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La Agreste caminó hacia el baño y con lágrimas en los ojos se encerró, sentándose sobre la tapa del inodoro, comenzando a llorar, cosa que sorprendió aun más al pequeño gatito negro que preocupado flotó para ponerse a su lado...

-Brisa, tranquila...

-¿Cómo quieres que me tranquilice, Plagg?... ¿Quién se cree esa señora para venir a joderme más de lo que ya estoy?...

-No le hagas caso, quizá y solo lo dijo por molestar...

-¿Pero por qué hoy?...

-N-No lo sé... Pero trata de calmarte o... ¿Brisa?...

-No puedo... —observó la pequeña mariposa que volaba encima de ella e inmediatamente se quitó su anillo para dárselo al kwami— Ve con papá...

-¿¡Qué!?... ¡No!... ¡Resiste!

-¡Rapi—

Sus palabras callaron en cuanto la mariposa se introdujo dentro de su collar, que fue cuando la criatura voló rápidamente de ahí dirigiéndose hacia la pareja de esposos que hablaban entre sí...

-Adrien... —habló en voz baja, atrayendo la atención del mismo— Pasó algo grave...

-¿Plagg?... —susurró— ¿Y Brisa?...

-Vamos a afuera...

-¿Amor?... Ven conmigo...

Sin permitirle cuestionar nada, la tomó de la mano y ambos salieron de ese lugar y teniendo cuidado de no ser vistos, dejaron salir al kwami, cuya presencia sorprendió y alertó a la Bourgeois...

-Plagg... ¿Por qué traes el anillo?... ¿En dónde está Brisa?...

-Chloé, Brisa acaba de ser akumatizada...

-Oh por Dios... —cubrió su boca con sus manos— No...

-Plagg... ¿Cómo que Brisa fue akumatizada?... ¿Por qué?...

-Lila le dijo cosas negativas sobre tu padre, sobre Chloé y sobre ti...

-¡Esa maldita!... —soltó con furia la rubia— ¿Qué más?...

-Luego les digo lo demás, Brisa me dijo que te diera el anillo a ti, Adrien... —puso el anillo en la palma del mismo— Supongo que era para que esté protegido y para que lo uses contra ella...

-Yo no puedo pelear en contra de mi princesa... —negó con la cabeza— No podría...

-Pues yo si, —dijo decidida la de mirada azul zafiro mientras le quitaba el anillo a su marido— si es necesario que pelee contra ella para que dejen de aprovecharse de lo que siente, lo haré... Además puedo imitar su estilo...

-Pero...

-No hay opciones, cielo...

Ambos pronto comenzaron a escuchar muchos lamentos del interior del lugar y supieron que ya era hora, a lo que la blonda no tardó en transformarse en una copia casi exacta del traje de su hija, agradeciendo la oscuridad de la noche, pues fácilmente podría hacerse pasar por ella sin que alguno de sus compañeros sospechara de su vericidad...

-Wow... Si lograste ser como ella...

-Lo sé... Pero necesito que entres s ver que sucede...

-¿Tendrás todo en control?

-Confía en mi...

-De acuerdo, pero antes...

El mayor volteo a los lados y aprovechando que no había gente, acortó la distancia con su esposa para darle un casto beso y entrar rápidamente al lugar mientras la rubia saltaba a un tejado para sacar su barra e iniciar a tratar de contactar con el de puntos, mientras tanto...

"Brisa Bourgeois".|Segunda parte de "¡Este no es mi cuerpo!"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora