Capítulo 39 | "Me decepcionaste"

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Llegamos a casa cansadísimos porque luego de cenar fuimos a caminar mientras mirábamos y compramos algunas cosas. Los niños duermen, así que voy a la cocina por un vaso con agua, me sirvo y camino por el pasillo notando la luz encendida en la habitación de Diego. Golpeó y enseguida el grita que pase.
Silvia- Tengo que contarte algo... Que bueno que estás despierto.
Diego- Dime... Pero ven siéntate.
Me siento en su cama, el ya está acostado y me acomodo a su lado pero tomando distancia.
Silvia- cuando fuimos al baño estaba esperando a que Male se termine de lavar las manos, en el pasillo estaba Cristian y nos saludamos luego Malena nos vio abrazados y pensé que se enojaría pero no.
Diego- ¿Por qué estaban abrazados?
Silvia- porque me lo pidió y estaba súper nervioso. No se lo podía negar.
Diego- Aay si tú muy abrazadora.
Diego se burla de mí y yo rodeo mis ojos. Espero a que se termine de reír y continúo.
Silvia- cállate... Bueno, entonces se saludaron muy amables y cuando el se fue Malena me dijo que es como su ángel. Siempre está cerca.
Diego- ¿Cerca? ¿Cómo?
Silvia- yo no sé que haya pasado pero... Creo que el piensa que Malena es su hija.
Diego- ¿Malena te dijo algo más?
Silvia- No, pero quiero que le preguntemos.
Diego- hubo un tiempo en que pasaban más tiempo con su nana.
Silvia- pienso que en ese momento Cristian se acercó más a Malena. Dante no lo quiere ver ni en pintura.
Diego- Pero es su papá.
Silvia- Su papá eres tú y siempre lo vas a ser. Dante decidirá en su momento, no hay que obligarlo a hacer algo que no quiere.
Diego- Está bien. Entonces mañana hablamos con Malena.
Silvia- Tienes que hablar sobre la posibilidad de que en algún momento tú tengas novia. Ella va a pensar igual que Dante o algo más.
Diego- Está bien, aunque por hora no tengo a nadie.
Silvia- ajá.
Diego- es en serio Silvia.
Silvia- lo sé, solo me gusta molestarte.
Me levanto y camino hasta la puerta. Me despido con la mano y voy a mi habitación. Bebo un poco de agua y me recuesto directamente para dormir.

Al día siguiente los niños van a la escuela, Diego y yo al trabajo. Decido llamar a un colega, Franco es un hombre de 53 años, es el mejor abogado de España y otros países, fue un gran maestro para mí porque aprendí muchísimo trabajando con él, lo adoro y el a mi.
Silvia- Hola franco.
Franco- Hola Silvita... ¿Cómo estás?
Silvia- muy bien... ¿Y tú?
Franco- Mucho mejor, ya sabes solo una alergia. Nada grave.
Silvia- que bueno eso... Oye, te llamaba para pedirte ayuda.
Franco- Dime... Yo te ayudo en todo lo que quieras.
Silvia- Por eso te adoro... Pero tengo que advertirte que puede que te traiga problemas, estoy dispuesta a todo con tal de proteger a mi familia.
Franco- wow, es algo grave.
Hablamos durante dos horas, por suerte me adelante a enviarle los papeles que estarán en algunos días en sus manos, él me ayudará y yo también lo ayudaré enviando todo lo que me pida. Tengo que reunir pruebas, papeles y eso no será nada fácil.
Silvia- No puedo confiar en la justicia de aquí.
Digo hablando sola, de repente Oriana entra a mi oficina.
Silvia- Oriana... ¿Cómo estás?
Oriana- Hola señora... Estoy mal.
Silvia- ¿Por qué?... Siéntate.
Ella se sienta y sus manos tiemblan. La observo y espero a que hable ella sola.
Oriana- Una mujer me llamo hace algún tiempo, me pagó para que le mantuviera informada sobre usted.
Silvia- ¿Se llama Bianca?
Oriana- al principio no lo sabía pero hace dos días me enteré de su nombre. Ella es muy malvada señora... Perdóneme por traicionarla de esa manera, yo le dije muchas cosas, le dije sobre sus conversaciones con su novio y con su familia o clientes.
Silvia- ¿Por qué me lo dices hasta ahorita?
Oriana- porque me cegue por el dinero... Trabaje un tiempo con ella, sin saber que ella fue la que me pagó por mantenerla al tanto de usted, me di cuenta que hace cosas sucias.
Silvia- sucias... ¿Cómo que?
Oriana- me va a matar si sabe que estoy aquí.
Silvia- ¿Tienes familia?
Oriana- solo a mi mamá... Por eso tengo miedo.
Silvia- vamos a hacer una cosa. Yo sé que sabes mucho y yo te necesito como también tú a mí.
Oriana- ¿Que quiere que haga?
Explico cada detalle de lo que tiene que hacer, ella duda pero termina haciéndome caso. Cuando llega la persona de mi confianza ella se va y me quedo pensando en lo que me dijo. Luego llamo a Franco y le cuento todo, además de mi plan nuevo.
Franco- está bien Silvia... Yo creo que es lo mejor por ahora. Yo me encargo de que nadie los ubique.
Silvia- gracias por molestarte.
Franco- No es una molestia. Gracias por confiar en mi.
Silvia- eres el mejor.
Franco- Bueno, es mejor que te compres un teléfono que sea imposible de rastrear, yo compraré uno también.
Silvia- Ok... Llamaré a tu hija desde el número nuevo.
Franco- perfecto.
Silvia- adiós y gracias.
Franco- agradecerme cuando hayamos ganado el caso.
Silvia- está bien.
Corto la llamada y suspiro agotada por lo difícil que serán las cosas. Bianca tiene poder gracias a su familia, tiene un poder muy pesado.
Silvia- No sé si pueda... No podré.
Bajo la mirada y mis labios forman una curva hacia abajo. Luego me espanto al escucharlo.
Cristian- ¿Por qué tienes esa carita de tristeza?
Silvia- ¡Por Dios!... Me asusté.
Cristian- lo siento.
Silvia- Siento que no voy a poder.
Cristian- yo también siento eso. Pero te propongo que estemos juntos, ambos seremos nuestro apoyo.
Silvia- Yo quiero decir que si pero... No puedo olvidar que tú tuviste sexo con Bianca porque así lo quisiste, ella no te obligó. De solo recordarte desnudo sobre ella, haciéndola gemir del placer cuando yo ya tenía a nuestro bebé en mi vientre, me duele mucho.
Mis mejillas se mojan debido a las lágrimas que caen sin parar, un nudo se forma en mi garganta haciendo que me dé espasmos por causa de la intensidad de mi llanto.
Cristian- nada me justifica.
Silvia- No, nada... Estabas disfrutando de hacerla tuya, podrías haber buscado a otra mujer, si es que querías lastimarme... ¿Por qué a ella?... Trató de matarme Cristian.
Cristian- Me arrepiento tanto de eso.
Silvia- ¿Me amabas?
Cristian- si te amaba... Aún te amo Silvia.
Silvia- pues... No sé notó.
Cristian- yo sé... Pero fui un idiota y no sé que hacer para demostrar mi arrepentimiento.
Silvia- yo sé que estás arrepentido pero lo hecho, hecho está y no lo puedes borrar. Tu cuerpo fue de ella cuando aún éramos novios, yo no sé si me pueda olvidar de eso y juro que lo quiero hacer pero tarde o temprano saldrá para reclamarte.
Cristian- yo te amo.
Silvia- Yo también te amo Cristian. Pero no sé si pueda volver a tenerte confianza como antes, siempre sospechare si no me dices que llegarás tarde o si tienes reunión con tus jefes y te tardas.
Cristian- ¿Entonces no estaremos juntos jamás?
Silvia- no lo sé... Juro que no lo sé, estoy muy confundida... No sé que hacer y eso me desespera. Odio esta situación, odio el maldito momento dónde arruinaste nuestro amor por follarte a esa mujer.
Me levanto y empiezo a caminar de un lado a otro llorando cada vez más. Golpeó mis piernas para tratar de calmarme pero no puedo.
Silvia- odio que me hayas enamorado, yo estoy muy enamorada de ti... Pero, odio lo que nos sucedió, estoy muy enojada contigo porque yo pensé que no eras así. Tú eras un caballero, de esos hombres que ya no existen, eras muy cursi y eso yo lo amaba... Pero me desepcionaste. Me desepcionaste mucho mi amor... Pero te Amo y no sé que hacer con este amor que no se quiere salir de mi corazón. No sé que hacer.
Los espasmos son cada vez más fuertes, tengo una crisis de llanto y Cristian se acerca a querer abrazarme. De pronto la respiración se me acelera y los latidos de mi corazón también.
Silvia- No me toques... Vete... Vete de aquí, no te quiero ver.
Cristian- Déjame ayudarte.
Silvia- No... Vete por favor. Vete ya.
Agarró mi teléfono y marco a Diego. El responde rápidamente y con dificultad hablo.
Silvia- Diego ven a mi oficina... Por favor ven.
Corto sin escuchar si me dice algo. Cristian me observa y eso me duele. Yo sé que lo lastima pero él me lastimó más a mi. Supongo que esas palabras las tenía guardadas hace mucho.
Silvia- vete por favor.
Cristian se aleja con lágrimas en los ojos y mis piernas dejan de responderme, caigo de rodillas al piso y lloro como jamás lo hice.
Silvia- Yo no quería que eso sucediera... Porque me lastimaste mi amor.... Yo te amo.
De pronto caigo en los brazos de Diego.

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