𝑪𝒉𝒂𝒏𝒈𝒆 𝒀𝒐𝒖𝒓 𝑻𝒊𝒄𝒌𝒆𝒕

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-Jᴜɴᴋʏᴜ x Mᴀsʜɪʜᴏ
-Rᴏᴍᴀɴᴄᴇ

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Mashiho veía a Junkyu vestirse con un puchero en el rostro y envuelto en su edredón.

-¿Enserio tienes que irte?-Le preguntó.

El coreano se giró y le sonrió dulcemente, terminó de abrocharse el pantalón y se acercó al japones.

-Tengo obligaciones que cumplir Mashi, te dije que vendría solo por un par de días.-Habló sentándose en frente de Mashiho y acariciando su mejilla.

-¿No podrías quedarte el fin de semana incluido? Vamos Kyu, conseguí que me dieran libre este fin de semana para estar juntos.-Trató de convencerlo el japones.-Déjame cambiar tu billete de vuelta.-Añadió poniendo la misma mirada que el gato con botas en Shreck.

Junkyu soltó una carcajada y se levantó de la cama suspirando, miro su maleta a medio hacer y al más joven.

-Haré una llamada a ver que me dicen.-Dijo mostrando su teléfono y saliendo de la habitación mientras el japones festejaba a viva voz.

Junkyu y Mashiho se habían conocido en julio de hacía un año, aunque se tenían vistos de lejos desde hacia otro más; el julio más importante en sus carreras profesionales: Los Juegos Olímpicos.

El coreano, graduado hacia dos años en periodismo, había sido seleccionado para ser parte del equipo de periodismo de Corea del Sur, más específico, él estaba en el equipo encargado de cubrir los torneos y finales de las modalidades de gimnasia.

Mientras que, el japones, estudiante de ingeniería, pero con una carrera y palmarés en el mundo deportivo ejemplar, había sido seleccionado como parte del equipo masculino representante de Japón en la modalidad de gimnasia artística.

Su primer intercambio de palabras tuvo lugar a mediados de la competición, cuando Junkyu quería una chocolatina y la máquina expendedora no quería dársela.

-Lamento decirte que si quieres esa chocolatina deberás comprar otra.-Le dijo Mashiho cuando lo vio luchar contra la máquina, le resultaba divertido ver a alguien semejante a un palito, alto y flaco, pelear contra algo que debía pesar cien veces más que él.

-No importa, no tengo otro billete.-Dijo el coreano rindiéndose y mirando la hora.-Además, ya debo volver para la segunda ronda de clasificación.-Añadió.

-Ten.-Mashiho le entregó un billete y le sonrió.

-No puedo aceptarlo...-Murmuró Junkyu avergonzado.

-Tranquilo, ya me lo recompensarás.-Dijo Mashiho acercándose a él y colocando el billete en la mano de Junkyu.-Nos vemos.-Se despidió.

Y Mashiho realmente dijo lo que dijo por decirlo, pero al día siguiente, frente a su habitación en la villa olímpica, se encontró con una adorable cesta de distintos dulces y una nota: "Pude sacar la chocolatina, mucha gracias <3 Kyu".

Aquello llevó a que comenzaran a enviarse notas más seguido, acabando por preguntar por sus teléfonos y hablando por ellos cada día.

Incluso cuando Junkyu tuvo que regresar a Seúl, ellos continuaron hablando.

Su relación había sido así desde el principio, dos chicos que contaban cosas el uno al otro, hasta que Junkyu tuvo la oportunidad de ir a Tokio de nuevo.

Allí su relación dio algunos pasos más: abrazos, rozadas de manos, confesiones y algunos besos, fueron las cosas que hicieron que Junkyu y Mashiho llevaran su relación a otro nivel.

Y así fue como ambos chicos pasaron a no solo hablar por chat cada vez que podían, si no a verse en persona siempre que tuvieran un hueco.

A ambos les daba bastante igual si se conocía que estaban de pareja, pero tampoco se lo habían dicho a nadie, como si de un secreto a voces se tratase.

𝑇𝑟𝑒𝑎𝑠𝑢𝑟𝑒 𝐼𝑛 𝐿𝑜𝑣𝑒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora