Capítulo 4
Hoy por fin me quitarán los puntos, no estoy lista porque habrá una cicatriz producto de una mala sutura que me hicieron. Creo que no quedará una línea fina pero Diego me dijo que me llevaría con una dermatóloga para que me dé algo que no me deje esa horrible cicatriz.
Cristian me espera a la salida del colegio. Me subo a su carro y el chófer nos lleva sin decir nada.
Cristian- mi papá me preguntó dónde estoy todas las tardes.
Silvia- ¿Tú que respondiste?
Cristian- la verdad.
Silvia- ¿se enojó?
Cristian- Pensé que si pero me sorprendió... Me felicitó. ¿Lo puedes creer?
Silvia- me imagino... Supongo que le da mucho orgullo que su hijo sea responsable de sus actos.
Cristian- eso me dijo. La primera vez que me dice algo lindo.
Silvia- que bueno... Disfruta eso.
Cristian- también pensé que se enojaría por meterme a un casa humilde pero no. Me felicitó y me dijo que soy una muy buena persona.
Silvia- que lindo tu papá. Acércate más a él, el dió el primer paso ahora te toca a ti.
Cristian- tienes razón... Cambiando de tema, tienes miedo. ¿Verdad?
Silvia- si.
No decimos nada más hasta que entramos al consultorio. Diego me hace preguntas y luego sin más me quita los puntos. Me observa y eso me pone nerviosa.
Silvia- ¿Tiene un espejo?
Diego- si.
Silvia- quiero ver.
Diego busca el espejo y me lo acerca. Al ver la cicatriz veo que se ve fea pero no es tan grande. Bajo la mirada y Cristian se acerca.
Cristian- Perdóname por favor.
Silvia- no exageres... Si está fea pero va a mejorar.
Diego- exactamente. Ven. Ahora vamos con la dermatóloga.
Silvia- perfecto.
Camino detrás de el, me veo tan pequeñita a su lado. De pronto siento que Cristian toma mi mano. Sonrió y el me regala esa sonrisa suya tan preciosa.
Diego se voltea y ambos nos soltamos y reímos. Tardamos unos minutos mientras la doctora revisa mi cicatriz y me receta una crema. Al salir me despido de Diego y Cristian me lleva a casa.
Silvia- ¿Te quedarás?
Cristian- hoy no. Papá y yo comeremos en casa.
Silvia- Que bien. Ojalá sea muy hermoso y dile lo que sientes. Hazlo ahora que puedes.
Cristian- ok. Adiós. Nos vemos el lunes.
Silvia- ¿El lunes?
Cristian- papá, mi hermano y yo iremos a pasar unos días lejos.
Silvia- ah... Que bien. Creo que me acostumbré a verte todos los días.
Cristian- yo igual... Silvia, yo te quiero mucho. Gracias por ser mi amiga.
Silvia- ¿Te pusiste cursi otra vez?
Cristian- no molestes... Te quiero y nos vemos pronto.
Silvia- yo también te quiero Cristian. Ahora sí puedes abrazarme.
Cristian me abraza y besa mi mejilla. Me besa en la comisura de mi labio y sonrió. Luego camina hasta el auto y lo veo ir. Lo despido desde lejos y el me sonríe y yo a él.Todo este día me quedo con mi familia, jugamos y al final del día leemos un cuento. Mi mamá se siente un poquito mal así que cuidó de ella.
Romina- ¿Puedes llamar a una ambulancia?
Silvia- ¿Que tienes?
Romina- No lo soporto más este dolor en mi abdomen. Es horrible.
Jamás ví a mi madre así. Se retuerce del dolor y llora. Luego se desmaya y supongo que es por dolor. Llamo a una ambulancia que tarda en llegar. Voy a buscar a Don Juan y luego corremos hasta mi casa. Don Ramiro nos ve y nos ayuda llevando a mis hermanos a su casa. Luego llega la ambulancia y se lleva a mi mamá. Don Juan y yo vamos en un taxi, al llegar esperamos horas hasta que nos digan cómo está mi madre.
Silvia- Doctor... ¿Cómo está mi mamá?
Doctor- ella está en terapia intensiva, tenemos que operarla de la vesícula. Se complicó todo.
Silvia- ¿Va a estar bien?
Doctor- esperemos que si.
Pasó toda la noche en el hospital. A primera hora operan a mi madre. La veo un rato y ella habla conmigo normal. Reímos y la abrazo deseando buena suerte. Ella me sonríe y luego ya no la veo más porque se la llevan. Pasan horas dónde el doctor sale y me dice que terminó la operación y que irá a terapia para estar más controlada. Pero de pronto una enfermera grita y todos corren a la habitación donde está mi madre.
Pasan minutos dónde nuevamente sale el médico. No me dice nada, baja la cabeza.
Silvia- ¿Mi madre ya está mejor?
Doctor- lo siento... Ella entro en crisis y su respiración se dificultó y...
Silvia- ¿Y que?... Quiero verla.
Doctor- ella acaba de fallecer... Era muy tarde, dejo pasar mucho tiempo para venir y...
Silvia- quiero ver a mi mamá.
Digo con un hilo de voz, Don Juan me abraza y me aferró a él. Lloro en los brazos de Juan, siento que mi mundo se cayó, no escucharé nunca más la voz de mi madre, no sentiré sus abrazos... No puedo con esta notícia.¿Mi madre muerta?
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Mi Salvación Eres Tú
Fiksi PenggemarUna historia ficticia de Silvia Navarro y Cristian de a Fuente.