Arcoíris «FRERARD»

21. Niños y dibujos

A la mañana siguiente, Frank y yo despertamos un poco tarde, vino Brendon a despetarnos.

—¡Ustedes dos! Ya levantense, llevo como media hora aquí y siguen dormidos.

—¿Qué? ¿Cuándo?– Frank se levantó muy rápido y frotó sus pequeños ojitos.

—Es muy temprano– dije algo cansado.

—No me importa, tenemos que ir todos o si no vuelven a perderse, ya casi son las diez de la mañana.

Frank asintió y dijo que saldríamo en un rato. Brendon se fue y Frank se cambió de ropa, delante mío.

—¡Vamos Gee! ¡Rápido!– sonrió.

—Estoy cansado– froté mis ojos y levanté mis brazos, y al bajarlos lentamente puse mi brazo derecho en los hombros de Frank.

—¡Gee!– Frank se sonrojo.

—¿Qué? Ah, cierto, vamos– lo ayudé a levantarse y ya podía caminar un poco.

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Todos caminabamos detrás de las hermanas, los niños jugaba, Brendon hablaba con la hermana Mary, Frank y yo solo estábamos callados.

—¿Qu-qué te gusta hacer?– dijo sonriendo, y mantenía su bello color arcoíris.

—Me gusta dibujar, pero estos días no he tenido mucho tiempo, también me gusta comer– reímos.

—También me gusta comer, ¿puedes dibujar cuando volvamos?– asentí.

—¿Cuál es tu color favorito?– sabía que si le preguntaba eso el también me lo preguntaría a mí.

—El verde– sonrió, ahora que me ponía a pensar nunca había visto a alguien en su tono verde, eso era bueno porque nadie me odiaba– ¿y el tuyo?– bingo.

—Me gusta... El rojo, naranja, amarillo, verde, celeste, azul y morado.

—¿Cómo un arcoíris?– él sabía a lo que me refería.

—Como Frank– Frank volvió a sonrojarse, lástima que Gerard nunca pudo verlo con el rostro rojito. Gerard se quedó viendo el bello rostro de Frank pero en eso la hermana Celeste habló.

—¡Niños! ¡Niños! Nuestra actividad de hoy será buscar animales, ¿Trajeron sus cuadernos?– todos gritaron "si" Al unísono.

—Nos dividiremos en tres grupos, un grupo irá con la hermana Celeste y el padre David. El otro grupo irá con el padre Brendon y conmigo.

—¿Y el tercer grupo?– dijo uno de los niños.

—Con Gerard y Frank. Nos dividiremos por apellidos.

Todos comenzaron a ir a su respectivo grupo y nosotros quedamos con los niños de apellidos últimos. Entre ellos mi pequeño hermano y su... Ahora novio.

—Tienen una hora, escriban y dibujen todo lo que vean, siempre juntos– los dos grupos se separaron de nosotros y Frank habló.

—De acuerdo, vamos a ir por la derecha, recuerden el camino o si no, nos perdemos y no será mi culpa– todos asistieron y comenzaron a caminar.

Los niños comenzaron a correr y jugar, olvidaron por completo lo que la hermana había dicho, les dejamos caminar y caminamos casi como media hora, llegamos hasta un pequeño río.

—¡Miren, hay peces!– dijo uno de ellos. Todos se acercaron a ver y efectivamente habían peces.

—Dibujen al menos eso– dije, todos se sentaron en una piedra y comenzaron a dibujar— Que difícil es cuidar niños.

—Si... Pero a mi me gusta hacer eso– rió.

—¿Entonces si te gustan los niños?– que bueno. Bueno, yo... Yo nada.

—Si, me gustan mucho, aunque también soy uno, digo que... Ya me confundí– golpeó su rostro con la palma de su mano.

—Tranquilo– reí– a mí también me gustan pero son muy revoltosos.

—Quizá nuestros hijos no sean así– dijo muy bajo pero yo lo escuché.

—Quizá y no, porque tendrían un padre al que le gustan los niños– respondí, me sentía bien estando con Frank, tenia confianza de decir cualquier cosa, solo me mostraba su bella sonrisa y asentía, era un hombre realmente encantador.