Silvia- ¿Cómo sabes dónde vivo?
Cristian- Denise me dijo... Resulta que es mi vecina.
Abro la ventana y le hago señas para que se acerque.
Silvia- no puedo abrirte la puerta porque está con llave. Mamá se las llevo... ¿Cómo es eso?
Cristian- soy nuevo, me mudé hace unos días. Voy a ir a el mismo colegio que tú.
Silvia- ah ok...
Lo veo de pies a cabeza. En sus manos trae un ramo de flores. Sonrio.
Cristian- oh, cierto, casi lo olvido... Esto es para ti, como un pedido de disculpas.
Silvia- ¿a ti te sacaron de una telenovela o algo así?
Cristian- ¿Por qué?
Silvia- eres raro... Cursi... Y un poco idiota.
El ríe mientras me entrega las flores. Las agarro y luego levanto las cejas esperando a que diga algo.
Silvia- ¿Y bien?
Cristian- Ahh es que quería invitarte un helado porque aún me siento culpable y mal al verte así.
Silvia- Ahorita no puedo pero acepto tu invitación. La fecha está pendiente ¿De acuerdo?
Digo sonriendo, el sonríe y me gusta. Tiene una sonrisa muy bonita con sus dientes perfectos y esos preciosos oyuelos que se le hace en la mejilla.
Cristian- ¿Estás enojada conmigo?
Silvia- perdí la asistencia perfecta.
Cristian- oh, eres una cerebrito.
Silvia- ush... ¿Tú también me dirás así?... Si quieres ser mi amigo no me digas así.
Hago mi mejor cara triste y un puchero con mis labios. El sonríe.
Cristian- perdóname no quise ofenderte.
Silvia- descuida no me importa.
Sonrió y el frunce las cejas. Ambos nos quedamos en silencio y el observa la casa por encima de mi.
Silvia- Oh, disculpa... ¿Quieres agua, jugo?
Cristian- agua está bien.
Silvia- perfecto... Y por cierto, gracias por las flores.
Cristian- mereces eso y mucho más.
Silvia- deja de decir tonterías ¿Quieres?
Rio y voy por su vaso con agua dejándolo en la ventana. Regreso y el está sentado en el marco de la misma.
Silvia- Disculpa por no hacerte pasar pero además de ser un desconocido, no sería bueno que entres cuando mi madre no está. Estamos teniendo una relación bonita y no quiero arruinarlo.
Cristian- pero no haremos nada malo.
Silvia- yo lo sé... Créeme que lo sé. Pero para evitar malos entendidos.
Cristian- entiendo.
Silvia- ¿Faltaste a clases?
Cristian- si... Solo por venir a pedir disculpas.
Silvia- no me eches la culpa a mi.
Cristian- no dije eso.
Silvia- casi... ¿Quieres saber algo?
Cristian- si... Dime.
Silvia- me gustan mucho los chocolates.
Cristian- oh ya entiendí... Debí traer chocolates. Creí que eres de las niñas que no comen por su figura.
Silvia- claro que no... Osea supongo que más adelante pero no me privaré de lo hermoso que es comer de todo.
Cristian- me agrada eso.
Silvia- ¿Ya tienes amigos?
Cristian- no. Ni uno.
Silvia- bueno pues... Me llamo Silvia Navarro, tengo 14 años. Me gusta mucho aprender, lo digo por el colegio, me gusta comer. Y todo lo demás descúbrelo tú.
Cristian- ok... Mi nombre es Cristian de la Fuente, tengo 15 años, Nací en Chile. Mi familia es adinerada, tengo todo lo que deseo, vinimos aquí por negocios y soy muy afortunado con las mujeres.
Silvia- Ash! Eres un engreído... Pero ¿Que más?
Cristian- eso no me hace feliz, padres que se la pasan trabajando, mi hermano mayor en sus cosas, yo solo en mi mundo, ya que en el mundo exterior todos me juzgan por ser diferente.
Silvia- ¿Diferente?
Cristian- si... Exactamente como me dijiste... Raro, cursi y un poco idiota.
Silvia- discúlpame, no era en serio.
Cristian- es extraño que no me ofendiera... Me causó risa viniendo de ti.
Silvia- discúlpame.
Cristian- no te preocupes está todo bien.
Silvia- Entonces tu habitación debe ser como mi casa completa.
Cristian- tampoco exageres.
Silvia- ¿no?... Dime qué no eres un fresa, engreído y odioso.
Cristian- No lo soy... ¿Aceptas ser mi amiga?
Silvia- creo que deberíamos conocernos mejor... Pero si, acepto.
Cristian- quizás te arrepientas un poco pero estoy feliz.
Silvia- No seas pesimista ¿Quieres?
Cristian- ok.
De pronto llega mamá, nos ve y entra rápidamente. Me alejo de la ventana y el se baja de el marco de ella.
Romina- Silvia... Sabes perfecto que no puedes abrirle a nadie.
Silvia- perdón mamá pero el es el chico que me chocó.
Romina- ¿Eres tú?
Cristian- si... Mucho gusto, me llamo Cristian.
Romina- igualmente, mi nombre es Romina y soy la madre de Silvia... ¿Quieres pasar?
Cristian- si no es mucha molestia.
Romina- claro que no, pasa.
Él entró con timidez, cuando entró lo ví. Tiene camisa perfectamente planchada, pantalón en color negro y su cinturón relucía. Sus zapatos brillan de lo bien lustrados que están. Mi madre se da cuenta de la posición social de el chico y lo trata amablemente.
Silvia- Mami... ¿Te puedo decir algo?
Camino mucho mejor que ayer. Aunque todavía me duele mi hombro.
Romina- claro.
Mi mamá me toma de la mano y me lleva a la cocina.
Silvia- ¿mami te fijas la herida?... Es que me pica mucho y pues...
Romina- a ver...
Ella me observa detenidamente y luego va a buscar algo.
Silvia- ¿mamá?
Grito sintiendo que una gota de sangre baja por mi ceja. Confirmo que es sangre cuando toco con mis dedos y al verlos están con manchados.
Cristian- ¿Que necesitas?... Estás sangrando.
Romina- no hay nada para curarte.
Cristian- si quieres te llevo a algún centro de salud.
Romina- No te preocupes voy yo.
Silvia- mamá, estoy bien... Me voy con él. Creo que falta comprar carne para el almuerzo. Tu ve a comprar, yo estaré bien. Te lo prometo.
Cristian- vamos.
Él me toma del brazo, me alejo un poco porque puedo caminar sola. Caminamos hasta una avenida, allí encontramos un taxi y el le indica dónde ir.
Silvia- ¿Por qué me llevas ahí?
Cristian- Estarás bien.
Silvia- es una clínica privada. Me va a salir muy caro.
Cristian- descuida... Hace dos días, me reencontré con mi padrino. Es médico y me dijo que contaba con el para todo.
Silvia- pero y si es de esas personas que no se juntan con los pobres.
Cristian- Silvia... No exageres.
Silvia- bueno... Puede pasar.
Cristian- Él no es así. Además soy responsable de que te pase esto.
Silvia- Fuimos los dos.
Cristian- Bueno... Algo así.
Silvia- ¿Cómo?
Cristian- yo sí te Vi... Solo que quería que me vieras y pues... No lo hiciste y chocamos.
Silvia- Eres un idiota... ¿Sabes cómo lloré anoche por el dolor?
Cristian- perdóname... Te juro que me haré responsable de todo.
Silvia- tampoco exageres, me duele pero no es nada.
Cristian- de todos modos lo haré. Soy tu amigo.
Silvia- tenías razón.
Cristian- ¿En qué?
Silvia- ya me estoy arrepintiendo.
Cristian- te recompensaré.
Cristian paga el taxi, caminamos por un pasillo largo y bajo la cabeza porque mi frente sigue sangrando pero muy poco. Luego una enfermera se acerca y nos dice que no podemos estar allí.
Cristian- Vengo a buscar a el doctor Diego Gutiérrez, estoy seguro que me recibirá.
La enfermera va a preguntar y al regresar nos lleva hasta el consultorio de ese Doctor. Al abrir la puerta levanto mi mirada, el doctor es alto, delgado, sus sonrisa es alegre y sus ojos achinados, sus ojos son marrones.
Diego- Cristian... ¿Sucedió algo?
Cristian- mira... Ella es Silvia.
Diego- La muchacha a quien chocaste.
Cristian- si... Resulta que empezó a sangrar la herida de su frente... Bueno ya te dirá ella. ¿Puedes ayudarme?
Diego- claro... Me esperas afuera Cristian.
El se va y me deja con ese Doctor. El doctor me mira y yo a el.
Diego- Silvia, dime todo lo que pasó. Desde que te chocó hasta ahora.
Le explicó detalladamente todo. El lo escribe en su computadora y luego me dice que me suba a la camilla y me revisa. Mueve mi hombro y me duele. Luego ve mis rodillas y tarda en mi frente.
Diego- Silvia... Hay una complicación en las suturas.
Silvia- ¿Que tienen?
Diego- son dos puntos y están mal realizados.
Silvia- ¿eso es malo?
Diego- ya paso mucho tiempo y pues la cicatriz va a ser muy notoria... Además está infectada.
Silvia- pero... Entonces...
Diego- voy a tratar de hacerlo mejor... Luego te haré una radiografía de tu hombro.
Silvia- todo esto no lo puedo pagar. Mejor déjelo así.
Diego- claro que no... Además lo pagará Cristian.
Silvia- tiene 15 años.
Diego- tiene dinero, no te preocupes.
Silvia- tengo miedo.
Diego- tranquila... Ve conmigo.
Silvia- ¿A dónde?
Diego- a enfermería, allá tengo todo lo necesario.
Al salir Cristian camina con nosotros. Mientras el doctor le explica todo. Tardamos hasta que Diego hace todo lo que me dijo. Dolió un poco pero luego de la anestesia local ya no. Las radiografías dieron que no hay nada fracturado. Solo es dolor muscular y una hinchazón. Me recetó pastillas y una crema para el dolor. Debo regresar a la clínica durante siete días para curar mi herida. Regresamos con Cristian a mi casa a las 15 horas. Allí están mis hermanos y Don Juan.
Silvia- Hola Don Juan.
Juan- Hola Chivi... ¿Todo bien?
Silvia- si. Cristian discúlpame pero quiero ir a acostarme. Explícale a mi mamá.
Cristian- si, no te preocupes y descansa.
Silvia- Muchas gracias y adiós... Don Juan, ¿Me acompaña?
El asiente y va conmigo. Hablamos durante un rato y luego me duermo.Despierto casi de noche, al abrir mis ojos veo a Denise a mi lado con mis cuadernos.
Silvia- ¿Que haces?
Denise- ayudarte... Mañana debes presentar un trabajo practico y lo estoy haciendo.
Silvia- ese no es tu deber... No te molestes por mi.
Denise- no es molestia... Deja de decir tonterías y dime si está bien.
Leo todo lo que hizo, la verdad está perfecto, lo hizo todo.
Silvia- No es justo para ti.
Denise- Hiciste esto y mucho más por mi.
Silvia- lo hice porque te quiero.
Denise- yo lo hice por lo mismo. Además se me antojo un pastel.
Silvia- ¿Un pastel?
Denise- si... De chocolate y lo compré.
Silvia- ¿Es en serio?
Denise- si... Lo compre para todos. Ya es hora de cenar pero tienes que comer algo.
Silvia- si quiero y muchísimas gracias amiga.
La cena se convierte en merienda y Denise se queda a dormir con nosotros. Mamá duerme en mi cama mientras Denu y yo vamos a su cama, que es matrimonial.Al siguiente día nos preparamos para ir al colegio. Trato de no mojar la venda así que debo acudir a la ayuda de mamá. Al salir nos damos cuenta que nos espera Cristian con su chófer.
Silvia- ¿Y tú qué haces aquí?
Cristian- vine por ustedes.
Denise- más por Silvia.
Silvia- cállate Denise...
Jonás- Woow que bonito auto.
Cristian- súbete... Ustedes también.
Silvia- gracias... Pero no.
Denise- discúlpala no sabe lo que dice.
Denise me jala del brazo para que suba, la verdad si lo necesitaba porque llegábamos tarde a clases. Al llegar todos me observaban como si jamás hubiesen visto a alguien que se cayó. Los miro con mi mejor cara seria y ellos me quitan la mirada. En clases me observan y me levanto de mi lugar y me paro frente a ellos.
Silvia- ¿Puedo decir algo?
Maestro- Si señorita Navarro.
Silvia- gracias... Tuve un accidente, me chocaron cuando venía en mi bici y por eso este golpe. Así que ya dejen de mirarme y murmurar tonterías. Parece que jamás vieron a alguien con un golpe... Son ridículos.
Vuelvo a mi lugar y mi mejor amiga sonríe. Luego de eso no me miraron, tampoco dijeron más cosas. Al salir Denise se fue con Jonás y me dejó.
Cristian- Hola Silvia.
Silvia- Hola... ¿Que tal tu primer día?
Cristian- solo mujeres a mi alrededor.
Silvia- Aay cálmate galán.
Cristian- todas niñas huecas.
Silvia- no se habla así de una mujer.
Cristian- ok.
Silvia- aunque lo son.
Cristian- vamos...
Silvia- ¿A dónde?
Cristian- le dije a mi padrino que te llevaría a esta hora todos los días.
Silvia- pero tengo hambre.
Cristian- Luego comemos algo.
Silvia- Yo quiero comer ahora.
Cristian- luego te compraré lo que quieras.
Silvia- es una promesa. ¿Ok?
Cristian- ok.
Cristian y yo vamos en un auto con su chófer. El doctor desinfecta y cambia la venda de mi herida y luego salimos del hospital. Salimos a comer y esa es nuestra rutina durante siete días.
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Mi Salvación Eres Tú
FanfictionUna historia ficticia de Silvia Navarro y Cristian de a Fuente.