𝑇𝑟𝑒𝑎𝑠𝑢𝑟𝑒 𝐼𝑛 𝐿𝑜𝑣𝑒

𝑷𝒓𝒆𝒕𝒕𝒚 𝑶𝒍𝒅 𝑴𝒂𝒏

-Yᴏsʜɪ x Asᴀʜɪ
-(B)Rᴏᴍᴀɴᴄᴇ

[AVISO: Escenas y lenguaje algo subido de tono]

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¿Cuál era vuestro mayor deseo de adolescentes? Asahi lo había tenía muy claro desde sus cortos dieciséis años.

Había conocido a su vecino una tarde, en la que el joven muchacho se encontraba en el balcón de su apartamento cuidando de sus flores.

-Lindas flores.

Al levantar la cabeza, Asahi vio a un hombre adulto, con el cabello negro, dulce mirada y tierna sonrisa, aun así, se sintió intimidado.

-Gracias.-Contestó el menor tímido y sin mirar directamente al mayor.

-Me llamo Kanemoto Yoshinori, acabo de instalarme.-Volvió a hablar el hombre.

-Hamada Asahi, bienvenido.-Contestó el muchacho enseguida seguido de una reverencia.

Tras el primer encuentro, siguieron encontrándose varias tardes desde sus respectivos balcones, encuentros que Asahi ocasionaba más bien, y charlando durante un rato; hasta que, pasado algunos meses, se volvió parte de sus rutinas. Para ambos era muy agradable.

Ya pasado un año, Asahi encontraba a su vecino muy apuesto y, él quería más. Quería la absoluta y total atención de su vecino sobre él además de desear llegar más lejos de unas simples charlas con el mayor.

-¡Señor Kanemoto!-Gritó Asahi desde su balcón con la intención de que su vecino le escuchara.

Yoshinori no tardó en asomarse al balcón y sonreír al ver al adolescente.

-Ya te he dicho que me llames Yoshi. ¿Pasó algo Asahi?-Preguntó.

-Hice bizcocho y quería que viniese a casa para merendar juntos.-Contestó el joven.

-Oh, ¿no les importará a tus padres?-Volvió a preguntar, pues sabía que podría ser una acción mal interpretada.

-Mama trabaja hasta tarde y mi padre se marchó de casa hace tiempo.-Explicó el muchacho como si no fuera el gran qué.-No pasa nada, estaremos solos.-Añadió mirando directamente a los ojos al adulto por primera vez.

Yoshinori se sintió incomodo por un momento, pero enseguida volvió a sonreír y aceptó la invitación de Asahi, metiéndose de nuevo en su apartamento y poco después saliendo de él.

El chico fue rápidamente a abrirle la puerta, Asahi se encontró con Yoshinori de frente: estaba vestido con unos pantalones de vestir negros, una camisa blanca, haciéndolo ver aún más atractivo, y su cabello algo desarreglado, el cual trataba de peinar en vano.

Ese hombre iba a ser la perdición de Asahi.

Ante los ojos del muchacho, Yoshi se veía extremadamente bien.

"¿Cómo alguien se podía ver tan bien con tan poco?"-Se preguntó Asahi.

El muchacho dejó pasar a su vecino y se dirigieron al salón donde les esperaba el bizcocho casero que había preparado el menor.

Se sentaron uno al lado del otro y comenzaron a merendar mientras charlaban de sus respectivos días.

Tras un rato, Asahi preguntó:

-¿Usted cree que soy lindo?

Yoshinori lo miró extrañado, el chico era bastante coqueto y seguro de si mismo.

-Claro que sí, eres muy bello Asahi.-Respondió sinceramente Yoshinori sin saber que acababa de alimentar el deseo del adolescente.

Asahi sonrió y batió sus pestañas a la par que se acercaba más a su vecino.