𝑇𝑟𝑒𝑎𝑠𝑢𝑟𝑒 𝐼𝑛 𝐿𝑜𝑣𝑒

𝑯𝒖𝒓𝒕 𝑹𝒐𝒂𝒅

DISCLAIMER: El siguiente fic habla sobre una enfermedad mental muy común hoy día. Si te sientes identificado con alguna de las dos partes del fanfic te invito a que hables con tu familiar de confianza para que te pueda ayudar. Mis MDs también están abiertos por si desean hablar. Y siempre recuerden que merece la pena vivir. 

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-Hᴀʀᴜᴛᴏ x Jᴜɴɢʜᴡᴀɴ
-Rᴏᴍᴀɴᴄᴇ

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Volvió a recorrer con la mirada el lugar, se lo sabía casi de memoria, pero no quería mirar directamente a la mujer delante suyo; las paredes blancas con un par de réplicas de cuadros de algún pintor francés que nadie conocía, unas cortinas azules marino muy feas y la puerta marrón, sosa, fea.

-Nos vemos la semana que viene Junghwan, ¿de acuerdo?-El joven asintió a la par que agarraba la cita de la próxima semana y el justificante de esta.-Recuerda trata de descansar, haz los ejercicios que te dí ¿Sí? Oh, y no olvides la lista de las razones.

Junghwan asintió una vez mas y se dirigió a esa fea puerta marrón.

-Adiós.

-Adiós Junghwan.

Por fin. Libre.

-Hey, hoy no has salido llorando, eso es bueno.-Hablaron delante suyo.

Junghwan guardó las hojas en su mochila y dirigió su vista hacia su novio, Haruto lo miraba con una sonrisa que no le llegaba a los ojos por mucho que intentara.

-Si, bueno, hoy no fue muy intenso.-Habló el menor.

Comenzaron a bajar las escaleras para llegar al vestíbulo y luego salir del hospital.

-Que bueno. ¿Te dio alguna pauta?-Preguntó de nuevo Haruto.

-Me dijo que trate de hacer los ejercicios, que aun no me tome las pastillas y tengo que pensar en razones por las que merece la pena seguir vivo.

-Espero que lo hagas, esto es por tu bien Hwanie.-Comentó Haruto esperando que sus palabras calaran en el menor.

¿Como podían ser tan diferentes aun compartiendo la misma enfermedad?

Junghwan se había apagado por completo, no quería saber nada de nada ni de nadie, apenas aguantaba estar con Haruto, no quería comer, no podía dormir y lo único que quería era agarrar una de las cuchillas de su padre y hacer que acariciara su brazo hasta teñirlo por completo de bordó. Sonaba tan bonito, tan pacifico, en su cabeza.

Haruto solo se apagaba cuando se duchaba y aprovechaba a llorar todo lo que retenía durante el día, se decía que debía ser fuerte por Junghwan, que debía estar bien para ayudar al menor; comía demasiado todo el rato, solo quería dormir y podía llegar a estarse todo el día en la cama esperando a ver si ya llegaba su muerte, pero luego recordaba a su Hwanie y que no podía, no debía, dejarlo solo y lo único que quiera era volver a sonreír como cuando tenía doce años, quería volver a ser feliz.

-Intentaré.-Murmuró Junghwan. Ambos sabían que no haría nada, el realmente no quería ir a psiquiatría, él quería desaparecer.

Haruto tuvo que parpadear mucho para disipar las lagrimas que amenazaban con salir, no se mostraría débil con quien se suponía que debía ser el fuerte de los dos.

No hablaron más, debían ir al instituto y tratar de luchar contra los impulsos de llorar y quererse tirar desde el ultimo piso.

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