Capítulo 31.

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Ya había pasado la mañana y aunque la chica había logrado disfrutar un poco de su cumpleaños, ahora nuevamente se hallaba en la sala de espera del hospital atentas a cualquier noticia de su abuelo mientras ayudaba a su hermana menor a hacer tarea...

-... entonces la raíz cuadrada es aquella cantidad que multiplicada por si misma te da un resultado en específico, aunque hay ocasiones donde el resultado no es perfecto y termina por redondearse a algo más entero que decimal...

-Entiendo, ¿un ejemplo de la raíz cuadrada exacta es la de 9, o sea, 3 por 3 y una irracional o inexacta es la del 2?

-Ajá, justamente así.

-De acuerdo, gracias Bris...

-No es nada Kat, ¿tienes alguna otra duda?...

-Por el momento no, estoy bien, por cierto, mamá te acaba de hablar...

-Oh, voy, ahora regreso...

La de mirada verde se puso de pie y fue directo a donde estaba su madre, encontrándola viendo el televisor...

-¿Qué pasó, mamá?

-Tienes que irte, hay...

-Oh... —dirigió su vista al televisor y vio como sus compañeros peleaban— Entiendo...

-Ten mucho cuidado...

-Si mamá...

-En serio, hija... Trata de estar concentrada...

-Si, descuida... Nada malo va a pasar... Dile a Kat que tuve que ir a checar algo de mi universidad...

-Tranquila, lo haré...

Aseguró antes de comenzar a ir a la salida del hospital, dirigiéndose a un lugar seguro y libre de cámaras donde transformarse e ir con sus compañeros que al verla tomaron un suspiro...

-¡Queen!, —sonrió el chico— ¡que bueno que estás aquí!

-Perdona la tardanza, señor bicho... Estaba indispuesta...

-Comprendo, está bien...

-¿Cuál es el plan?

-¡Sigueme!

El de traje rojo le encargó la pelea a sus compañeros y junto con la rubia, se escondieron detrás de una barda...

-Que bueno que llegaste, prácticamente tenemos todo bajo control, solo necesitamos tu poder para terminar... Y... —la miró con atención en su herida— ¿Tu cabeza está bien?

-Eh... Ah, si... —sonrió levemente con algo de nervios y rascó un poco su cuello— Sólo tuve un día ocupado y me caí...

-Oh... —su mirada por un momento tomó un brillo especial y sonrió con dulzura— Entiendo, no hay problema... Decía que necesitamos tu poder, el villano tiene en su pecho una especie de interruptor que debemos destruir... En cuanto me acerqué a él para rociar su careta con esta lata de pintura, tú harás tu labor, ¿te parece?

-De acuerdo... Vamos...

-Si, vamos... Pero antes... —la tomó de la mano y la acercó a él para abrazarla, sorprendiendo a la rubia cuyas mejillas se ruborizaron— Me alegra que estés aquí...

-Eh... Si... —respondió el abrazo con algo de confusión— ¿Gracias?...

-No es nada... —con cuidado se separó de ella y sonrió— Vamos a terminar con él.

Sin más saltó para ir con el villano bajo la vista de la heroína que suspiró con una sonrisa antes de seguirlo y esperar a su momento para atacar y ahora si, vencer al akumatizado cuyo Akuma pronto fue purificado...

"Brisa Bourgeois".|Segunda parte de "¡Este no es mi cuerpo!"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora