𝑇𝑟𝑒𝑎𝑠𝑢𝑟𝑒 𝐼𝑛 𝐿𝑜𝑣𝑒

𝑳𝒐𝒏𝒅𝒐𝒏 𝑩𝒐𝒚

-Yᴏsʜɪ x Hʏᴜɴsᴜᴋ
-Rᴏᴍᴀɴᴄᴇ

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Era diciembre, la última semana de clases antes de las vacaciones de navidad, todos los alumnos estaban muy emocionados por poder descansar unos días y reencontrarse con familiares y amigos, todos menos Yoshi quien no había podido encontrar un vuelo decente a Japón faltando tan pocos días para Navidad.

-No te preocupes, ven conmigo a mi casa. No hay inconveniente.-Le dijo Jongho, su mejor amigo y compañero de habitación, mientras se sentaban a comer.

-¿No seré una molestia?-Preguntó el japones.

-Para nada, este año viene toda mi familia y ¿qué mejor que presentarles mi mejor amigo?-Contestó Jongho con una sonrisa.

Yoshi también sonrió y miró su comida. No quería molestar a Jongho ni a su familia pero la otra opción era quedarse solo en la habitación y eso lucía como un tristísimo plan. Lo bueno era que la casa de los Choi no estaba muy lejos de la ciudad y que siempre podría volver a los apartamentos.

-Está bien.-Jongho lo miró sin entender.-Acepto tu invitación a pasar la navidad con tu familia.

-¡Genial!-Gritó el coreano emocionado.-Ya verás que bien lo vamos a pasar.-Añadió sacando su teléfono para avisar a sus padres.

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Habían llegado hacía un par días y no podía sentirse más a gusto. Los padres de Jongho habían sido muy dulces con él desde el minuto uno, lo llenaron de abrazos y preguntas sobre la carrera, las cuales con un leve sonrojo respondió. También el menor de los Choi le recibió alegremente y enseguida lo invitó a jugar a algún videojuego.

-Tu familia es muy acogedora.-Le comentó cuando estuvieron solos en la habitación del coreano.

-Tenían muchas ganas de conocerte. Somos amigos desde hace casi 4 años y aun no te conocían, creo que hubieran pensado que eras imaginario si no fuera por las fotos.-Comentó Jongho divertido haciendo que ambos rieran.

Pero, tras esos dos días de calma con solo cuatro miembros de la familia Choi, Yoshi despertó con la noticia de que llegarían los demás familiares.

-Vendrán mis abuelos, los cuatro. También el hermano de mi madre desde Jeju con mis primas, de cinco y ocho años, y el hermano de mi padre desde Londres con mis primos, de veintidós y diecinueve años y otra prima más de quince. Contándonos a nosotros seremos...dieciocho personas.-Le respondió Jongho cuando le preguntó quién vendría.

Yoshi se volvió a sentir un intruso y formó una mueca.

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A Yoshi no le sorprendió en absoluto saber que todos se quedarían en la casa de los padres de Jongho, pues tenía 3 plantas y dos de ellas equipadas con varias habitaciones y dos baños.

Hasta ese momento habían llegado los abuelos y los parientes de Jeju, quienes enseguida se encariñaron con él y habían mostrado lo contentos que estaban de por fin conocerle. Las niñas le habían hecho mil preguntas, que Yoshi respondía mirándolas con ternura, hasta que decidieron ir a ver que hacia su primo menor.

-Chicos-Dijo la madre de Jongho entrando al salón donde se encontraban todos los jóvenes.-Necesito algunas cosas del supermercado, ¿podrían ir a buscarlas?-Jongho y Yoshi se miraron para luego mirar a la madre del primero y asentir. El coreano agarró la lista que le tendía su madre.

Salieron bien abrigados y entre pequeños juegos y risas llegaron al super más cercano y comenzaron a buscar las cosas necesarias.

Volvieron a casa igual, jugando y riéndose. Al llegar escucharon mucho más bullicio que cuando se fueron.