36. Historia

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Ayudé a que la Hermana Alegría terminara de cocinar, Frank nos acompaño todo el tiempo y a mi me molestaba y dolía su presencia.

Servimos a todos los platos y sentí de nuevo la mirada de Frank, todo era extraño, me sentía nervioso, no quería verlo ni nada. Cuando terminamos ayudé a la hermana a lavar, pero Frank se metió y ambos dijeron que me vaya a mi cuarto.

Solo asentí y me fuí a paso rápido a mi habitación, al llegar pude ver unas pequeñas y marchitadas flores. Unas flores azules con espinas rojas...

Estaban sobre mi cama y era muy obvio que fue Frank, recordé el día que nos perdimos y luego pasó todo eso... Dejé de lado las flores y me acosté, miré al techo y pude notar que de este goteban algunas gotitas de agua.

-¡No otra vez!- era raro porque no estaba lloviendo, estaba nublado pero no había lluvia.

Intente taparlas y lo dejé al haberme dado cuenta de que fracase. Me senté en la cama y decidí alistar mis cosas para bañarme, necesitaba un baño.

Mientras tanto, Frank con la hermana Alegría...

-¿Entonces tus padres están bien muchachito?- Esa mujer me miraba enojada, quizá Gerard le debió contar algunas cosas.

-Algo así, no están muertos ni vivos.

-No debiste ir, dejaste a Gee solito y estuvo triste por días.

-Lo sé... Pero quizá pueda volver con él, ¿Usted cree que podría?

-No lo sé corazón, yo no manejo los temas de amor- sonrió, cuando terminamos ella se fue a su habitación y yo a la mía, al entrar noté que Gerard no estaba, ví que había levantado las flores y sentí por un momento que las cosas podrían salir mejor.

Aliste mis cosas para bañarme y me dirigí al baño, necesitaba bañarme.

Frank había entrado a la ducha sin darse cuenta de que Gerard estaba ahí, se había quitado la mitad de la ropa y solo estaba tratando de sacarse sus medias, abrió la cortina de ese lugar y ambos estaban espantados y asombrados.

-¡¿No sabes fijarte?!- ¡¡¡Frank me estaba viendo desnudo!!!

-¡Aaah! ¡¿No sabes cerrarte la puerta?!

-¡Se escucha muy claro que alguien se está bañando! ¡Vetee!- tape mi cuerpo y el salió corriendo del baño, nunca había pasado tal vergüenza en mi vida.

Cuando salí de bañarme pude ver a Frank fuera del baño esperandome.

-¡Al fin sales! Llevo como un año aquí esperandote.

-Aja si, callate- me fuí a mi habitación a cambiarme, estaba molesto con Frank.

Después de cambiarme me salí de la habitación, no quería ver a Frank, fuí a la Biblioteca y todo estaba oscuro, cuando buscaba los libros de fantasía pude notar a mi pequeño hermano sentado en una de las sillas del lugar, su rostro era de un espanto y su color era de un rosado.

-¿Qué pasó Mikey?- dije tranquilo.

-No quiero pero debemos Gee- me abrazó y comenzó a llorar en mi hombro- quiero ser tu hermanito para siempre.

-Mikey... Tú siempre serás mi hermanito.

-¿Pero qué pasará en otra vida?- limpio sus pequeños ojos y se acomodó los lentes.

-Mikey, pequeñin, ¿recuerdas lo que mamá decía?

-¿Qué decía mamá?

-La historia termina solo cuando las cosas se han resuelto y todos son felices para siempre.

Arcoíris «FRERARD»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora