Capítulo 15.

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La mañana comenzó a transcurrir de una forma muy tranquila sin algún incidente hasta llegar la tarde donde la de cabellera rubia ya se encontraba patrullando tratando de no llamar tanto la atención, sin notar que desde la ventana de su habitación la observaba un chico de lentes, el cual pronto fue interrumpido por su padre que irrumpió en su habitación...

-¿Justin?

-¿Uh?... —dejó su vista de la heroína para voltear a ver a su padre— ¿Mande?

-¿Qué hacías?

-Veía el cielo, es un día muy... Azul.

-Lo sé, es por eso que venía por ti...

-Dime...

-¿Quieres salir?... Pensaba en que pudiéramos ir a comer algo o ir a andar en bicicleta...

-Creo que prefiero la comida... Aunque tengo que hablar contigo antes...

-¿Qué pasa, hijo?

-Ahora que los héroes han regresado y los villanos también... ¿No has considerado que sería bueno que me pasaras tu miraculous?...

-No es buena idea, yo fui quien robó el miraculous...

-Podría inventarme algo al respecto...

-Eh... No puedo porque es una gran responsabilidad ser ubicado héroe...

-Bien sabes que yo soy muy responsable... Dime mejor que no me lo quieres dar porque temes a que yo repita tu capítulo, ¿o no?

-Si... —tomó una bocanada de aire— La verdad es de que si... Cuando uno se enamora de alguien, no hay vuelta atrás y yo, como padre, no quisiera que te enamoraras de alguien que probablemente jamás conozcas... Lo único que quiero es de que estés bien siempre...

-Papá, no puedo decirte que enamorarse es errar porque tarde o temprano conoces a alguien que se vuelve en tu todo... Lo que si es errar, es el no pasar página para poder seguir con tu vida... Eso es lo que tú haces... Cierras tu corazón a cualquier mujer que se te acerque por razón de alguien que a estas alturas ya ha de estar feliz al lado de su familia... Tienes que seguir...

-No es sencillo...

-Porque tú quieres que no lo sea... Ya pasaron prácticamente 30 años desde que sucedió eso... Y aunque suene brusco, tus compañeros de combate no tuvieron la culpa de enamorarse el uno del otro, tú mismo has dicho que uno no planea el momento, ni la persona... Su error fue el no advertirte de ello y traicionar tu confianza... Sinceramente... ¿Qué es lo que te duele realmente?... ¿El que ella no te haya podido corresponder o el hecho de que traicionaran tu confianza cuando tu confiaste mucho en ellos?...

El mayor al oír a su hijo simplemente bajó la mirada y ejerció un rostro pensativo con un toque de dolor antes de ver al joven que lo veía en espera de una respuesta...

‹Entonces... ¿A dónde dijiste que querías ir?... ¿A comer o a otro lugar?...›

El de lentes al oír como su progenitor cambiaba de tema, no pudo evitar sentirse mal por haberle hecho aquella pregunta que bien sabía, le había dolido a su padre, por lo cual se limitó a responder...

-Creo que comer estaría bien...

-De acuerdo... Solo tomo mis cosas...

-Si... Yo igual...

-Te espero en el auto...

Lo vio marcharse y suspiró con pesadez; le dolía ver mal a su padre, el cual era un buen hombre, le dolía el hecho de pensar que en algún punto se quedara solo, le dolía pensar en un futuro donde su padre envejeciera tristemente, le dolía la situación de la cual no quería salir pero lo que más le dolía era el hecho de no poder estar de su lado puesto a que sería incorrecto y lo único que haría con eso, sería ayudarlo aún más a sumergirse en aquel mar de tristeza que sentía.

"Brisa Bourgeois".|Segunda parte de "¡Este no es mi cuerpo!"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora