Capítulo 43 | "Momentos inesperados"

101 8 7
                                    

Holaaa perdón la tardanza, motivos de salud y no tengo demasiada señal por lo tanto no me deja subir, por ahora. Las leo, comenten.

Francisco se acerca a mi, toma la foto y la mira por varios segundos.
Francisco- ¿Cómo sabes que es él?
Silvia- el me dió una foto donde estaba su padre y él... El era un niño de unos 12 años aproximadamente. Lo recuerdo perfecto porque tenía esa misma camisa a cuadros.
Francisco- ¿Héctor y Juan eran hermanos?
Silvia- parece que si... ¿Que esconderán?
Francisco- solo lo sabremos cuando hablemos con ese señor.
Silvia- voy a hablar con el y así hablamos mañana.
Francisco- ok. Voy a tomar fotos de esto.
Silvia- oye... ¿Puedes enviar todo esto a Franco?... Ya sabes, no es bueno que lo envíe yo.
Francisco- está bien... Les daré una copia a mi padre.
Silvia- muy bien.
Continuamos buscando y reunimos algunos papeles. La carta me la quedo yo. Al terminar regresamos a casa y luego nos despedimos. Llamo rápidamente a Héctor el responde mi llamada y hablamos hasta quedar en reunirnos en mi oficina donde también estará Franco en forma virtual. Luego voy a ver a mis hijos, a Diego que aún sigue despierto.
Silvia- Amorcito... Tenemos que hablar.
Diego- lo quieres hacer ¿Verdad?
Silvia- si... Acabo de descubrir que Juan y el papá de Cristian son hermanos. Creo que eso y más cosas tienen que ver con Ramón, el papá de Bianca. Ellos no se detendrán y quiero cuidarte.
Diego- ¿Alejándonos?
Silvia- me duele el alma pero es muy necesario, tengo que detener a esos tres porque no nos dejarán en paz.
Diego- entonces, confío en tí... Me voy y me llevo a los niños.
Silvia- perdóname por favor.
Diego- yo ahora no te entiendo pero confío en que solo haces lo que crees que es mejor para todos.
Silvia- me duele todo esto lo juro.
Diego- lo sé... ¿Entonces Cristian estará a tu lado?... De todos modos no estaré tranquilo.
Silvia- Thiago y Francisco están protegiendome... Ya les hablaré a Jen y a Denu para que no se acerquen a mí por nada... Llamaré a mis hermanos para que no vengan... Y sobre Cristian no sé.
Diego- ¿estarás sola?
Silvia- estaré muy bien.
Diego- ¿Cuando quieres que no vayamos?
Silvia- ahora... Cuánto antes mejor.
Diego- Un mes... Solo un mes.
Silvia- Ok... Ya sabes tienes efectivo allá, ahí tienes la casa, un carro, ropa, juguetes, ya está todo listo... Yo confío en que lo harás bien, te confío a nuestros hijos porque eres el mejor papá del mundo.
Diego- tu eres la mejor madre... Solo mantenme al tanto de todo.
Silvia- si, te llamaré todas las noches.
Diego- Te amo mucho.
Silvia- yo también te amo.
Sin pensarlo un segundo más nos acercamos y nos abrazamos. Ese te amo fue por amor, amor de compañeros, amigos... O eso pensé hasta que nos besamos porque, si. Ambos nos besamos lentamente hasta que nos alejamos de apoco, mis mejillas se sonrojaron y el me miró fijamente.
Silvia- discúlpame por favor.
Diego- no te preocupes está todo bien.
Diego se acerca a mi lentamente con temor, sin saber que hacer pero para su sopresa, y también para la mía, me acerco a el acortando la distancia y nos besamos intensamente. El mundo no existe en este momento, tampoco existe los problemas, no existe nada más que nosotros.
Nos deshacemos de la ropa y nos besamos como si supieramos que no nos veremos por mucho tiempo. Nos entregamos a la pasión de ese momento, solo tengo en mi mente aquellos bonitos recuerdos dónde éramos jóvenes y éramos novios. El siempre fue tan caballeroso, fue amoroso y me cuidó como si yo fuera algo muy delicado que puede romperse.
Los minutos pasan mientras nos besamos y unimos nuestros cuerpos, disfruto de estar entre sus brazos, el me hace suya con temor pero a la vez con dulzura, es como mi primera vez, que justamente fue con él.
Al pasar el tiempo estamos abrazados, estamos exhaustos así que nos quedamos dormidos.
Despierto al escuchar unos ruidos. Lo veo de espaldas a mi preparando sus maletas. Pienso en lo que pasó y no sé si realmente estoy arrepentida, no sé porqué lo hice, solo lo sentí... Estoy muy mal. Me preocupa él, esto no debe confundirnos. Me siento triste pero no sé lo demostraré.
Silvia- Perdón, me quedé dormida.
Diego- no te preocupes preciosa, ya tenemos todo.
Silvia- ¿Tenemos?
Diego- si, los niños están despiertos. Les dije que iremos a cumplir una misión secreta, nadie debe saber dónde estamos porque encontraremos un tesoro y atraparemos a los malos.
Silvia- eres increíble.
Diego- Vístete... Debemos irnos en 10 minutos.
Silvia- Ok... ¿Estás bien?
Diego- si. Bueno, un poco triste porque no nos vamos a ver seguido pero bien. ¿Tú?
Silvia- quiero llorar... No los quiero lejos pero es lo mejor... Los voy a extrañar, los extrañaré muchísimo.
Me visto mientras el termina su maleta y se la lleva. Luego camino encontrando a mis hijos que llegan a abrazarme.
Malena- te vamos a extrañar mami... Pero haremos muy bien nuestro trabajo.
Dante- Cuídate mami... Te amo.
Malena- te amo mami.
Silvia- yo los amo a ustedes, los amo muchísimo... Ahora vayan por su abrigo ambos salen corriendo mientras Diego camina hacia mi y me besa en los labios.
Diego- cuídate, por favor cuídate.
Silvia- lo haré... Lo mismo tú.
Nos abrazamos, luego los niños se unen a nuestro abrazo y salimos hasta subirnos a mi auto. Manejo hasta el aeropuerto, esperamos una hora hasta que por fin ellos se van, me quedo muy triste porque no los quería soltar, pero aquí sufrirían, yo lo sé. Camino hasta mi auto y manejo hasta mi casa llorando. Al llegar me recuesto en la cama de Diego y lloro hasta quedarme dormida.

Mi Salvación Eres Tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora