Pasan horas dónde veo a las personas entrar y salir de el hospital. Mis ojos arden pero aún sigo llorando, no puedo asimilar que no veré más a mi madre, que no me abrazará. No sé cómo voy a decirles esto a mis hermanitos.
Silvia- Don Juan... ¿Puede decirle lo que sucedió a Don Ramiro?... Yo no podré.
Mi voz se quiebra nuevamente y él me abraza. Besa mi frente y se aleja de mi. Miro el techo cuando pasa el doctor cerca.
Doctor- ya están todos los papeles niña.
Silvia- ¿ya me la puedo llevar?
Doctor- si.
Asiento con mi cabeza y el se va. No tengo idea de que se hace en estos casos pero por suerte está Don Juan. El hace todo por mi y luego regresamos a casa. Quiero terminar todo esto cuanto antes, duele, jamás imaginé que pasaría esto. Jamás me imaginé vivir este dolor y que doliera intensamente.
Don Juan me mira de vez en cuando, vamos en un taxi mientras los de la funeraria preparan todo.
Silvia- pensé que volvería con mi mamá... Sé que me queje mucho de ella pero yo la amo y la quiero conmigo.
Juan- ella lo sabe... Ella los ama.
Silvia- Me duele mucho y no puedo ser fuerte. ¿Cómo se los diré a mis hermanos sin llorar?
Juan- no tienes que hacerte la fuerte... Pasar por este dolor es horrible pero lo tienes que sacar para afuera. No va a dejar de doler pero te ayudará un poco.
Silvia- Si no fuera por usted estaría perdida.
Juan- yo te adoro mi niña.
Silvia- No me deje ¿Si?
Juan- No te dejaré Silvia. Así como tú me acompañaste en mis peores dolores, yo estaré y no para devolverte el favor sino para que no te quedes en ese dolor.
Silvia- gracias... No se que haré con mi vida, mis hermanos... Yo no podré.
Lloro hipando al hablar, el se queda en silencio y se que algo pasa por su cabeza pero no me lo dice.
Silvia- Lo sé.
Juan- ¿Que sabes?
Silvia- lo que piensa... Lo conozco perfecto y yo lo pensé. Estoy pensando en absolutamente todo y en cualquier momento mi cabeza va a estallar.
Juan- ¿A qué te refieres?
Silvia- somos menores de edad y no teníamos más que a mi mamá. Vendrán por nosotros y lo más probable es que me separen de mis hermanos... Yo sé que vendrán y nos llevarán. Me alejaran de ellos y de usted. Y no quiero que eso pasé.
Mi llanto se intensifica, mi cuerpo se sacude por espasmo de mi llanto, siento un nudo en mi garganta que no se me pasa.
Juan- Yo voy a hacer algo con respecto a eso.
Silvia- ¿Que hará?
Juan- luego te explico.
Silvia- ¿Lo Promete?
Juan- lo prometo Chivi.
Silvia- Gracias.
Al llegar vamos a casa de don Ramiro. Don Juan se va y me quedo con mis hermanos. Jonás me llena de preguntas y no hago más que mentir. Juego con ellos y luego se duermen. Es cuando lloro una vez más y recuerdo la sonrisa de mi madre. Aquellos momentos dónde Cristian y yo actuamos una obra de teatro para ellos. Aquellas veces dónde hacemos karaoke, dónde bailamos, ella sacaba a bailar a Cristian y ambos reían porque se pasaban los pies todo el tiempo. Esos recuerdos me duelen.
Jonás- ¿Chivi?
Me llama mi hermano, el no puede verme, limpio mis lágrimas y trato de respirar mejor.
Silvia- ¿Que pasa precioso?
Jonás- es que no podemos dormir.
Me levanto y veo que Matías está tomado de su mano. Hago espacio para ellos y ambos se acercan.
Silvia- vengan... A lo mejor estando juntos podemos sentirnos mejor.
Ellos de acuestan a mi lado y Matías acaricia mi cabello con suavidad. Jonás me observa hasta que se anima a preguntar.
Jonás- Pasó algo malo malo ¿verdad?... Dime, por más doloroso que sea. No me mientas.
Silvia- (suspiro triste) Mamá tenía dolores intensos en el abdomen y la operaron... Después de la operación se complicó y ella... Hermanitos, mamá se fue al cielo.
Jonás empezó a llorar mientas Matías nos miraba a ambos sin comprender pero al vernos mal empezó a llorar.
Jonás- ¿Mamá murió?
Silvia- Si... No sabes cómo me duele decirles esto, ojalá todo sea una pesadilla pero no lo es.
Mis lágrimas caen nuevamente y abrazo a Matías que se recuesta en mi pecho. Jonás se acerca y también me abraza.
Jonás- La extraño mucho.
Silvia- yo también. La última vez que la vi me sonrió.
Jonás- ¿Que vamos a hacer sin ella?
Silvia- no lo sé... Tengo mucho miedo pero tenemos que estar juntos.
Jonás- No entiendo porque se murió... Yo quiero verla, aunque esté dormida.
Silvia- Mañana iremos a casa y la despediremos.
Jonás- No tengo que llorar.
Silvia- si sientes ganas de llorar, hazlo.
Jonás empezó a llorar, mis ojos y mi cuerpo no soportan llorar más pero no puedo detenerme. El llora un largo rato hasta que se queda dormido abrazándome mientras Matías también duerme sobre mi pecho. Mis ojos se cierran involuntariamente y minutos después me quedo dormida.Al día siguiente todo es muy difícil, ver a mamá en ese ataúd, ver a Jonás totalmente destrozado y el verme a mi así es doloroso, ambos no queremos separarnos de ella pero lo hacemos con mucha dificultad. Matías de queda con una vecina porque no queremos llevarlo a un lugar así, el es muy chiquito aún.
Finalmente nos quedamos solo Jonás, Don Juan y yo. El se aleja mientras Jonas me abraza por la cintura.
Jonás- mamá te prometo que no le daré problemas a Silvia, tu dijiste que hay que cuidarla porque ella es la princesa de la casa y lo haré. Te prometo que cuidaré de ella y la ayudaré en todo. Solo quiero que ella se quede para siempre junto a mi y Matías. ¿Lo prometes mami?
Hacemos silencio mientras me aferró más a mi hermano. Silvia- No bajaré los brazos, siento que no voy a poder pero... Siempre te admiré y seré como tú. Te amo mami.
Jonás- Te amo mami, siempre estarán en mi corazón. Matías también te ama.
Ya de noche volvemos a casa y Don Juan se queda con nosotros.Al siguiente día llega una trabajadora social a hacernos preguntas y con todo lo que le decimos ella volverá para llevarnos si no aparece alguien pronto. Jonás llora y Matías también. Mis lágrimas caen y no sé que hacer.
Juan- Agarren sus cosas. Todo lo importante.
Silvia- ¿Que?... No pensara llevarnos con ellos. Usted no.
Lloro olvidándome de ser fuerte frente a mis hermanitos. Don Juan se acerca a la ventana y vuelve a mirarnos.
Juan- No dejaré que se los lleven y los separen. Nos vamos a otro país donde nadie nos moleste por un tiempo largo.
Jonás- ¿y mamá?
Juan- ella estará donde ustedes estén. Ella los cuida.
Silvia- ¿Y si se mete en problemas?
Juan- Ya adelante unas cosas... Vamos ahora o nunca.
Silvia- ¿Jonás?
Jonás- tengo miedo.
Silvia- yo también... Pero lo intentemos.
Jonás- es malo todo esto... Pero, vamos.
Silvia- bien. Ayúdame con tu ropa y tus documentos.
Rápidamente voy a hacer las maletas de Matías y la mia. Jonas prepara la suya y tardamos varios minutos pero lo logramos. Guardamos todo en el auto de Don Juan y antes de irme agarró los ahorros de mamá como también su foto.
Silvia- Adiós.
Dijo a esa pequeña casa que nos vio crecer. Subimos al auto y vemos una maleta pequeña junto a Juan.
Silvia- ¿solo llevarás eso?
Juan- no, aquí están los papeles y demás.
Silvia- ¿Y su casa?
Juan- hace un tiempo la vendí, pensaba tomarme unas largas vacaciones.
Silvia- ¿Y su familia?
Juan- ellos están bien sin mi. Y lo sabes.
Silvia- Ellos se pierden de pasar el tiempo con un hombre tan bueno como usted.
Juan- eres muy importante para mí. Eres mi familia y ustedes también lo serán.
Jonás- gracias por lo que está haciendo por nosotros.
Nos quedamos en silencio hasta llegar a el aeropuerto. Ahora pienso que no pude avisarle a Denise y a Cristian.
Corremos hasta llegar a nuestro número de vuelo, con temor pasamos todos los controles, se suponía que debían tener el permiso de nuestros padres pero Juan dijo que era nuestro abuelo. No presté demasiada atención por pensar en todo lo que dejamos aquí. Pasan 10 minutos y por fin estamos en el avión, por un momento pienso que nos encontrarán y que nos llevarán a los cuatro pero el avión despega. Nos alejamos demasiado de la cuidad, así como también de mis amigos.
Silvia- No me despedí de Don Ramiro, de Inés... De doña Rosa.
Juan- le expliqué algo a Ramiro, no estuvo de acuerdo pero lo llamaremos luego.
Silvia- está bien. ¿Usted está bien?
Juan- si... Duele pensar que nadie me va a extrañar.
Jonás- como usted dijo. Ahora somos familia. Mamá nos cuidará.
Luego de que dijo eso nos quedamos en silencio, Jonás está sentado junto a Don Juan mientras Matías está junto a mi. Lo veo y me sonríe. Lo abrazo y el se aferra a mi.
Silvia- Todo estará bien corazón. Nada nos faltará, voy a amarte tanto como lo haría mamá.
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Mi Salvación Eres Tú
FanfictionUna historia ficticia de Silvia Navarro y Cristian de a Fuente.