𝑇𝑟𝑒𝑎𝑠𝑢𝑟𝑒 𝐼𝑛 𝐿𝑜𝑣𝑒

𝑰 𝑫𝒐𝒏'𝒕 𝑳𝒐𝒗𝒆 𝒀𝒐𝒖

-Jᴜɴᴋʏᴜ x Mᴀsʜɪʜᴏ
-Rᴏᴍᴀɴᴄᴇ

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Mashiho se acordaba de toda esa gente que le había dicho que no saliera con Junkyu, toda esa gente que le había advertido sobre como era Junkyu, y se acordaba de como él les dijo que no conocían al mayor, lo enamorados que estaban y lo fuerte que era su amor.

Mashiho lloraba porque todas aquellas palabras, las de ellos y las de él, eran verdades.

Ahora comprendía porque su madre siempre le decía:

-Sal con quien quieras, pero no con un artista.

Mashiho miraba la puerta del estudio de su aun novio, se oía una melodía y murmullos de la voz del chico, Mashiho seguía llorando.

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-¿Tendrá a otro?-Preguntó mas para sí mismo que para su amigo.

-Yo creo que esta pasando por una mala época, todos las tenemos.-Sugirió Hyunsuk.

-Han sido años, Suk, años de amor y de un día para el otro no me deja entrar en el estudio y a penas sale, ni comemos juntos ya.-Explicó el japones angustiado.

-No se que decirte Mashi...es Junkyu, es un tanto raro y vive mucho en su mundo, pero al final todos sabemos que es lo que hace, hasta tu. ¿No crees que pod-

-No. Él jamás me haría eso, me lo prometió.-Cortó Mashiho a su amigo.

-Se que estas enamorado, pero, abre los ojos por favor.-Añadió Hyunsuk.

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Eran las dos de la mañana, Mashiho se encontraba delante de la puerta del estudio de Junkyu, dudando si tocar o no. El silencio hacia que se escuchara el teclado del ordenador y los murmullos de Junkyu.

Mashiho suspiró y decidió entrar, al hacerlo, Junkyu ni se giró para mirarlo.

-Kyu.-Lo llamó.-Son las dos de la mañana, ven a dormir.

-Estoy trabajando Mashiho, duerme tu. Yo ya iré.-Le contestó el coreano sin dejar de mirar la pantalla del ordenador.

Mashiho volvió a suspirar derrotado y salió del estudio dirigiéndose a la cocina, prendió la cafetera e hizo un café para su novio. Volvió al estudio, Junkyu no se había movido, dejó el café sobre el escritorio y susurró:

-Espero que termines pronto.

Besó la mejilla del coreano y cerró los ojos con fuerza al sentirla fría, sintió la frialdad de Junkyu con él.

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Mashiho sentía que tenia una nueva oportunidad: su tercer aniversario.

Junkyu siempre había recordado la fecha y por mas ocupado que estuviera, sacaba tiempo para su novio y ese día especial.

Mashiho había decidido hacer el plato favorito del coreano y ya había terminado su regalo: un collage de fotos de esos tres años juntos.

Con la cena lista, descansando en el horno para que no se enfriara, y su regalo en mano, Mashiho se sentó a esperar a su novio.

Y esperó una hora, dos horas, tres, cuatro, para la quinta Mashiho asumió que Junkyu no aparecería y para la sexta decidió cenar un poco.

Para cuando Junkyu llegó habían pasado nueve horas, vio la mesa preparada y buscó a Mashiho, encontrándolo dormido en la cama que compartían. Suspiró y se dirigió a su estudio, allí, en su silla del escritorio, se encontró un paquete: "Feliz tercer aniversario, para que te acuerdes de mi siempre. Te quiero, Mashiho." – Decía la nota junto al paquete.