𝑷𝒔𝒚𝒄𝒉𝒐

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-Dᴏʏᴏᴜɴɢ x Jᴇᴏɴɢᴡᴏᴏ
-Rᴏᴍᴀɴᴄᴇ

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Era lunes por la mañana, había amanecido bastante fresco por lo que Jeongwoo se había abrigado todo lo que pudo.

Al llegar a la entrada del instituto, se encontró con sus amigos y su novio. Saludo de forma general para sentarse al lado de su novio, quien también estaba muerto de frio.

-Hola. ¿Cómo estás?-Preguntó el trigueño.

-Hola, con frio ¿y tú?-Contestó Doyoung.

-Con frio también, abrázame.-Le pidió agarrando el brazo de su novio y pasándolo por detrás de sus hombros para así quedar aun mas cerca y tratar de tener un poco de calor corporal del otro.

Poco después sonó el timbre anunciando la entrada a clase y comenzó la lucha de cada mañana: levantarse para entrar a clase. Aun sabiendo que dentro del recinto escolar estarían mas calentitos, eso no compensaba las aburridas seis horas de clases que tenían por delante.

Una vez entraron, subieron a su aula y pronto comenzaron las clases.

Unas horas después, en el descanso, ambos chicos fueron en busca de sus amigos. Los encontraron en un banco y se integraron rápidamente, aun que en los planes del trigueño no entraba el que Doyoung lo dejara solo. Por mas piña que tuvieran, la pareja acostumbraba a estar sola todo el tiempo, por lo que casi no tenían relación con el resto.

Pero para el joven lo peor era que Doyoung estuviera hablando con Yedam. Odiaba verlos juntos pero tenía el suficiente orgullo como para no acercarse a ellos con evidentes celos. Odiaba ver como Doyoung tenía la necesidad de relacionarse con más personas que no fueran él, Jeongwoo tenía una autoestima frágil y se rompía cada vez que su pareja hablaba con otra persona, sobre todo si era Yedam.

Por suerte, el descanso paso. Doyoung agarró la mano de Jeongwoo para volver y el trigueño correspondió, no hablaron hasta llegar al aula.

-¿Estas bien?-Preguntó Doyoung preocupado por el silencio de su novio.

-Si.

-¿Estas molesto?

-No.

-¿He hecho algo mal?

-No.

-Bien.

Y eso fue lo último que se dijeron ese día. Al salir de clases ambos se dirigieron juntos a la para de tren y cada uno agarró el correspondiente sin dirigirse ni una palabra.

Aquella noche Jeongwoo se durmió después de haber llorado esperando un mensaje de Doyoung.

*

Al día siguiente, Jeongwoo despertó con los ojos rojos y un agujero en el estómago, sentía que si comía lo devolvería al instante, así fue directamente a asearse y vestirse. Al ver lo demacrado que se veía, decidió ponerse un poco de maquillaje y buscó ropa que le hiciese sentirse superior, lo iba a necesitar.

Al llegar a la puerta del instituto, saludo de forma general y se quedó de pie en frente de Doyoung. No pensaba arrastrarse, le tocaba a Doyoung pedir perdón.

-Jeongwoo.-Llamó el chico.

El trigueño lo miró y vio como le hacia un gesto para que se sentara a su lado, como cada mañana. El chico se sentó.

-Perdón. Se que no te gusta que te deje de lado y yo...De verdad que lo siento, Woo.-Dijo Doyoung en cuanto el chico, ya sentado, lo miró.

-Esta bien. Sabes que me necesitas y yo te necesito, solo...no vuelvas a hacerlo.-Contestó Jeongwoo dulcemente. Doyoung asintió rápidamente.

𝑇𝑟𝑒𝑎𝑠𝑢𝑟𝑒 𝐼𝑛 𝐿𝑜𝑣𝑒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora