𝑇𝑟𝑒𝑎𝑠𝑢𝑟𝑒 𝐼𝑛 𝐿𝑜𝑣𝑒

𝒁𝒖𝒎𝒃𝒂

-Jɪʜᴏᴏɴ x Hʏᴜɴsᴜᴋ
-(B)Rᴏᴍᴀɴᴄᴇ

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Hyunsuk amaba su horario en tercero de carrera: cuatro días de clase dejándole completamente libre el miércoles.

Esos días aprovechaba a dormir, a ver los capítulos atrasados de la serie que veía y a terminar algún trabajo pendiente, si es que tenía.

Por ello, no entendía como había accedido a acompañar a su mejor amiga a zumba a las doce del mediodía.

No le malinterpreten, él había hecho ejercicio casi toda su vida, pero desde que entró a la universidad ya no tenía tanto tiempo (además que la palabra zumba solo le llamaba a pensar en mujeres de unos cuarenta años bailando coreografías repetitivas y cansinas).

Pero ahí estaba él, embutido en unos shorts de básquet, que le quedaban algo largos, y una camiseta que le apretaba mas de lo que hubiera deseado; siendo arrastrado por Yerim mientras no paraba de repetirle lo genial que se lo pasaría.

En la sala había mas gente de la que Hyunsuk creía que habría y se sorprendió aun más al ver a gente mucho mas joven de la que él esperaba.

Yerim lo dejo de arrastrar cuando estuvieron delante de un chico azabache, que le hizo sentir minúsculo, y una chica castaña.

-Yerim! Veo que al final has conseguido convencerle.-Habló la chica abrazando a su mejor amiga.

-Mhm-Dijo Yerim.-Hyunsuk, ellos son Yewon,-dijo señalando a la castaña que le saludo con una pequeña reverencia y una sonrisa,-y él es Yeonjun.-Añadió señalando al chico, que a sus ojos parecía kilométrico, quien se limitó a sonreír.

-Encantado.-Contestó.

-¿Lisa no debería haber llegado ya?-Preguntó Yerim.

-Oh no, cambió su horario con Jihoon. A partir de hoy él da esta clase.-Explicó Yeonjun.

Yerim se mostró emocionada y se giró a mirar a Hyunsuk con una amplia sonrisa, este no entendía nada.

-Ahora si que te va a encantar.-Le dijo.

-¿Quién es Jihoon?-Preguntó ya que seguía sin entender nada.

-Es un instructor que llegó hace poco, sus clases son geniales.-Explicó.

-Oh...-Se limitó a decir Hyunsuk sin poder contagiarse del entusiasmo de Yerim.

-Además que tiene a medio mundo flechado.-Añadió Yeonjun haciendo sonrojar a las chicas.

-¡No es verdad!-Gritaron ambas a la vez.

Hyunsuk se limitaba a mirar el espectáculo que estaban dando las chicas y Yeonjun solo habiendo entendido quien era el tal Jihoon.

-¡Buenos días gente!-Habló alguien por encima de todas las conversaciones.

Algunos saludaron en alto y la persona volvió a hablar:

-¿Listos para empezar?-Preguntó.

Hyunsuk se colocó detrás de Yerim, al lado de Yeonjun, para tener de referencia a su mejor amiga a la hora de seguir los pasos.

Y entonces, Hyunsuk lo vio.

Joder.

Unos pantalones de deporte negros holgados en los que, aun así, se podía apreciar los trabajados muslos.

Una camiseta de licra de manga corta que no dejaba nada a la imaginación marcando a la perfección cada parte del formado torso y esos anchos hombros.