otro chico.-Adios Hoon.-Se despidió.

-Adios Suk.

*

Tras varios días hablando por mensaje, y algún encuentro más en la cafetería, Jihoon invitó a Hyunsuk a pasar la tarde en su casa.

-Qué plan más juvenil.-Comentó Hyunsuk cuando Jihoon se lo propuso.

-Seguimos siendo jóvenes.-Comentó el peli-rosa.

-Bueno, esta bien.-Accedió el abogado.

Así fue como Hyunsuk había acabo delante de una puerta unas tres veces más alta que él. El edificio en general no parecía un edifico de apartamentos muy común a decir verdad.