Capítulo 26 | "Malos entendidos"

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Nuestro momento paso rápido pero no por eso no lo disfruté. Rei mucho junto a Cristian, hicimos el amor las veces que pudimos, a pesar de mi cicatriz me hizo sentir muy segura y lo olvidé por completo.
Directamente me quedé en el hospital con Juan ya que mis hermanos están con Denise y Jen. Entro a la habitación y lo encuentro muy arreglado pero con los brazos cruzados mirando hacia la puerta.
Silvia- Holaa, ¿Cómo estás?
Juan- ¿Ya viste la hora?
Silvia- si, es más de las 13... ¿Por qué?
Juan- como que "¿por qué?"... Me tenías muy preocupado, no me dijiste que volverías hasta ahorita.
Silvia- se me pasó... Yo...
Juan- trae a Diego y que el venga a pedirme permiso si te va a traer muy tarde. Así no se hacen las cosas niña.
Silvia- perdóname se me pasó...
Juan- Eres una niña... No tienes porqué usar ropa para mujeres grandes.
Silvia- lo siento... No te enojes... Por favor.
Juan- No me hagas esa carita y esos ojitos porque no estoy contento contigo.
Silvia- Perdón... ¿Me perdonas?... Juro que no volverá a pasar.
Juan- pensé que te había pasado algo... Llamé a Diego y él me dijo que te traería pronto.
Silvia- ¿Lo llamaste?... ¿Él hablo contigo?
Juan- si, ya lo regañé... Por suerte contesto el teléfono de su casa, ese niño está muy mal si cree que puede sacarte a altas horas de la noche.
Silvia- Ya no me regañes.
Juan- Dijo que vendría a verme hoy.
Silvia- ¿Hoy?
Juan- ¿Por qué?... No me digas que estás embarazada, eres una niña Silvia.
Silvia- Ay no, por Dios no.
Juan- que bueno... Ahora ve a hacer las tareas.
Silvia- Ok. Pero dime... ¿Ya comiste?
Juan- No.
Silvia- Yo tampoco... Pide algo de almorzar.
Juan- ¿No vas a cocinar?
Silvia- No, ya entendí que estoy castigada.
Juan- ah, sobre la mesita deje el número de Diego, ya le dije que estoy en el hospital porque según tú estoy enfermo.
Silvia- pronto nos iremos, si no tienes nada no tienes porqué temer.
Digo con calma y rogando internamente no llorar. Camino hasta tomar el papel y guardarlo. Me siento frente a el y empiezo a leer unos papeles de un caso nuevo. Paso varios minutos hasta que el se sienta a mi lado.
Juan- a ver... ¿Que es?
El Lee la información y frunce las cejas. Luego me mira extrañado y tengo miedo a que se de cuenta que tiempo paso y ya no soy esa niña.
Silvia- Le dije a la maestra que yo quiero ser...
Juan- ¿Quieres ser abogada?
Silvia- Si. ¿Tú crees que podré lograrlo?
Juan- Si... Tú puedes lograr todo lo que te propongas, con dedicación y mucho esfuerzo. Serás la mejor abogada y modelo del mundo.
Silvia- Gracias. Pienso dejar el modelaje.
Juan- ¿Segura?... Lo que tu decidas estará bien.
Silvia- bueno, ahorraré dinero y luego lo dejaré.
Juan- Serás una abogada muy exitosa.
Silvia- quiero ser como tú.
Juan- Serás mejor que yo.
Silvia- y tú estarás allí para apoyarme.
Juan- siempre estaré a tu lado. Eres lo único que tengo, ya que mi familia no me quiere.
Silvia- sin embargo yo te amo y no quiero que te vayas nunca.
Juan- no me iré... Pero ni con palabras bonitas te libraras de el castigo.
Silvia- lo sé.
Sonrió y luego golpean la puerta. El médico entra con una enfermera y nos deja la comida que el pidió. Luego se van y comemos Juntos. La enfermera entra nuevamente y le da su medicina. Minutos después se queda dormido y regreso a trabajar y a hacer llamadas. De pronto golpean la puerta y pasa él.
Su cabello castaño está más largo de lo común, su piel blanca está bronceada, sus ojos claros brillan al verme, su sonrisa es perfecta, viste de camisa clara y jeans oscuros. Tiene muy buen cuerpo, nada comparado a ese niño que recordaba.
Silvia- ¿Mi Diego?... ¿Eres tú?
Diego- Mi pequeñita... Te extrañé muchísimo.
Corro a sus brazos y pierdo mi nariz en su cuello. Huele delicioso.
Silvia- ya no soy pequeñita.
Diego- siempre lo serás para mí.
Silvia- Te eché de menos mucho tiempo.
Diego- fue difícil separarnos luego de estar años de novios.
Silvia- si. Lloré mucho por tu partida.
Diego- ya sabes, debía hacer lo que mis padres querían. Me sentí tan mal porque no podía comunicarme contigo.
Silvia- ¿Cuando regresaste?
Diego- a España hace un año. Y aquí 6 meses...
Silvia- pero él llamó a tu casa...
Diego- Mi mamá comprendio que algo andaba mal y me marco... Lo respondí a través de mi teléfono móvil. Fue algo raro.
Silvia- creo que no entendí del todo pero no importa. Que lindo verte mi cielo.
Diego- ¿Ahora dime con quién te fugaste anoche?... Porque el regaño me lo llevo yo.
Silvia- pues... Hace poco tiempo estoy enamorada de Cristián. Y somos novios.
Diego- wow genial... Te felicito y te deseo lo mejor. Lo mereces.
Silvia- Y tú... ¿Que haces en México?
Diego- fíjate que me llamaron para hacer una campaña recordando viejos tiempos. La modelo se llama Silvia Navarro... ¿La conoces?
Silvia- pues claro, es hermosa, tienes unos ojazos, buen cuerpo y muy talentosa....
Diego- ¡Ay cálmate!
Dice imitandome, le decía de ese modo cuando éramos unos niños. Caminamos a sentarnos a el sillón y el toma mi mano.
Diego- Ahora cuentantame todo mi amorcito.
Silvia- hace 5 años Juan venía a ver a sus hijos, ellos se aprovecharon eso para encerrarlo en un lugar donde lo mantenían muy drogado. Yo lo busqué por mucho tiempo hasta que decidí venir a México y buscarlo personalmente. Al encontrarlo nos dijeron que le dieron muchos medicamentos muy fuertes y que el no necesitaba. Su hija, no sé que le hizo, no quiere confesar, está presa además, se vengó porque descubrió que Juan tenía un testamento donde yo era la única heredera.
Diego- wow, está loca esa mujer.
Silvia- el doctor, por cierto se llama Diego como tú pero el sí es inteligente.
Diego- (me regaña) Silvia concéntrate.
Silvia- Ok... De apoco le están quitando los medicamentos y no recuerda nada. No hablaba hasta hace poco. Ahora su mente recordó ese tiempo que yo tenía 16 o 17 años. Por eso cree que aún somos novios.
Diego- ¿y tú novio sabe esto?
Silvia- no, ni siquiera sabe que existes.
Diego- ah, que amable.
Silvia- No puedo decirle a Abue que tengo 33 años... No puedo decirle que su hija trato de matarlo en complicidad con su familia. No puedo decirle que me duele verlo así y que no me recuerde por completo.
Diego- que difícil todo esto.
Silvia- ¿Me vas a ayudar?
Diego- si... Tú solo dime qué hacemos y lo hago. Yo te adoro mi amorcito.
Silvia- Gracias amorcito... Aún recuerdas que te decía así. Que boba era.
Diego- ¿eras?... Aún lo eres.
Silvia- No me pelees... Sigues peleador ¿Verdad?
Diego- me gusta hacerte enojar.
Silvia- ¿Tienes novia?
Diego- Si. Viene mañana.
Silvia- ¿habrá problemas con ella?
Diego- le conté de ti, le dije como nos tratamos y ella es una mujer muy segura. No tendremos problema. Además le dije que quizás ya tenías novio, o marido.
Silvia- no me cases.
Diego- Silvia es un ser libre.
Silvia- exactamente.
Diego- yo estoy muy seguro de que te vas a casar con... Cristian, van a casarse de blanco en la playa con muchos invitados. La luna de miel será por una semana, después tendrán una niña muy bella identica a ti.
Silvia- si sucede eso serás el padrino.
Diego- acepto.
Silvia- creciste por todos lados eh.
Diego- tu también... Vaya que crecieron.
Silvia- tonto.
Le doy un empujón mientras reímos, luego seguimos hablando hasta que él comienza a pelearme nuevamente y me empuja.
Juan- oye, cuidadito con dañar a mi niña.
Diego- oh, perdón señor.
Juan- así que... Necesito hablar contigo.
Silvia- prepárate para ser regañado.
Juan- ¿Silvia nos esperas afuera?
Silvia- oh que lindo, me echas.
Juan- Quiero hablar con Diego y dejarle claro las cosas.
Silvia- Si, él no quería que venga. Le insistí pero no quería.
Diego- ¡Silvia!
Silvia- lo siento.
Rio y me salgo de la habitación. Llevo horas aquí y creo que tengo quedarme con Juan. Llamo a Cristian y el responde inmediatamente.
Silvia- Amor... Hoy no llegaré a casa y bueno, mis hermanos están con Jen y Denise. Estoy en el hospital.
Cristian- entonces espérame que voy enseguida.
Silvia- no, es mejor que no vengas. Juan no te conoce y aún no podemos decirle.
Cristian- ok. Nos veremos mañana.
Silvia- voy a almorzar a casa y nos vemos allá.
Cristian- te amo.
Silvia- te amo más.
Espero otros minutos más y envío textos a mis hermanos. Luego Diego sale de la habitación con un gesto serio. Se pone a mi lado y recarga su cabeza en la pared.
Diego- me sentí con 17 años nuevamente. Aquella vez que nos escapamos del colegio para...
Silvia- ¿Te regaño?
Diego- si, igual o peor que aquella vez. Le dije que nos cuidamos.
Silvia- tonto...
Diego- el está seguro que lo hicimos.
Silvia- Que chiquillos calenturientos éramos.
Diego- todas esas escapadas.
Silvia- (río) Que vergüenza con tus padres.
Diego- ¿Recuerdas la fiesta de mis 18?
Silvia- ¡Si!... El baño de tu casa con todos los invitados afuera.
Diego- tus gritos.
Silvia- (río) No se cómo no quede embarazada.
Diego- ¿Por qué hablamos de esto?
Silvia- no sé... Es bueno recordar y poder reírnos sin sentir tensión.
Diego- desde ya quiero que sepas que lo nuestro fue hermoso pero que estoy muy enamorado de Kendra, mi novia.
Silvia- es bueno saberlo porque yo estoy muy enamorada de Cristian. Creo que ya no quiero separarme de él.
Diego- me pasa lo mismo con Kendra. Además estamos intentando tener un bebé.
Silvia- wow que gran noticia mi amorcito... Ojalá ese bebé llegué pronto.
Diego- ojalá. Gracias amorcito... Ya me tengo que ir.
Silvia- Oye... Gracias por venir.
Diego- quiero que mantengamos está buena relación.
Silvia- somos amigos y lo vamos a ser a pesar de todo. Siempre estabas para mí. Por ti aprendí muchas cosas, tanto buenas como malas y en el ámbito sexual también. Estoy muy agradecida contigo.
Diego- oh, eres la misma niña cursi de siempre.
Silvia- No lo soy pero...
Diego- lo eres y ya.
Silvia- vete ya.
Diego- ok. Llámame si me necesitas amorcito.
Se acerca a darme un beso en la mejilla y se aleja caminando.
Silvia- te llamaré mi amorcito. Te ves muy guapo.
Rio al ver que camina sexi y luego casi se va corriendo. Volteo para entrar a la habitación pero veo a Cristian con los brazos cruzados.
Cristian- ¿Que significa esto Silvia?

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