Encuéntrame

Capítulo 27: Detrás de ti.

— Todo es tan raro.

— Lo sé.

— ¿De verdad se vieron de forma sospechosa?

— Sí.

— ¿Qué deberíamos hacer?

— No lo sé.

Ian y yo estamos acostados en mi cama, mirando el techo y pensando en la noticia que revelamos ayer. No conocía Cole, pero de alguna forma su muerte logra tocar algo dentro de mí. Era un adolescente, justamente como yo, y ahora no está. Al igual que Savannah.

Ayer le conté a Ian sobre la mirada entre Tanner y V, pero descartó al instante algún significado macabro. Ahora parece que está viéndolo de manera más objetiva y teniendo en cuenta cuan sospechosos podrían ser estos dos. Sé que es difícil desconfiar de alguien que es cercano a ti, como lo es V para él, pero es mejor no descartar, ni dar nada por sentado.

— Hablaré con V —dice consiguiendo que sonría— Pero tú debes hablar con Tanner.

Me incorporo en la cama y lo observo como si estuviera loco.

— ¿Por qué debo hablar con Tanner? —pregunto haciendo una mueca.

— Porque das miedo y seguramente te dirá la verdad —contesta sin cambiar de posición, solo viéndome de reojo— Además, si de verdad tiene algo que ver con la muerte de Cole y todas las otras, no quiero estar cerca de él.

— Ah, pero yo sí puedo estar cerca de un posible asesino serial, claro que sí —entrecierro los ojos, sarcástica y ofendida.

— Recuerda que a ti no te amenazó con matarte como a mí —aprieto los labios. Tiene razón, aunque eso no quita el hecho de que podría matarme si quisiera— El que avisa no traiciona —dice divertido.

Entorno los ojos y vuelvo a acostarme a su lado.

— ¿Y qué le digo? —pregunto volviendo mi vista al techo.

— Se buena y gánate su confianza —me río porque lo dice como si fuera tan fácil— Y por favor, no caigas bajos sus encantos también.

Vuelvo a reírme. Le conté la conversación que tuve con Charlotte donde le deje muy en claro que ya no somos amigos y desde entonces, a Ian le cae mal. Bueno, le cae mal desde que le envió a todos mi foto con Rhett, ahora cualquier cosa que haga solo agudiza su desagrado hacía ella.

— ¿Te imaginas? —comienzo a reírme pensando en Tanner y yo— Qué desagradable —niego con la cabeza.

— Oh, sí Charlotte y Lia te escucharan... —dice dramáticamente, llevando una mano a su pecho— Querida, juzgarían tu falta de buen gusto.

— Me crucificarían —asiento sin dejar de reír.

Alguien golpea mi puerta, sorprendiéndome. La única persona que necesito ver por las mañanas sin falta es Ian y dudo que Rhett aparezca, después de todo, anoche mencionó que saldría a correr con Ross. Luego de la revelación de la muerte de Cole, ellos se quedaron hablando unos minutos y quedaron en ejercitarse un poco. Solo espero que no ejerciten entre ellos y ninguno aparezca con un golpe nuevo.

Abro la puerta encontrándome con mi madre con un café por mano y una sonrisa. No puedo devolverle la sonrisa, pero logro hacer una mueca que, en mi mente, se acerca a una emoción feliz. ¿Sigue aquí? Pensé que solo había vino para hacer algún acuerdo con la directora Monroe por mis calificaciones bajas, y de paso, regañarme. Pero recuerdo que todavía no sufrí sus sermones de ¿Cómo puedo no ser perfecta si soy su hija? así que posiblemente este sea su ultimo día aquí.