Regresar a casa y que no me reciban con ese "¡Mami!" que resuena por toda la casa, me pone muy triste. Ni siquiera está Nina, porque ya había hablado con ella diciéndole que estaba la posibilidad de que Diego se mude y yo necesitaba que ella se vaya con él. Nina es una mujer solitaria, tiene hijos pero ya son grandes y mis hijos se volvieron como su familia. Confío plenamente en ella.
Dejo mi bolso en el sillón y camino hasta mi habitación pensando en Diego, en mis hijos, en mi familia.
Silvia- aay abue... Dame las fuerzas que necesito para enfrentar esto.
Mis lágrimas caen, me pongo de costado y mi mirada se posa en la foto donde está mi familia. Sonrió al ver a mis hijos, luego observo a un muy sonriente Diego.
Silvia- No me arrepiento de nada pero... Que va a pasar, Cristian y yo no somos nada pero quería intentar estar con el, pero esto que está sucediendo nos separa más. En cambio a nosotros nos une más, bueno, por los niños. Yo te adoro, yo estoy muy agradecida contigo, siempre lo estaré... Perdóname por favor.
Lloro por un largo tiempo, el sueño me invade y cierro mis ojos totalmente cansada. De pronto Recibo un llamado, al ver en la pantalla veo el nombre de "Señor Héctor". Pongo el teléfono en mi oreja sin abrir los ojos. Con voz cansada hablo.
Silvia- Hola... ¿Pasó algo?
Héctor- perdón si te interrumpí.
Silvia- no se preocupe... Dígame.
Héctor- evité dercirles algo muy importante.
Silvia- dígame... Lo escucho.
Héctor- mis padres no podían tener hijos o al menos les estaba costando, por eso me adoptaron, 5 años más tarde mamá quedó embarazada y nació Juan, fue un milagro. Ellos jamás hicieron diferencias pero con la separación en mi mente creía que Juan era el favorito porque el sí era hijo de mis papás. Tuve mucho rencor y ahora que me enteré de la muerte de Juan, a mi mente llegan todos los momentos dónde lo trate mal.
Silvia- entonces fue adoptado.
Héctor- si... Pero no lo sabían más que papá, mamá y yo.
Silvia- lo lamento... Lamento darle esa noticia más que dolorosa.
Héctor- como te dije antes... Gracias por darle amor a Juan. El se merecía eso y mucho más.
Silvia- lo voy a dejar, mañana les digo a Franco y a Francisco.
Héctor- Descansa y cuídate.
Silvia- gracias. ¿ya habló con Cristian?
Héctor- si. Hablé de lo que nos une, osea Juan. También de Ramón y no sé cómo vaya a tomar eso porque Bianca siempre busca la manera de hacerlo hablar.
Silvia- no se preocupe, el no dirá nada. Él es fuerte y ya no se dejará manipular.
Héctor- ¿Tú crees?
Silvia- si. Adiós señor.
Héctor- adiós Silvia.
Dejo el teléfono y busco mi otro teléfono. Lo tengo solo para llamadas con Diego. Lo dejo bajo mi almohada y me duermo.*
Un mes pasó, largos días, sentí que las horas jamás pasaban. Fue muy triste llegar a casa y que mis hijos no estén. Solo hay silencio, no hay risas, gritos, peleas. Los extraño mucho. Diego y yo hablamos por las noches, el está haciendo todo para que los niños no se pongan triste por mi ausencia.
El caso va mejor, tenemos más pruebas, estamos buscando testigos, tenemos algunos solo hay que convencerlos para que hablen.
Cristian y yo estamos distanciados. Por el trabajo, porque aún no hablamos de lo que pasó con Diego y sobre Malena. Estoy pensando irme de viaje solo dos días, necesito ver a mis hijos, no le diré a nadie, solo me iré.
Quedé en verme con Cristian en mi casa, lo espero con una cena. Él llega a la hora esperada, cuando abro la puerta lo miro y está tan guapo como siempre.
Silvia- Hola Cristian, pasa... ¿Quieres algo de tomar?
Cristian- Hola... Si, agua.
Silvia- Ok.
Cristian entra, me sigue hasta la cocina. Mientras le sirvo agua le indico que se siente en la mesa que ya está preparada para la cena. Le entrego el vaso y sirvo la comida.
Silvia- ¿Cómo están las cosas?
Cristian- Bianca se alejó un poco pero no sé... Es raro. De todos modos estoy alerta. No dejé que vuelva a entrar a casa... Ella me dijo que sus padres están muy enojados porque las cosas se están complicando.
Silvia- supongo que ya se enteraron lo que estamos haciendo. Yo la Vi a Bianca con su madre, me amenazaron, especialmente su madre. Bianca estaba muy callada y con su mirada en el piso mientras su madre hablaba.
Cristian- me dijo alguna vez que su madre no la deja opinar de nada, es muy intensa y ella a veces tiene miedo de lo que pueda hacer.
Silvia- ¿Por qué no me dijiste?
Cristian- porque no lo sentí importante.
Silvia- todo es importante, por más insignificante que parezca.
Cristian- si logro recordar algo más te lo aviso.
Comemos en silencio hasta que terminamos. Me sirvo vino y lo bebo de un solo sorbo. El me observa sorprendido.
Silvia- tenemos que hablar.
Cristian- esa frase no es buena.
Silvia- escúchame... Pero antes quiero decirte que estoy muy orgullosa de tu recuperación, estás en muy buen camino. No lo pierdas.
Cristian- Dime de lo que tengas que decirme.
Silvia- Hace un mes hice el amor con Diego.
Cristian- ¿Osea que me engañaste?
Silvia- yo sé que dijimos que lo intentariamos pero nada volvió a ser como antes, no va a ser como antes si lo único que tenemos en la cabeza es hacer pagar a Bianca, porque ella nos sigue haciendo daño junto a su familia.
Cristian- eso no es justificación Silvia.
Silvia- lo sé...
Cristian se levanta y camina de un lado a otro. Luego me mira con furia.
Cristian- eres...
Silvia- a ver... No tienes que ponerte así porque el primero que me engañó fuiste tú
Cristian- eso fue hace mucho Silvia. Olvídalo ya.
Silvia- con la diferencia de que éramos novios y estábamos muy bien. Ahora no somos nada... Hablamos, dijimos cosas hermosas, hubo besos y todo fue tan hermoso pero duró solo ese día. Hicimos promesas que no podemos cumplir, no ahora.
Cristian- aún me reprochas... ¿Quedé va a pasar con lo que planeamos o con lo que sea que pretendes hacer?
Silvia- eso sigue igual, debemos salvar a nuestra familia. Debemos ser profesionales.
Cristian- yo estoy de acuerdo... Pero quiero ver a mi hija.
Silvia- Malena no es tu hija.
Cristian- claro que lo es...
Silvia- confundiste las cosas... Malena es hija de Diego y Kendra. Kendra quería que crié a la niña y le diga que soy su mamá. Dante es mi hijo...
Cristian- Dante es mi hijo... Entonces, ¿El lo sabe?
Silvia- si, lo sabe perfecto. Pero el ya tiene un papá y es Diego.
Cristian- su papá soy Yo... No él.
Silvia- Dante no quiere saber de ti. Yo no voy a obligarlo a qué te quiera ver o hablar... El no quiere y respeto su decisión.
Cristian- ¿pero que hay de mi?
Silvia- No te tengo que recordar tus palabras, ahora te pido que sepas esperar... Acepta que Dante no quiere verte, quizás después cambie las cosas o quizás no.
Cristian- No lo pongas en mi contra.
Silvia- sigues siendo el mismo de aquel tiempo... ¿Acaso no me conoces?
Me levanto y camino hasta quedar frente a el. Lloro y todo esto me desespera. Me duele que todo sea así.
Silvia- todo va a ser igual, mejor dejemos pasar tiempo. Pensemos bien las cosas porque nos vamos a lastimar más.
Cristian- ¿Y nuestro amor?
Silvia- a lo mejor cuando todo esto acabe nos volvemos a dar una oportunidad... Quizás me enamores aún más. Pero ahora nos estamos lastimando.
Cristián- yo te amo.
Me alejo de el y camino hasta la puerta de salida, el baja la mirada y sale sin mirarme. Cierro la puerta y lloro.
Silvia- ¿Que estoy haciendo?
*Estoy pasando unas horas super lindas a lado de mis hijos, ellos están súper amorosos conmigo y eso me hace feliz. Los llenó de besos y abrazos mientras ellos rien. El día fue demaciado rápido, pero ellos duermen a mi lado ante la atenta mirada de Diego.
Silvia- Oye... Necesitamos hablar.
Diego- lo sé... Yo no quiero decir que fue un error pero...
Silvia- ¿Tú crees que fue un error?
Diego- fue hermoso, pero yo te amo como amiga... Pero confundimos las cosas.
Silvia- que bueno que sientas eso porque yo siento lo mismo. ¿Me perdonas?
Diego- Ambos tenemos culpa... Me gustaste hace muchos años, te amé mucho pero eso ya pasó. Yo a la que amé con todo mi ser fue a Kendra, era la mujer de mis sueños y me siento mal con ella apesar de lo que nos dijo.
Silvia- ella quería que estemos juntos... Pero tienes razón, ella no se merecía algo así. No va a volver a pasar.
Diego- Por eso quiero que mantengamos la distancia.
Silvia- ¿Cómo?
Diego- Ya no podemos dormir juntos, hablamos por las noches pero en la cocina o en la biblioteca.
Silvia- estoy de acuerdo.
Diego- ok... ¿Como van las cosas con Cristian?
Silvia- no hay nada entre nosotros... Solo estamos trabajando por todo lo que te conté por teléfono.
Diego- entiendo.... ¿Cómo te sientes?
Silvia- me hacen mucha falta... Pero necesito terminar con todo esto.
Diego- Mantente fuerte como hasta ahora... Tú puedes.
Silvia- no quiero estar lejos de mis hijos.
Diego- Iremos contigo.
Silvia- si es necesario contrato seguridad... No los dejo solos ni un minuto pero los necesito.
Diego- ¿Entonces volvemos?
Silvia- si.
Sonrió mientras Diego también lo hace. Esa noche duermo muy bien, como hace mucho no lo hacía.
Pasamos otro día muy divertidos, llenos de abrazos y cosas lindas. Los niños están felices de poder volver a casa y que vamos a estar juntos.
Antes de ir a al aeropuerto recibo una llamada de Francisco.
Silvia- Francis... ¿Cómo estás?
Francisco- Una vecina de tu barrio será testigo, ella vio como Bianca entraba a tu habitación desde la ventana. Luego un empleado del club que vio como Bianca estaba cerca de ese caballo dónde te subiste. También la enfermera... Apareció.
Silvia- Que buena noticia... ¿Dónde está?
Francisco- ya sabes la tenemos escondida hasta que le toque ir al juzgado.
Silvia- que bien.
Francisco- ¿Cuando vuelves?
Silvia- hoy.
Francisco- genial. ¿Recuerdas la carta?
Silvia- ¿Cuál?
Francisco- la que encontramos en casa de Juan.
Silvia- ahh, si.
Francisco- no la tengo.
Silvia- la tengo yo... Quería leerla antes pero se me olvidó...
Francisco- ¿que dirá?
Silvia- es del padre de Juan... Luego te informo de todo.
Francisco- bien, adiós.
Silvia- adiós.
Dante- ¿trabajo mami?
Silvia- si. Pero vamos.
Tomo la mano de mi hijo preparamos todo para volver.
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Mi Salvación Eres Tú
FanficUna historia ficticia de Silvia Navarro y Cristian de a Fuente.